El agua viva - RSSB Satsangs & Composiciones

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El agua viva

Cuando se tiene sed, a menudo se siente hambre. Esto se debe a que las señales que recibe el cerebro del hambre y de la deshidratación son muy similares. De hecho, un estudio reciente analizó situaciones entre personas que en el trabajo tenían sed, y que en realidad no tenían hambre. Pero, ¡solo respondieron tomando agua el dos por ciento de las veces! Esto significa que 98 de cada 100 personas ignoraron su sed o comieron algo para aliviar el dolor de cabeza o los ruidos de estómago1.

En este ejemplo, nuestro cuerpo físico tiene sed. En lugar de beber, comemos para llenar el vacío, luego tenemos aun más sed y el ciclo se repite. Nuestra naturaleza más íntima también tiene sed. Lo sentimos como un vacío en nuestra vida o en nuestro corazón. A veces lo sentimos en momentos de estrés, pero a veces sentimos más este vacío cuando todo es perfecto desde un punto de vista mundano.

Hacemos muchas cosas para intentar llenar este vacío. Nos involucramos en relaciones, tratamos de ganar dinero o estatus, asumimos riesgos, vemos televisión sin término y consumimos drogas. Pero estas cosas son como comida basura que no quita nuestra sed. Al buscar estas soluciones, no reconocemos nuestra sed interior como tal. A menos que entendamos esa sed, no podremos tomar medidas para saciarla. Jesús lo llamó sed del espíritu. Como todo gran místico a lo largo de la historia, habló desde su propia experiencia y dijo a sus discípulos que dentro de cada ser humano hay una corriente de amor y resplandor divinos de la que nos hemos desconectado. Si podemos re-conectar con ella, podremos alcanzar la paz. Y entonces podremos convertirnos en seres humanos más amorosos que irradian esa misma paz. Solo esa corriente divina o Espíritu puede saciar nuestra sed interior.

En otras tradiciones, esa corriente divina se llama Dao, Nam, Kalma, Khuda o música de las esferas. Jesús, en ocasiones, la llamó la Palabra de Dios, y también se refiere a ella como el agua viva.

En el evangelio de Juan, se cita a Jesús diciendo a la multitud:

El que tenga sed, venga a mí y beba. Quien crea en mí, como dicen las Escrituras (refiriéndose a las escrituras anteriores), de su interior correrán ríos de agua viva.

¿A qué escritura anterior se refería? Quizás esté, en el pergamino del profeta Isaías, en el que Isaías usaba una metáfora del “agua” espiritual vivificante que revive la tierra estéril:

Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, y arroyos sobre la tierra seca; derramaré mi espíritu sobre tu descendencia y mi bendición sobre tus descendientes2.

Y en el evangelio de Juan se explica:

Esto dijo del Espíritu, que recibirían los que creyesen en él3.

En otra parte del evangelio de Juan, se cita a Jesús:

El que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; pero el agua que yo le daré será en él un pozo de agua que brotará para vida eterna4.

No hay duda de que el agua viva, al que se refiere, es el Espíritu Santo. La mayor gracia que podemos tener es poseer una sed consciente, una fuerte necesidad en beber de esta agua viva, haciendo lo que sea necesario para saciar esta sed espiritual. La siguiente mejor opción, si no tenemos esa sed consciente y desesperada, es al menos tener fe en una persona que observa que necesitamos un trago. Si tenemos tal fe, podríamos esforzarnos por tomar un sorbo y sacar algún beneficio de él. Entonces, podríamos desarrollar el hábito de sentarnos y buscar esa agua viva todos los días. Con el tiempo, comenzaríamos a sentir sed y sentarse se convertiría en una cuestión de necesidad, no de obediencia o deber.

El místico del siglo XIX Soami Ji usa la palabra Shabad para referirse al agua viva. Dice que necesitas obtener el método de conexión con el Shabad de un maestro que haya hecho esa conexión él mismo.

Cuando orientes tu vida hacia la devoción,
  obtén de un maestro el sendero del Shabad
  y conságrate a él.
Si el maestro no es del sendero del Shabad,
  puedes tener la seguridad de que sus enseñanzas tendrán falsas pretensiones.
Un gurú verdadero es un amante del Shabad.
  Alguien que practica el Shabad y nada más que el Shabad…
El secreto del Shabad obtén de él,
  y dedica tu alma y tu corazón
  a la práctica de ese Shabad5.

Él está diciendo que cuando tengas esa sed, o al menos estés listo para dedicarte a algo, alguna práctica o camino, asegúrate de que sea el camino del Shabad, el camino hacia esa agua viva, porque hay muchos caminos y prácticas compitiendo por nuestro tiempo y atención. Es posible que nos hayamos dado cuenta de que el dinero, el estatus y el sexo no llenan el vacío; pero hay muchas alternativas nuevas, aparentemente más nobles, que se nos presentan en los libros más vendidos o por personas influyentes y un sinfín de aplicaciones que afirman tener las respuestas. Algunos ejemplos son: comer los alimentos más saludables o respetuosos con el medio ambiente; servir a una buena causa; practicar la atención plena; estar en armonía con el planeta; diversas formas de ejercicio físico o mental; pasar tiempo en la naturaleza; y ser parte de una comunidad religiosa, caritativa o creativa.

Todas estas prácticas tienen como objetivo ayudarnos a afrontar el mundo o ser más eficaces en el mundo. Sin embargo, Soami Ji dice que el verdadero Shabad viene de más allá del mundo que podemos ver con nuestros propios ojos físicos. Apegar nuestro corazón y alma a esa corriente divina nos transforma, trae alegría duradera y nos conecta con un poder más allá del tiempo y el espacio. Construir una relación con ese Shabad es la única forma de saciar nuestra sed, de traernos paz. Y por eso, dice que necesitamos de un maestro que "sea un amante del Shabad; que practique el Shabad; nada más que el Shabad".

Ahora bien, a nuestro ego podría no gustarle la idea de un maestro, un gurú, una autoridad superior. Sin embargo, al final, todo el mundo tiene un maestro. Solo se trata de seguir a un maestro espiritual o a una autoridad mundana. Como cantó el compositor estadounidense Bob Dylan:

Puedes ser un albañil que trabaja en una casa.
Puede que vivas en una mansión o puede que vivas en una cúpula.
Podrías tener armas e incluso tanques.
Podrías ser el propietario, amo de alguien, incluso podrías ser propietario de bancos.
Pero vas a tener que servir a alguien, sí, de hecho
Vas a tener que servir a alguien.
Bueno, puede ser el diablo o puede ser el Señor,
Pero vas a tener que servir a alguien6.

Lo que Dylan quiere decir es, que todos tenemos algún tipo de objetivo. Y en la búsqueda de ese objetivo tenemos que servir a alguien. Si nuestro objetivo es la paz, el amor, la verdadera humanidad o Dios, entonces debemos seguir al que practica el Shabad, nada más que el Shabad; necesitamos servir al maestro y al Señor. Si no lo hacemos, nos hundiremos más profundamente en el mundo, con toda su codicia y apego. Incluso si buscamos buenas causas, terminaremos haciendo política. Si iniciamos nuestro propio negocio, tendremos que atender a nuestros clientes y hacer lo que sea necesario para pagar a nuestro personal. Si buscamos la atención plena para ser más eficaces en el trabajo o en nuestras relaciones, seguimos diciendo que la aprobación de esas personas es lo más importante. Soami Ji lo expresó de esta manera:

Una vida de lujos, llena de poderío mundano,
  se basa en la riqueza y el favor de tus superiores.
¡Observa cómo los sirves
  con el fin de adquirir esa riqueza, ese poder, ese prestigio!
Eres tan servil con sus mandatos,
  que llegas a renunciar a tu comida y a tu sueño con tal de complacerles…
Me avergüenza revelar que el servilismo que soportas
  es por amor a la riqueza7.

Puedes ver hacia dónde nos lleva esto. Solo mira cuánto esfuerzo ponemos en nuestros asuntos mundanos: nuestros estudios, nuestros trabajos, nuestro servicio a la familia. Parece automático interrumpir nuestro sueño o perdernos una comida por una gran obligación. Si nuestro salario o estatus está en juego, siempre estaremos listos para dedicar horas extra. Podría suceder lo mismo con nuestro seva o servicio: si otros nos observan o nos elogian, dedicaremos más tiempo y esfuerzo.

Pero, ¿qué pasa con nuestro servicio más importante, el seva meditativo que ocurre en privado, donde nadie salvo el Señor puede vernos? Si eludimos ese deber, significa que el mundo es nuestro maestro y que en realidad no estamos sirviendo al gurú.

El místico sufí Shaikh Abu-Saeed Abil-Kheir (967-1049 EC) nos explica que realizar este deber privado como nuestra principal prioridad no es egoísta, sino que nos hace más desinteresados y amorosos con todos:

El mejor uso de tu lengua
  es repetir el nombre del amado con devoción.
Las mejores oraciones son las de
  la soledad de la noche8.
Si buscas cercanía con el amado,
  ama a todos.
Ya sea en su presencia o en su ausencia,
  ve solo por su bien.
Si quieres ser tan claro y refrescante como el aliento
  de la brisa de la mañana, como el sol,
  no tengas nada más que calidez y luz para todos9.

Como suele decir nuestro maestro espiritual, Baba Gurinder Singh Ji, la paz mental es la clave de la felicidad. Y si tenemos esa paz, entonces podemos irradiar esa paz hacia otros. Solo podemos dar lo que tenemos. Pero esta satisfacción duradera, la satisfacción de nuestra sed, proviene solo del interior, del agua viva que el maestro nos ofrece gentilmente. Shaikh Abu-Saeed Abil-Kheir se refirió a ella en el pasaje anterior como "el nombre del amado", y Soami Ji también se refiere a él como el Nam cuando concluye su himno exhortándonos:

Por todo esto, asiste al satsang, sirve al maestro,
  y utiliza cada aliento de tu vida
  en ganar la riqueza del Nam.
Nada hay que pueda compararse al gurú, al Nam y al satsang,
  nada más cuenta.
Mediante estos lo conseguirás todo,
  saldarás tus karmas y
  alcanzarás el hogar original.
Acepta ahora mi consejo, mientras aún vives,
  o finalmente sentirás un profundo arrepentimiento.
La riqueza y el orgullo de nada te servirán,
  el poder y la posición social desaparecerán.
Práctica, pues, la devoción al Señor,
  y dedícate a la más gratificante de las tareas10.

  1. https://www.seattletimes.com/life/wellness/hunger-vs-thirst-are-you-eating-when-you-should-be-drinking/
  2. La Biblia, Isaías 4:3
  3. La Biblia, San Juan 7:37–39
  4. La Biblia, San Juan 4:14
  5. Soami Ji Maharaj, Sar Bachan Poesía (Selecciones), Bachan 16 Shabad 1, p. 91
  6. https://www.bobdylan.com/songs/gotta-serve-somebody/
  7. Sar Bachan Poesía, Bachan 16 Shabad 1, p. 92
  8. Nobody, Son of Nobody: Renditions by Vraje Abramian; Prescott, AZ, Hohm Press, 2001, p. 55
  9. Nobody, Son of Nobody, p. 33
  10. Sar Bachan Poesía, Bachan 16 Shabad 1, p. 94-95