El uso de nuestro tiempo libre
Considera tu tiempo como la cosa más preciosa, y sigue aumentando el tiempo que destinas a la devoción. Con fe plena en el maestro, saca el adecuado beneficio de sus dones. Él se halla siempre con nosotros y no sabemos de cuantas maneras nos está ayudando1.
Esta cita del Gran Maestro, escrita hace más de cien años a uno de los primeros iniciados en Estados Unidos, podría ser de Baba Ji para nosotros en nuestra actual situación de pandemia mundial. Estos primeros satsanguis del extranjero no vieron o no pudieron ver a su maestro, no tenían reuniones de satsang, tuvieron escasa o nula interacción con otros satsanguis, y no tenían seva.
Pero a diferencia de nosotros, tampoco tenían vídeos de satsangs para ver, sesiones de preguntas y respuestas del maestro para ver y escuchar, llamadas telefónicas y correos electrónicos para compartir con otros satsanguis, ni muchos libros para leer. Sus únicas fuentes de información de Sant Mat eran unas cuantas cartas del Gran Maestro, que se les permitía compartir con otros.
Los dos libros que contienen estas cartas: El amanecer de la luz y Joyas espirituales, son los libros favoritos de Sant Mat para muchos de nosotros. Estas cartas fueron escritas a buscadores y satsanguis que no tenían antecedentes en el sendero o en el misticismo en general. Describen claramente la esencia del sendero, el trasfondo místico de otras religiones, nuestra prioridad en la vida, cómo afrontar las situaciones difíciles de la vida, cómo ajustar nuestra actitud a los retos de la vida y lograr nuestro objetivo de la realización de Dios.
Algunos fragmentos de estos dos libros son muy relevantes para nuestra situación actual. Debemos tener en cuenta que, durante la época del Gran Maestro, los satsanguis vivieron la Primera Guerra Mundial, la pandemia de gripe de 1918, la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y la partición de la India.
Por consiguiente, no tenemos que preocuparnos por una nueva guerra o por la bomba atómica; la gente dio rienda suelta a este tipo de conversación, muy generalizada y vaga, durante y al final de la primera Gran Guerra, y también después de inundaciones, terremotos, hambre y plagas. Tenemos que preocuparnos por entrar en el centro del ojo y encontrar la forma radiante del maestro, para que él sea nuestro compañero, en quien podamos confiar aquí y en el más allá. Aquel al que se le ha conectado con el Verbo no puede extraviarse, ni en la catástrofe ni en la paz. Tiene un sitio a donde ir, va allí y no se pierde2.
La actual situación de pandemia ha hecho que la mayoría de nosotros reoriente en gran medida su vida cotidiana a través del confinamiento obligatorio en casa. Es un momento perfecto para pasar más tiempo trabajando el aspecto espiritual de nuestras vidas. Podemos acceder a una gran cantidad de material de Sant Mat en la página web rssb.org, y ver los satsangs y vídeos de preguntas y respuestas en el canal oficial RSSB de YouTube. Más importante aún, podemos aumentar nuestro tiempo de devoción; cumplir con el compromiso de hacer dos horas y media de meditación y más. Como nos dicen los maestros, cuando entremos en el centro del ojo y lleguemos a la forma radiante del maestro, sabremos que él está con nosotros y que protege nuestra alma en todas las situaciones.
Este mundo es el plano de la lucha. Jamás ha habido paz aquí, ni tampoco la habrá nunca. Los problemas de mañana sucederán a los de hoy. En un lugar donde la mente y la materia están activas nunca podrá haber paz. Seguirá habiendo más pesares y guerras entre naciones, comunidades, o individuos. El alma tiene que buscar otros planos para hallar la paz; el encontrar la paz es la obligación del individuo. Todos tienen que buscarla dentro de ellos mismos3.
Los santos nos recuerdan constantemente que nunca podemos encontrar paz y felicidad en este mundo físico cambiante. Solo podemos encontrarlo en el interior y únicamente puede ser logrado a través de la meditación en el Verbo y engendrando la gracia del maestro.
No te inquietes. El maestro cuida de ti en cada instante. Ahora no lo puedes ver; pero cuando avances en tu viaje lo verás por ti mismo4.
Para entender lo que hace por nosotros el maestro y cómo nos protege, debemos ir hacia el interior. Es fácil hablar sobre cómo nos cuida el maestro, pero a nuestro nivel, estas son meras palabras; debemos experimentarlo por nosotros mismos, en nuestro interior.
…todo lo bueno o malo que te sobrevenga por medio de cualquier persona u objeto, procede directamente de nuestro amoroso Padre. Las personas y objetos no son más que instrumentes en sus manos. Si te sucede algo malo tenlo por un gran beneficio suyo, más pronto o más tarde tendremos que sufrir por nuestras acciones pasadas5.
Todo lo que nos sucede, ya lo consideremos como bueno o malo, “procede directamente de nuestro amoroso Padre”. Estamos pagando los karmas creados en vidas anteriores y el maestro nos está ayudando a atravesarlos.
Es difícil ser feliz cuando las cosas no van bien, pero notarás mucha diferencia si lo miras desde el punto de vista que acabo de exponer [para reconciliarnos con lo que está sucediendo]. El gran santo Gurú Nanak, dijo: “El infortunio es medicina y el placer es enfermedad, porque en el placer la mente se dispersa y en el infortunio o adversidad se recoge”6.
En resumen, en entornos complicados como los que estamos experimentando, el maestro nos dice que nos centremos en la razón por la cual estamos en el sendero –de realización de Dios– y que aprovechemos todo el tiempo extra disponible que tengamos. Él sabe por lo que estamos pasando y cuida de nosotros.
- Maharaj Sawan Singh, El amanecer de la luz, carta 5
- Maharaj Sawan Singh, Joyas espirituales, carta 72
- Joyas espirituales, carta 148
- El amanecer de la luz, carta 19
- El amanecer de la luz, carta 4
- El amanecer de la luz, carta 66