¡Vaya actitud!

Basta ya de angustias,
  deja los problemas,
nada va a pasar
todo estará en paz…
Pues el mundo sin ti seguirá...
Cierra los ojos...
  no pienses en nada esta noche.
_{Jesucristo Superstar, “Todo estará en paz”}

Esta letra del musical “Jesucristo Superstar”, escrita hace más de 50 años, describía un mundo antiguo inestable política y espiritualmente. Nos recuerda que, en lo que respecta al mundo, nada cambia realmente. La estrofa más contundente de esta canción es cuando Jesucristo responde en un verso: “Ved que aún me tenéis. Seguid, si aún me veis. Cuando me vaya, solos y perdidos estaréis”. La advertencia de Jesucristo invita a los discípulos a cambiar su actitud de miedo y negatividad por una de gratitud, aceptación y equilibrio en medio del caos. “Pues el mundo sin ti seguirá”.

Cultivar la actitud correcta para mantener la felicidad interior a través de los altibajos de la vida es un elemento esencial en la transformación espiritual. Fomentar esta cualidad internamente sienta una base sólida en nuestro viaje espiritual. Sería maravilloso si pudiéramos levantarnos un día y tener una actitud “positiva” hacia todo en nuestra vida.

Primero, el don de la actitud correcta hacia Dios, el sendero, nuestras familias, nuestro trabajo y los demás no se puede comprar. Este don solo se adquiere a través de la práctica paciente, disciplinada y diaria. En el budismo, se dice que la liberación inquebrantable de la mente al cultivar la “actitud correcta” es más grande que todos los honores y fama mundanos.

Pero en ningún momento de este viaje llamado vida podemos eliminar rápidamente lo que llamamos mente, cambiar la forma de pensar y sentir sobre las cosas que experimentamos, y, de una vez por todas, desarrollar una actitud correcta. Como somos humanos, siempre somos vulnerables de quedar atrapados en la ilusión y de responder de una manera que no nos conviene. Por lo general y de forma muy humana reaccionamos desde una perspectiva intelectual y emocional limitada.

Aunque parece que ver la “realidad debería ser algo sencillo, es posible que hayamos descubierto que, como dice el autor David Brooks: “Ver bien no es natural. Es un acto de humildad. Implica apartar tu ego, tu propia necesidad y deseos, para poder ver la cosa que miras como tal, y no solo como un espejo de sus propios intereses"¹.

También está la naturaleza emocional del ser humano. Desarrollar la inteligencia emocional nos permite saber qué sentir en ciertas situaciones y aprender a ver las cosas de manera equilibrada y responder desde ese lugar de equilibrio.

No podemos, en un abrir y cerrar de ojos, como dice la expresión, desarrollar el tipo de actitud que nos ayudará en nuestra transformación en el camino a casa. Se necesita práctica y esfuerzo. Para algunos de nosotros, el primer paso es reconocer nuestra actitud hacia las cosas que se nos presentan. ¿Por dónde podemos empezar? Primero, por darnos cuenta de que nuestra relación con el maestro es puramente espiritual y existe para la vida y el crecimiento de nuestra alma. En segundo lugar, lo que es doloroso ahora, cuando se aborda con la actitud adecuada, al final traerá alegría.

Maharaj Charan Singh le da el giro correcto a esto cuando dice:

Bueno, si uno es un satsangui, entonces no hay nada de qué preocuparse.... Pero cuando decimos que nuestro destino está decidido, los acontecimientos de la vida ya están trazados y solo tenemos que pasar por eso, bueno o malo, entonces, ¿de qué hay que preocuparse? No van a cambiar los acontecimientos de la vida. Si tenemos esa actitud, entonces ¿por qué preocuparnos?².

Hazur nos sugiere un estado mental, una actitud, que puede ayudarnos en el sendero. Sin embargo, somos propensos a quedarnos atrapados en nuestra ira, envidia, preocupación, y al hacerlo, nos aferramos a las cosas de este mundo fenoménico y olvidamos la verdad que estamos buscando. Permitimos que nuestros pensamientos y percepciones nos arrastren, y esto se hace evidente en nuestra actitud de no aceptación.

Ya que hemos creado nuestros propios karmas, nuestro reto es construir mansiones mejores y más nobles para nuestras almas. ¿Cómo se logra esto? Hazur dice en Spiritual Perspectives, Vol. II:

El propósito de la meditación es precisamente ese. El propósito de la meditación es entrenarnos para adoptar esa actitud. No es fácil; es una lucha de por vida, sin duda. Pero ese es el propósito de la meditación: desarrollar esa actitud de aceptar las cosas como llegan³.

El fraile dominico del siglo XIV conocido como maestro Eckhart sugirió que debemos morir a nosotros mismos y recibir todo como si fuera de Dios, y mantener una paciencia inquebrantable con todos los hombres. Esta actitud nos ayudará en nuestra búsqueda, pero requiere compromiso.

Un discípulo le preguntó a Hazur:

Entonces, ¿se trata de eliminar todo lo que es innecesario en la vida, de hacer esa elección?

Hazur respondió:

No, es cuestión de cambiar tu actitud mental. Tienes que cumplir con tu trabajo mundano; tienes que cumplir con tus responsabilidades, tus obligaciones. Pero tu actitud mental puede enfocarse en un solo punto, centrarse en el interior. Entonces no olvidas tu meta, tu destino⁴.

Y solo podemos tener esa actitud y esa inclinación mental si nos dedicamos a la meditación. Solo con la ayuda de la meditación podremos lograr la paz en nuestro interior. Este sendero de devoción requiere un cambio de toda nuestra manera de vivir. En Many Voices, One Song, leemos:

… una manera que incluye el desarrollo de la actitud y las prácticas que apoyan la devoción... Cuando los discípulos practican la meditación y adaptan sus vidas de acuerdo con estas cualidades, se crea un círculo virtuoso: una actitud positiva conduce a una forma de vida que apoya la meditación, que a su vez, genera una actitud positiva y una forma de vida que lleva a una meditación más concentrada⁵.

Hazur dice en Spiritual Perspectives, Vol. II:

Ese hábito de dedicarnos a la meditación también crea una actitud mental... Tenemos que cambiar la actitud de nuestra mente a través de la meditación. Ahora la actitud de nuestra mente es hacia el exterior, hacia abajo y hacia fuera. Entonces la actitud de la mente se vuelve hacia dentro, hacia arriba. Tenemos que cambiar nuestra actitud mental⁶.

El maestro nos dice que podemos conseguirlo. “Todo estará en paz… pues el mundo sin ti seguirá”. Dejemos que nuestro mundo gire alrededor de nuestra meditación. Como dice el maestro, cuando hagas tu meditación, todo vendrá del interior, y la mente se moldeará automáticamente en su luz, y toda tu actitud cambiará.