¡Encuentra lo positivo!

No hay duda de que estos últimos meses de covid-19 nos han sacudido, cambiado nuestras vidas, y nos ha dado un toque de atención global.

Hemos estado, y seguimos estando, sumidos en una batalla épica con un virus maligno. Y para muchos de nosotros ha sido un periodo excepcionalmente difícil. Todos se han visto afectados de algún modo. Nadie invita ni da la bienvenida a la calamidad en su vida, pero cuando llega sin avisar hay que afrontarla lo mejor posible. Podemos quedarnos con lo negativo y hundirnos, o encontrar lo positivo y levantarnos.

La gente ha adoptado diferentes enfoques al considerar estas dos opciones. Para algunos, los efectos de esta pandemia han ofrecido una inesperada oportunidad para hacer balance de sus vidas. Para otros muchos, ha sido una época de reclusión forzada, que ha limitado su relación con el tumultuoso mundo que les rodea. Hay quienes han empleado este tiempo para reflexionar y ser inusualmente cuidadosos en cómo gastan su tiempo y su energía. Han aprovechado este intervalo para restructurar su vida cotidiana en torno a las cosas realmente importantes. Como resultado, se están deshaciendo de aquellas cosas que eran malos hábitos o que, simplemente, no aportaban verdadero valor a sus vidas, y las están remplazando cuidadosamente por actividades que sí las mejoran y les ayudan a enfocarse en su sendero espiritual. Algunos se han planteado la pregunta mas importante: ¿Estoy haciendo el mejor uso posible de esta preciosa vida que el Señor me ha concedido?

Cuando observamos a nuestra familia, amigos, y a la gente que nos rodea, vemos una infinidad de experiencias y emociones como resultado de nuestro aislamiento forzado. Pero una cosa que tenemos todos en común es que nuestras vidas son ahora diferentes.

El Gran Maestro escribe:

Este mundo es el plano de la lucha. Aquí nunca ha habido paz, ni nunca la habrá. Los problemas de mañana sucederán a los de hoy. En un lugar donde la mente y la materia están activas, nunca podrá haber paz… El alma, para encontrar la paz, tiene que buscar otros planos. Encontrar la paz es la tarea de cada individuo. Todos tienen que buscarla dentro de sí mismos¹.

En última instancia, esta es la única solución duradera a nuestras dificultades actuales o a cualquier dificultad. Y el maestro está solo interesado en una solución verdadera y duradera.

De nuevo, del Gran Maestro:

Soy muy consciente de que tienes tus luchas. Que tanto dentro como fuera de ti tienes muchas cosas que superar, pero puedes conseguirlo. Si tienes confianza plena en el maestro interior, él siempre te ayudará. Y a menudo, cuando encuentres las dificultades más grandes y las horas más oscuras, la luz aparecerá y verás que eres libre. ¡No dejes que nada te desanime!².

No hay duda de que ha sido un periodo difícil para muchos de nosotros. Pero también es verdad que somos extremadamente afortunados. Nuestras vidas se mantienen firmes al ancla sólido de Sant Mat. Puede que los vientos y las olas nos zarandeen y nos golpeen, pero nuestra ancla es profunda y fuerte, y nos mantiene seguros en los periodos turbulentos.

Sería irracional pensar que sabemos lo que nos depara el futuro, o pensar que cuando este corona virus se haga manejable, no habrá mas pruebas o calamidades a las que tengamos que hacer frente. Estas siempre han formado parte de este plano de existencia. Como Hazur Maharaj Ji nos dice:

El mundo no es más que una burbuja que puede estallar en cualquier momento… Difícilmente nos hemos librado de un grillete, cuando un nuevo lazo se ha forjado ya rápidamente… La percepción de la magnitud de este drama solo nos llega cuando despertamos a la hora de morir. En el momento en que la muerte se cierne sobre nosotros, todo lo de este mundo: amigos y relaciones, riqueza y posesiones, nombre y fama, casta y credo, queda atrás. Solo entonces nos damos cuenta de que nuestro tiempo se ha perdido en la ilusión, en tratar de hacer nuestro lo que nunca podrá serlo³.

Muchas, muchas veces, el maestro nos ha dicho que no podemos cambiar el curso de los acontecimientos dictados por nuestro destino, pero podemos cambiar nuestra actitud ante ellos.

Se atribuye al teólogo Reinhold Niebuhr la frase:

Dios, concédeme la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar,
el coraje para cambiar las cosas que puedo, y la sabiduría para distinguirlas⁴.

La serenidad, el coraje y la sabiduría que pide vienen por medio de la meditación.

Los maestros nos dicen que para desarrollar un verdadero sentimiento de felicidad, satisfacción y paz mental nos tenemos que ajustar a estos acontecimientos y los desafíos diarios de la vida.

No estamos indefensos en esta situación actual. Sant Mat es un camino de acción, un camino impregnado de positividad de principio a fin. Debemos armarnos de valor, cambiar las cosas que podamos, y redoblar nuestros esfuerzos para seguir la guía del gurú. De este modo podemos levantarnos en este periodo de angustia generalizada. Debemos adaptarnos y cambiar para encajar en las circunstancias y entorno actuales, pero podemos hacerlo y avanzar. Podemos ser una fuente de fuerza y optimismo para los demás. Las cosas que no podemos cambiar, las cosas que están fuera de nuestro control, tenemos que dejarlas ir. Obsesionarse con ellas es autodestructivo.

Muchos, si no la mayoría, de los aspectos de nuestra vida diaria, se han puesto patas arriba de repente por esta pandemia. Muchas cosas del mundo cambiaron aparentemente de la noche a la mañana, algunas de ellas para siempre. Pero otras no cambiaron, en absoluto. Ni un ápice. ¡Los principios básicos y la práctica de Sant Mat permanecen absolutamente constantes!

Sin importar cuál sea el estado actual del mundo, los maestros nos dan el mismo consejo:

Haz tu meditación y lleva el estilo de vida Sant Mat.

Cuando somos fieles a la práctica y los principios de Sant Mat, podemos permanecer equilibrados y en paz con nosotros mismos, cualquiera que sea el estado actual del mundo.

Mira como Baba Ji se esfuerza en apoyarnos y animarnos mientras nos aislamos refugiándonos de esta calamidad: sus viajes, las preguntas y respuestas semanales, llamadas Zoom, y mucho más. Se ha adaptado al uso de nuevos medios para llegar a nosotros, pero su mensaje es el mismo.

Recientemente le hemos oído hablar mucho de cumplir con nuestro deber, de cumplir con nuestras responsabilidades, y de ser buenos seres humanos. Muchos de nuestros familiares, amigos y conocidos han luchado de verdad durante esta pandemia. Con el fin de levantarlos, algunos han encontrado reservas profundas de empatía, abnegación y fuerzas y habilidades ocultas que ni siquiera sabían que existían en su interior. Algunos se han entregado a un nivel antes inimaginable para ellos. Fijémonos, por ejemplo, en los profesionales de la sanidad y los voluntarios. ¡Qué brillante ejemplo de ser buenos seres humanos! No importa cuáles sean nuestras circunstancias, todos tenemos la oportunidad de ser una versión más amable, más gentil y más compasiva de nosotros mismos. Todos tenemos la oportunidad de ser consuelo para los demás, y de asistirles en todo lo que podamos. Pero para ello debemos ser fuertes y capaces de mantener el equilibrio. No podemos dar lo que no tenemos.

Hazur Maharaj Ji escribe sobre servir a los demás:

Si podemos hacer algo por ayudar a alguien, debemos hacerlo. Ese es nuestro deber. Estamos destinados a ayudarnos unos a otros. Los humanos estamos destinados a ayudar a los humanos. ¿Quién más va a ayudar? ¡Los pájaros y leones no van a venir a ayudarte! Tenemos que ayudarnos mutuamente. Debemos ser una fuente de fortaleza para los demás, pero no debemos involucrarnos en el sufrimiento de otra persona hasta el punto de empezar a sufrir nosotros mismos y volvernos desgraciados. Tenemos que ser lo bastante fuertes para que no nos afecte. Tenemos que ser muy serviciales, amables y compasivos con ellos, y ayudarles en sus problemas⁵.

Vivir el modo de vida de Sant Mat proporciona esa fuerza y esa base inquebrantable. Independientemente de lo que pasemos como individuos o como ciudadanos globales, las verdades esenciales permanecen constantes. Los principios que rigen Sant Mat no cambian; solo se enfocan más nítidamente.

Mientras estemos inmersos en el mundo de maya, dominados por la mente negativa, no encontraremos la paz que estamos buscando. Solo cuando volvamos nuestra mirada hacia el interior encontraremos esta paz que transciende cualquier cosa que podamos imaginar o esperar.

No hay nada que iguale a este camino, da más alegría y satisfacción verdaderas que ninguna otra cosa del mundo. Pero para conseguirlo hay que ir al interior. Tienes que entrar dentro de ti. No puede conseguirse en el exterior⁶.