El elefante en la habitación - RSSB Satsangs & Composiciones

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El elefante en la habitación

La gente utiliza la expresión "el elefante en la habitación" cuando se refiere a un asunto importante que puede estar afectando a sus vidas, y que se resiste a reconocer. Desde hace más de un año nos enfrentamos a la pandemia del coronavirus, que ha paralizado el mundo. Ha causado muchas dificultades y ha provocado el sufrimiento de millones de personas que han perdido a sus seres queridos, cobrándose más de 4.5 millones de vidas en todo el mundo. Sin embargo, la mayoría de nosotros no se enfrenta al hecho de que la muerte por esta enfermedad podría ser inminente.

Los historiadores nos dicen que el mundo se ha enfrentado a muchas tragedias similares causadas por enfermedades. Más de 50 millones de personas murieron a causa de la gripe española en 1918. Más de 40 millones de personas fallecieron a causa de la viruela en el siglo XVIII. La India padeció dos graves epidemias a finales del siglo XIX y principios del XX. La sexta pandemia de cólera (1899-1923) comenzó en la India, probablemente a partir de un Kumbh Mela en Haridwar; mató a más de 800 000 personas en la India y luego se extendió a Oriente Medio, África del Norte, Europa del Este y Rusia. La peste bubónica llegó a la India desde China en 1896 y duró hasta 1921; se calcula que doce millones de indios perdieron la vida, frente a tres millones en el resto de la totalidad del mundo.

Aparte de las enfermedades, la humanidad se ha enfrentado a otros retos a lo largo de su existencia. Varias hambrunas en África han provocado la muerte de unos cuatro millones de personas a la vez, y ha habido innumerables terremotos, inundaciones, tsunamis, erupciones volcánicas y otros desastres naturales de este tipo. Así que la pandemia sigue su curso durante esta época moderna. También hemos experimentado crisis similares durante nuestras vidas pasadas en esta creación. Los santos explican que nuestra alma ha estado atrapada en un ciclo transmigratorio en este mundo durante millones de vidas, en una u otra forma física, desde que el Señor dio vida a la creación.

Lo que le ha proporcionado consuelo y tranquilidad a muchas personas durante esta pandemia ha sido su amor y devoción por el Señor. Han mantenido su fe en que él es el creador y sustentador de todo el universo. Él es todopoderoso y omnisciente. Esta pandemia no ha ocurrido porque el Señor haya perdido el control, o haya mirado hacia otro lado durante un tiempo, o porque quiera castigarnos. Baba Ji ha dicho que la situación actual es obra de la propia humanidad, tanto si nos afecta personalmente, a nuestras familias o a la sociedad en general, como si es de carácter medioambiental o sanitario. Todos los místicos explican que los seres humanos son los autores de su propio destino, por sus acciones realizadas en vidas pasadas. Todos nosotros simplemente recogemos los resultados kármicos de las acciones del pasado, que nosotros mismos hemos realizado.

Gurú Nanak Dev explica que nuestra alma está atrapada en este mundo como en una red. La única forma de escapar es tener la suerte de encontrar a un maestro verdadero, comprender la filosofía que comparte con nosotros y actuar en consecuencia. Solo los místicos pueden mostrarnos el camino para escapar de la red de este mundo. Gurú Nanak explica:

En una intrincada red
el mundo entero está atrapado.
Solo con la gracia del gurú,
contactando el Nam,
podemos cruzarlo a flote.
El gurú verdadero es el barquero,
y la Palabra (Shabad) nos lleva a través1.

Este mundo es un océano terrible, y nuestra mente es un barco cargado con la pesada carga de nuestros karmas. Nuestro barco flota en el terrible océano de este mundo, que es muy difícil de cruzar. La única manera es buscar un maestro verdadero que pueda llevarnos al otro lado. El maestro actúa como nuestro barquero. El Shabad, el sonido radiante o el sonido sublime interior, es el remo que nos lleva de vuelta a casa con el Señor. Solo cuando nuestra alma regresa a su hogar con el Señor podemos escapar de este mundo.

Los santos nos explican que nuestra alma ha sido hipotecada en este mundo por la enorme deuda kármica que ha acumulado durante los millones de vidas que ha estado atada aquí. Nuestra situación es, de hecho, "el elefante en la habitación" al que no nos gusta enfrentarnos. Nuestro sufrimiento es causado por la mente, que nos obliga a satisfacer las cinco pasiones, sin pensar en las consecuencias kármicas que tendremos que soportar posteriormente. El resultado es que aumentamos la deuda kármica que ya cargamos sobre nuestros hombros, y esto ha estado ocurriendo vida tras vida. El resultado es que nos sentimos infelices en este mundo, anhelamos la verdadera satisfacción, no la encontramos y no sabemos dónde buscarla.

Durante los recientes cierres y periodos de cuarentena, se han cerrado negocios, fábricas, oficinas, tiendas y lugares públicos. La gente ha tenido que permanecer en casa, permitiéndoles salir solo para los desplazamientos imprescindibles. Este distanciamiento social y el aislamiento han afectado la salud emocional de las personas y ha causado estragos en su bienestar mental, porque la gente necesita la compañía humana y busca en el mundo consuelo y bienestar. Pero para progresar en el camino hacia nuestro verdadero hogar, los santos dicen que debemos retirar nuestra atención de este mundo y dejar de lado nuestra obsesión por él. Debemos centrarnos en el interior, en el Señor, a través de nuestra meditación diaria. Desde una perspectiva espiritual, la soledad y la quietud son útiles para un discípulo. Hay una cita muy bella en la Biblia:

Estad quietos y conoced que yo soy Dios2.

"Quédate quieto": primero tenemos que inmovilizar el cuerpo sentándonos en silencio, sin movernos, con los ojos cerrados, haciendo que el cuerpo esté inmóvil. A continuación, hacemos que la mente se calme enfocando nuestra atención en el centro del ojo y ocupando la mente en la repetición silenciosa de los cinco nombres sagrados. Cuando aquietamos totalmente la mente absorbiéndola en el simran, nuestra conciencia irá hacia el interior, con la gracia del maestro, y experimentaremos el resplandor del Shabad interior. Cuando seamos capaces de dirigir nuestra conciencia hacia el interior, oiremos el Shabad resonando dentro, y sabremos que el Señor mismo está dentro de nosotros. Por lo tanto, "Estad quietos y conoced que yo soy Dios".

Afortunadamente, muchas personas han aprovechado este bloqueo para mirar por fin cara a cara al elefante. Han dedicado más tiempo a la devoción al Señor. Los místicos dicen que nuestra contemplación interior silenciosa, tal y como prescriben los maestros, dará sus frutos. Estamos invirtiendo nuestro tiempo inestimable en el propósito más importante de esta vida: buscar al Señor. Debemos recordar que es nuestro deber realizar este esfuerzo espiritual cada día, pero también es nuestro privilegio. Finalmente alcanzaremos el destino espiritual que buscamos, así que continuemos en esa dirección con alegría.


  1. J.R. Puri, Guru Nanak: Sus enseñanzas místicas, 1ª ed., RSSB, 2009, p. 264
  2. Biblia, Salmo 46:10 RVR1960