Una vida relajada
Baba Ji a menudo nos anima a vivir una vida simple, feliz y relajada. Él nos anima a espaciar nuestras actividades y no ser extremistas.
Con frecuencia explica que necesitamos cumplir con nuestras responsabilidades mundanas y que debemos atender a nuestra práctica espiritual; al mismo tiempo, también necesitamos tener aficiones, entretenernos con juegos y relajarnos con familiares y amigos. Él dice que los santos vienen a liberarnos, no vienen a ponernos grilletes.
Durante una reunión nocturna en Dera, Maharaj Charan Singh explicó una vez que, si somos extremistas, perderemos nuestro equilibrio. En Legacy of Love (Legado de amor) se le cita diciendo:
No estoy en contra del desarrollo moderno de la civilización actual, pero a ningún precio debemos comprometernos con los valores básicos de la vida humana. Debería haber tiempo libre para nosotros. Debemos llevar una vida simple, relajada y libre de tensiones1.
Él nos dio un buen ejemplo. Una vez le pidieron que describiera un día típico de su vida. En medio de sus muchas responsabilidades, también mencionó que tomaba una siesta después del almuerzo, visitaba a su madre por la noche y escuchaba una obra de teatro en urdu en la radio antes de acostarse. También le gustaba fotografiar flores. Cuando un discípulo le preguntó acerca de este pasatiempo, dijo:
Las flores son tus mejores amigas, siempre sonriendo. Puedes pararte frente a ellas llorando y seguirán sonriendo. Se hicieron para eso: tantos colores y formas, diferentes expresiones y matices. La naturaleza quiere que disfrutemos de estos placeres inocentes2.
En Legacy of Love leemos:
Excepto los humanos, nadie se ríe. ¡No creo que alguna vez hubieras visto un pájaro riendo, o un perro riendo, o un animal riendo! Pueden sonreír, pero no los has visto reír. Este privilegio solo se otorga a los humanos. Si queremos seguir siendo humanos, el humor tiene que estar ahí solo para relajarnos3.
Todos los santos nos animan a tomar el mundo más relajadamente, a estar en el mundo pero no ser del mundo. Si queremos seguir siendo humanos, el humor tiene que estar ahí, solo para relajarnos.
Recientemente alguien le pidió consejo a Baba Ji sobre cómo relajarse en la meditación. Al responder, explicó que nuestros pensamientos en el momento de la meditación son un reflejo de nuestros pensamientos durante el día. Si estamos estresados o preocupados durante el día, si no estamos relajados durante el día, no podemos esperar que la mente se relaje rápidamente y se quede quieta cuando meditamos. Necesitamos aprender a dejarnos llevar y estar relajados durante todo el día, en todo lo que hacemos.
Sobre esta misma idea, en La ciencia del alma Maharaj Jagat Singh escribió:
Como regla general, la concentración se vuelve difícil cuando tenemos inquietudes y preocupaciones, porque entonces la atención se adhiere al centro del corazón en lugar de elevarse hacia el centro del ojo. Debemos tomar las medidas correctas para afrontar la situación, en la medida de nuestras posibilidades, y luego, no preocuparnos más. Debemos dejar que el resto se resuelva como el maestro lo considere oportuno4.
Baba Ji a menudo nos anima a ser buenos seres humanos y a dar lo mejor de nosotros mismos ante cualquier situación que tengamos que afrontar en la vida, y luego dice que debemos soltar, confiar en el Señor y dejar de preocuparnos por cómo resultarán las cosas. Una vez explicó que podemos usar nuestro sentido de discriminación para decidir lo que es realmente necesario. Asumimos todo tipo de responsabilidades innecesarias a medida que avanzamos en la vida y luego comenzamos a doblegarnos bajo la presión de esas responsabilidades. Pensamos en Dios y le pedimos ayuda. ¡Deberíamos haber pensado en él antes de asumir todas esas responsabilidades adicionales!
En Tesoro infinito Hazur escribió:
No podemos encontrar una hora para nosotros mismos, ni siquiera media hora para relajarnos. Todo el mundo sufre de tensión mental, cada cara refleja tensión, nadie parece estar relajado. Cuatro personas no pueden sentarse juntas sacudirse la tensión riendo y relajándose. El resultado es una creciente incidencia de enfermedades cardíacas, diabetes y presión arterial alta. Toda nuestra vida se ha vuelto artificial. Hemos olvidado cómo reír y cómo derramar lágrimas. Nuestras sonrisas se han vuelto artificiales; nuestras lágrimas se han vuelto artificiales5.En Perspectivas espirituales dijo: “Hemos creado todos nuestros problemas, exigiendo más y más, más y más, al no estar satisfechos con lo que tenemos. Entonces, ¿cómo podemos relajarnos? Corremos para estar a la altura de nuestros vecinos, así que ¿cómo podemos relajarnos?”6. Él nos dice aquí que la mayor parte de nuestro estrés lo creamos nosotros mismos. Siempre estamos preocupados por tener suficiente.
Un año en Dera, Baba Ji habló sobre cómo nos hemos hastiado tanto aquí en el mundo, que incluso hemos olvidado cómo amar. Nos levantamos, comemos, trabajamos y dormimos. Simplemente existimos aquí, no vivimos. Nos recordó que Cristo dijo que necesitamos tener la inocencia de un niño. Para un niño, cada día es un nuevo día. Cada día está lleno de alegría y emoción. Y enfatizó que depende de nosotros encontrar lo positivo en la vida. Necesitamos aprender a vivir de nuevo.
Una vez explicó que el amor de Dios está a nuestro alrededor, su gracia siempre fluye, pero no somos conscientes de su amor y gracia porque nuestros corazones están cerrados.
En una carta, el teólogo francés del siglo XVII, Fénelon, escribió:
No te sobrecargues con cosas difíciles. Protege tu fuerza mental, así como tu fuerza de cuerpo. No asumas más de lo que tu coraje puede soportar. Reserva tiempo para estar con Dios, para leer y para una buena conversación. Tómate el tiempo para el entretenimiento inofensivo, que relajará la mente con el cuerpo7.
Baba Ji explicó una vez que, si asumimos más de lo que podemos soportar, si vamos más allá de nuestra capacidad y nos sobreexigimos, no podremos sostener el esfuerzo. Terminaremos volviéndonos desgraciados y también haremos desgraciados a los que nos rodean. A menudo habla de la importancia de espaciar nuestras actividades y no ponernos demasiada presión sobre nosotros mismos.
Hazur a menudo nos decía que solo podemos dar lo que tenemos. En Spiritual Perspectives Vol. III (Perspectivas espirituales Vol. III) dijo: “Y también siempre das lo que tienes. Si eres feliz por dentro, irradiarás felicidad dondequiera que vayas. Si eres desgraciado por dentro, compartirás la desdicha con los demás”8. Solía decir que cuando somos felices, eso le hace feliz.
En Tesoro infinito dijo:
La vida es sencilla, pero las personas creamos tantos problemas y complicaciones, que nos pasamos toda la vida resolviéndolos. No sé cuándo aprenderemos a tomar las cosas sencillas de una forma sencilla… La vida es tan sencilla y hermosa, si uno puede elevarse por encima de estas deficiencias humanas. Estas siempre nos mantienen enredados en la red de las preocupaciones y desdichas9.
En muchos sentidos, la pandemia mundial nos ha impedido continuar con nuestros viejos hábitos. Nos ha obligado a revaluar y cambiar nuestras vidas, y algunos de estos cambios han sido positivos. Muchas personas descubrieron que las restricciones recientes a los viajes y a las reuniones de grupos grandes se tradujeron en menos tensión, menos ajetreo y un tiempo más aprovechable y tranquilo en casa. Muchos vislumbraron lo relajante que puede ser hacer menos y vivir de manera más simple. Muchos probaron la “alegría de perderse algo” y descubrieron un renovado sentido de satisfacción y aprecio por las cosas más pequeñas de la vida.
Hazur a menudo se refería al versículo bíblico: “Estad quietos, y sabed que yo soy Dios”10. Para encontrar la quietud en medio de nuestras ajetreadas vidas, tenemos que desprendernos de muchas cosas. Necesitamos espaciar las cosas, como dice Baba Ji, y necesitamos encontrar tiempo para relajarnos y reír. Cuando somos capaces de hacer esto, nos sintonizamos más con la alegría y la belleza de la vida. Nuestra mente se vuelve más tranquila, no solo durante el día, sino también durante la meditación. Nos volvemos más conscientes de la presencia de Dios en nuestras vidas y en todos los aspectos de esta creación.
Encontrar tiempo para la total tranquilidad, la relajación y la risa nos ayuda a convertirnos en mejores seres humanos. Nos ayuda a abrir nuestros corazones y dejarnos llevar, a confiar en el Señor, entregarle las cosas y dejar que las haga como mejor le parezca. Nos ayuda a amar de nuevo, a vivir de nuevo y a “tomar las cosas sencillas de una manera sencilla”.
- Legacy of Love, p. 402
- Spiritual Perspectives, Vol. III, P # 352
- Legacy of Love, p. 457
- La ciencia del alma, Parte III, P # 56
- Tesoro infinito, 1ª ed., 1993, p. 209
- Spiritual Perspectives, Vol. III, P # 346
- The Seeking Heart, Library of Spiritual Classics, Vol. 4, p. 149
- Spiritual Perspectives, Vol. III, P # 354
- Tesoro infinito, 1ª ed., 1993, p. 186, 190
- La Biblia, Versión Estándar Revisada, Salmos 46:10