Consejos de los maestros en tiempos de conmoción

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Consejos de los maestros en tiempos de conmoción

La humanidad se ha enfrentado a catástrofes, tanto naturales como causadas por el hombre, desde que existe vida sobre la tierra, que, según nos recuerdan los santos, nunca ha sido ni será un paraíso. En cada momento de dolor profundo y angustia – ya sea un terremoto, una inundación, una guerra, o una enfermedad – el maestro de ese tiempo nos ha proporcionado consuelo, tranquilidad y guía amorosa. Nos ha recordado el amor del Señor por nosotros, su presencia constante en nuestro interior, y la importancia de realizar nuestra meditación para poder contactarle allí, y que podamos escaparnos del “océano de temor” y regresar a nuestro hogar verdadero. El maestro es nuestra estrella polar: nos dirigimos hacia él para buscar consuelo, amor, e inspiración, y él siempre la provee, con una visión espiritual profunda de las obras del Señor, el destino y los ciclos efímeros de este mundo material.

En estos tiempos de inestabilidad extrema y temor, somos afortunados de tener acceso a la literatura de Sant Mat y a otros escritos de los santos, que están repletos hasta rebosar de lúcidos consejos de sabiduría penetrante – tanto mundana como espiritual –, y de su aliento amoroso. Una muestra en las siguientes cartas de los santos del pasado y el presente nos recuerda que no debemos preocuparnos. El maestro es nuestro compañero ahora y para siempre, y, en palabras del Gran Maestro, “Aquel que ha sido conectado con el Verbo no puede extraviarse ni en la catástrofe ni en la paz.”

Joyas espirituales es una compilación de cartas dirigidas a discípulos y buscadores europeos y americanos durante el periodo trascendental entre 1919 y 1948, que estuvo lleno de crímenes atroces contra la humanidad, devastación económica, inestabilidad política, y un temor a la destrucción nuclear. En la carta 72, Hazur Maharaj Sawan Singh nos recuerda que la ley kármica es suprema – únicamente nuestro destino puede dictar el sufrimiento que tenemos que atravesar, y no los acontecimientos de este mundo. Todo lo que se ha creado está sujeto a sufrir cambios y a la decadencia; únicamente nos debe preocupar buscar al maestro en el interior y dirigir todos nuestros esfuerzos y atención hacia la unión con él en el interior – y solo así encontraremos la paz y la seguridad duraderas.

La ley kármica es suprema en los planos material y mental, y nada ocurre espontáneamente, por así decirlo. La ley gobierna estos planos; por esta razón no ocurren acontecimientos fortuitos en ninguna parta, ya sean de dimensiones microscópicas o astronómicas. Tanto en la paz como en los cataclismos o catástrofes, solo sufren los que están destinados a sufrir.

Todo lo que ha sido creado está sujeto al cambio y a la desintegración. Hay disolución de la tierra, de los planetas, del sol y de las estrellas, pero en intervalos demasiados largos para la concepción humana… ¿Quién puede decir cuántas veces se ha repetido esta disolución? Solamente lo sabe Aquel que todo lo crea. Basta con decir, que para los seres humanos que están fuera del centro del ojo, el tiempo, desde que comenzó la creación hasta que vuelva a desaparecer de nuevo, es infinitamente largo.

Por consiguiente, no tenemos que preocuparnos por una nueva guerra o por la bomba atómica; la gente dio rienda suelta a este tipo de conversación, muy generalizada y vaga, durante y al final de la primera Gran Guerra, y también después de inundaciones, terremotos, hambre y plagas. Tenemos que preocuparnos por entrar en el centro del ojo y encontrar la forma radiante del maestro, para que él sea nuestro compañero, en quien podamos confiar aquí y en el más allá. Aquel que ha sido conectado con el Verbo no puede extraviarse, ni en la catástrofe ni en la paz. Tiene un sitio a donde ir, va allí y no se pierde.
Hazur Maharaj Sawan Singh

Maharaj Sardar Bahadur Jagat Singh también nos dice que no necesitamos preocuparnos o inquietarnos por nada, ya que nuestro destino está predeterminado. Escribe en el libro La ciencia del alma (“Un ramillete espiritual”, Número 99): “La vejez, la salud, la pobreza, la riqueza, la enfermedad, las posesiones, la ciencia, el honor, la deshonra y la hora de la muerte; todo se programa mientras el hombre está en el vientre de su madre. Por esa razón, la persona sensata nunca se preocupa ni se enfada o lamenta por nada”.

Hazur Maharaj Charan Singh repite estos temas en la carta 233 de En busca de la luz, otra compilación de extractos de cartas a discípulos y buscadores, escritas entre 1965 y 1971. Durante este periodo política y socialmente tumultuoso de división y agitación política, racial y generacional, Hazur nos recuerda que “este mundo jamás ha sido un paraíso, ni lo será nunca”. Frente a la ley kármica, ¿dónde está la llamada injusticia? Nos aconseja escapar del ciclo de nacimientos y muertes de una vez por todas y seguir el consejo de los santos, quienes “no solamente nos dan la llave para retornar a nuestra verdadera casa de eterna felicidad, sino que además nos ayudan y guían en el viaje de regreso a esta bendita mansión, de la que nunca volveremos a este mundo”. Hazur nos anima a que sigamos con nuestra meditación y que no nos detengamos en las condiciones y acontecimientos mundanos, ya que “todo ocurre como el Señor quiere que ocurra”.

Pareces estar muy perturbado por los acontecimientos políticos de tu país. He de decirte que este mundo jamás ha sido un paraíso, ni lo será nunca. Miramos a los sucesos de este mundo con nuestra limitada vista y por ello encontramos mucha supuesta injusticia. En realidad, cada uno esta pasando su propio karma: recibiendo premio o castigo por sus propias acciones de vidas pasadas o incluso de esta. El Creador nunca recompensa ni castiga a nadie sin motivo. “Como siembres, así recogerás” es la inalterable ley de este universo y nadie puede cambiarla. Con esta ley a la vista, ¿a quién podemos acusar?

Además, ¿cuándo ha sido el mundo un afortunado lugar para vivir? Lee la historia del pasado y verás que esta matanza y destrucción ha sido siempre norma. Incluso en los últimos tiempos pacíficos, ¡cuánto sufrimiento no encontramos en este mundo en forma de enfermedades físicas y mentales, crueldad, asesinatos y otros crímenes! Por estas mismas razones los santos nos exhortan a dejar para siempre este “océano de horror”, y salir del ciclo de nacimientos y muertes. Ellos no solamente nos dan la llave para retornar a nuestra verdadera casa de eterna felicidad, sino que además nos ayudan y guían en el viaje de regreso a esta bendita mansión, de la que nunca volveremos a este mundo.

Todo sucede como el Señor quiere que suceda. Ni una hoja puede moverse sin Su mandato. Ningún puede cambiar el curso de la naturaleza. ¿Cómo, pues, han de poder unos pocos hombres, por muy bienintencionados que sean, contener el empuje de un torrente que avanza con toda su furia? Es mejor dejar esas cosas como están y que sigan su curso natural. Los santos nunca interfieren en las condiciones del mundo, que marchan con arreglo al plan del Creador. Nos aconsejan que nos elevemos por encima de todo esto, para al fin huir de este mundo de furia por medio de la meditación, mientras llevamos una vida normal y cumplimos todos nuestros deberes profanos.

Sigue meditando con amor y fervor y no apegues tu mente a los acontecimientos del mundo deteniéndote en ellos. Eso no serviría de nada además retrasaría tu progreso espiritual si te dejas enredar en ellos, por muy buenas que puedan ser tus intenciones.
Hazur Maharaj Charan Singh

Tras los horribles acontecimientos del 11 de septiembre, 2001, en la ciudad de Nueva York y Washington DC, Baba Ji empatizó con el sangat americano que trataba de sobrellevar el trauma causado por la catástrofe. “Tales acontecimientos catastróficos… nos ponen a prueba hasta los extremos de nuestra humanidad”, escribió. “Exigen que alcancemos los niveles más profundos de fe, confianza y generosidad de espíritu si queremos afrontarlos sin perder el equilibrio”. Seguramente, el mismo consejo se nos aplica durante la pandemia actual del coronavirus. Baba Ji nos insta a que nos ayudemos y apoyemos mutuamente, que tengamos valentía, y a “mostrar fortaleza ante la imprevisibilidad y el miedo”. Baba Ji escribió, únicamente el amor puede llevarnos más allá del terror y el dolor, y añadió que el amor de Dios “es mucho más grande que cualquier cosa que podamos ver”.

Después del aterrador terremoto y tsunami en Japón en la primavera del 2011, Baba Ji empatizó de nuevo con aquellos afectados, y alabó la humanidad mostrada por el pueblo japonés en su ofrecimiento de apoyo y consuelo mutuo. Nos recordó el propósito verdadero de la vida: “Recuperar nuestro contacto consciente, a través de la meditación, con el Shabad en el interior”. Dijo que es únicamente nuestra meditación la que nos puede ayudar verdaderamente, y nos instó a continuar con nuestra práctica espiritual con un compromiso renovado.

Radha Soami! Todos aquí en Dera y en todo el mundo somos conscientes de la tragedia ocurrida en Japón. La destrucción y miseria en tan gran escala es inimaginable. Nuestros corazones están con todos los afectados. Hay que reconocer el mérito del pueblo japonés que han afrontado esta tragedia con gracia y dignidad. Incluso ante la pérdida personal han dado consuelo y ayuda a los demás, sin perder su sentido de la humanidad. Su comportamiento ejemplar es un ejemplo a seguir para todos nosotros. Espero que nuestro sangat de Japón no se haya visto afectado de manera adversa por estos acontecimientos. Le oramos al Señor para que lo peor haya pasado y que la vida de muchas personas regrese rápidamente a tener cierta semejanza a la normalidad. Nuestra vida en este mundo es corta e incierta. Debemos de permanecer siempre en alerta y mantenernos centrados en el propósito verdadero de nuestra vida; recuperar nuestro contacto consciente, a través de nuestra meditación, con el Shabd en el interior. Con nuestros esfuerzos en la meditación, y con Su amor y misericordia, podemos asegurar nuestra transición de este mundo de dolor y sufrimiento hacia la eternidad de dicha y felicidad. Nunca se debe perder la fe en el amor y la compasión del Señor. Es solo nuestra meditación la que nos ayudará verdaderamente, nada más proporciona un beneficio duradero. Ante los acontecimientos recientes, por favor seguid con vuestra práctica espiritual con un sentido renovado de propósito y compromiso.

Con amor y afecto,
Les saluda atentamente,
G.S. Dhillon

Por último, los maestros nos proporcionan consejos tanto prácticos como espirituales, coherentes con la insistencia de Sant Mat sobre el cumplimiento de las leyes de nuestros países respectivos, y de ser tanto buenos ciudadanos como seres humanos. La carta compasiva de Baba Ji dirigida al sangat global (véase abajo) no solo asume la responsabilidad de hacer lo correcto cancelando temporalmente los satsangs, sino que también nos insta a mostrar moderación, apoyo y sensibilidad en nuestro comportamiento ante el desempeño de nuestras responsabilidades sociales.

Radha Soami Ji
Estamos muy tristes al no poder ver a nuestros queridos hermanos y hermanas en Dera durante esta sesión. Si bien apreciamos el amor del sangat y su deseo de visitar Dera, teniendo en cuenta la situación actual y la preocupación por la salud, se ha decidido cancelar todos los Satsangs en los meses de marzo y abril. Necesitamos apoyar a todos nuestros hermanos y hermanas en este momento crucial, y mostrar nuestro apoyo y sensibilidad cumpliendo con nuestras responsabilidades sociales. Por lo tanto, todos deben respetar y seguir fielmente las instrucciones de permanecer donde residen. Tengan sumo cuidado en todo lo referente a su salud y eviten cualquier viaje que no sea absolutamente necesario.

Tratamos de buscar humildemente su cooperación.
Saludos cordiales,
G.S. Dhillon

Somos afortunados de tener la guía compasiva de un maestro verdadero en esta fase espantosa de nuestra breve estancia aquí en la tierra. Tomemos en consideración su consejo y dirijámonos hacia la presencia divina en nuestro interior, mientras nos brindamos consuelo, amabilidad y apoyo mutuo. Como dijo el Gran Maestro, “Aquel que ha sido conectado con el Verbo… tiene un sitio a donde ir, va allí y no se pierde”.