La respuesta de Dera ante la pandemia del coronavirus
En momentos en los que el mundo entero se ve atenazado por la terrible pandemia del coronavirus, y mientras el temor y la ansiedad fluyen por toda la humanidad, es normal que la gente busque un liderazgo efectivo y compasivo para proporcionarles esperanza, y una manera de actuar práctica que les guíe en este “océano de miedo y horror”.
En febrero de 2020, para poder mitigar la propagación del coronavirus, Baba Ji canceló los programas de satsang fijados en la India, incluidos los satsangs de marzo en Dera. Él regresó a Dera y bajo su guía, Dera cerró sistemáticamente todos los departamentos y actividades no esenciales. Hacia finales de marzo, solo siguieron operativos los servicios y actividades esenciales.
Durante un tiempo, los satsang se celebraron en el Mand pandal, pero los asistentes se sentaban a un metro de distancia unos de otros. Durante la semana, de vez en cuando, Baba Ji venía para el darshan, pero no durante los fines de semana ya que esto habría atraído a grandes multitudes. Se les pidió a aquellos que viven fuera de Dera que no viniesen, y a los que venían se les realizaba un control médico en las puertas antes de entrar.
A mediados de marzo, el gobierno de la India estableció una política nacional de 21 días de confinamiento y de quedarse en casa. Para casi todos, las puertas de Dera se cerraron. Se les solicitó a los residentes de Dera que no saliesen de Dera. Se les pidió a los familiares que residen en otras ciudades que no viniesen, en un esfuerzo por controlar la posible propagación de las infecciones. A los niños dependientes en edad escolar, residentes en internados fuera del Dera, se les permitió volver y quedarse con sus padres, pero se les pidió respetar una cuarentena en sus casas a su llegada.
Mucha gente no se da cuenta de que la mayoría del seva realizado en Dera se lleva a cabo por los sevadares jatha , que son sevadares temporales, que acuden desde Punyab y otros lugares de la India durante periodos fijos, que generalmente duran de una semana a un mes. Son la columna vertebral que mantiene todos los servicios del Dera en funcionamiento. Este confinamiento obligatorio haría que el flujo de estos sevadares se interrumpa y consecuentemente ocasionaría una carga tremenda sobre los sevadares residentes de Dera. Por tanto, justo antes de entrar en efecto el confinamiento, se les preguntó a los sevadares jatha si podían comprometerse a quedarse en Dera durante un mes para realizar el seva. De esta manera, no tendrían que estar yendo y viniendo, se quedarían en los alojamientos de Dera, y se les proporcionaría también comida y otras necesidades. Muchos decidieron quedarse, y así es como Dera sigue pudiendo proporcionar los servicios necesarios.
En vista del problema del coronavirus, el maestro tomó la decisión sin precedentes de suspender los satsangs diarios matutinos celebrados en el pandal. Como la gente no podía entrar y salir de Dera, y los que estaban en Dera tenían que mantener una distancia de seguridad respecto a los demás, se remplazó el satsang en el pandal por un satsang retransmitido por la red interna de TV por cable de Dera. Se cantan shabads (himnos) durante 15 minutos, y le sigue un satsang en punyabí, impartido por uno de los oradores kartas habituales. Así en la comodidad y seguridad de sus propios hogares, los residentes de Dera tienen ahora satsang todas las mañanas a través de su televisor.
Ciertos sevas se han restringido debido al número limitado de sevadares y al tamaño reducido del sangat total en Dera. El servicio de comida emplea muchos sevadares. Debido a la reducción del sangat, algunos puntos de comida se han cerrado y unificado. Se les anima a los residentes de Dera a que cocinen en casa. El bhojan bhandar sigue abierto para aquellos que no pueden preparar su propia comida. Los departamentos y actividades de Dera no esenciales tales como la restauración de libros, archivos, BAV (departamento de libros, audios y vídeos) y otros departamentos se han visto reducidos. Se les ha indicado a los departamentos que funcionen con una plantilla mínima, solicitándoles que les permitan a los sevadares de los que puedan prescindir, que puedan ser aprovechados en otros departamentos.
A medida que entró en vigor el confinamiento nacional, las noticias provenientes de toda la India mostraron las consecuencias devastadoras que el encierro había tenido sobre los trabajadores de fábricas, obreros y asalariados. Al tener que sobrevivir diariamente en una situación precaria, la falta de trabajo implicó no tener dinero para comprar comida. Esto afectó también a muchos pueblos cercanos a Dera, donde residen muchos jornaleros.
Baba Ji movilizó rápidamente a los sevadares de Dera para que preparasen paquetes de comida para repartirlos a los pueblos cercanos. A todos los que no estaban muy ocupados en sus departamentos, se les pidió que ayudaran a preparar los paquetes de comida. Es como en tiempos de guerra. Bajo la dirección de Baba Ji, los sevadares se reúnen todos los días por turnos para preparar los paquetes de comida, comenzando a las 3:00 de la mañana. Antes de entrar en la sala donde se preparan los paquetes de comida, se les toma la temperatura y se les higienizan las manos. Se presta una atención estricta a la salud y la seguridad de los sevadares que preparan la comida, así como a la higiene de la misma. Aquellos que preparan la comida se ponen gorras o pañuelos para cubrirse el pelo; se les proporcionan mascarillas y guantes desechables para garantizar las condiciones de trabajo higiénicas. Se lavan o desinfectan las manos con frecuencia. A las mujeres se les pide que se corten las uñas, que no lleven esmalte sobre ellas, henna o anillos en las manos. Los sevadares preparan tres comidas diarias para repartirlas a las 06:00 h, a las 12:00 h, y a las 18:00 h. Algunos sevadares comienzan temprano por la mañana para ayudar antes del satsang o antes de acudir a sus tareas rutinarias. Es una actividad que abarca casi las 24 horas del día.
La preparación de la comida empaquetada es un proceso en dos partes. Lo primero es la elaboración de los roti multigrano (un tipo de pan de trigo), la mayoría de los cuales se preparan empleando un sistema mecanizado que extiende la masa y la corta en círculos. También hay un equipo que prepara los rotis con un rodillo a mano. Se pueden producir 25 000 rotis cada hora. A continuación se fríen los rotis, para convertirlos en puris tradicionales. Se prepara un encurtido de limón para servirlos con los puris. Alternativamente, se preparan comidas con arroz. Cada paquete proporciona un alimento sustancioso y nutritivo.
A continuación, comienza el empaquetado. Los sevadares forman una línea de montaje improvisada, sentados sobre taburetes bajos formando filas largas en mesas de acero inoxidable. Un equipo coge las bolsas de plástico, las abre y les dobla la parte superior para que los que empaquetan tengan un acceso rápido y fácil a ellas. Se incluyen tres puris y encurtido de limón en cada bolsa. Las bolsas completadas se entregan a otros sevadares que las precintan.
Incluso los alumnos de la Escuela Pathseekers están involucrados. Algunos de ellos ayudan en la preparación de los rotis con una gran concentración y determinación. Otros ayudan a empaquetar las comidas en las cajas para el reparto a los pueblos. Es maravilloso ver a estos jóvenes y fuertes adolescentes, que de otra manera estarían ocupados con el deporte u otras actividades, trabajando con tanto tesón en la obra del maestro. Después de haber empaquetado la comida en cajas, estas se llevan en un camión hasta la puerta principal de Dera. Para asegurar que haya una cuarentena efectiva dentro de Dera, los representantes de los pueblos recogen la comida en la puerta, colocándola en sus propios vehículos para distribuirla en sus pueblos.
Baba Ji ha estado visitando la zona de seva todos los días, recorriendo toda la instalación de Dera así como las otras zonas de Punyab, Jammu & Kashmir, y Haryana, para ver que el trabajo se esté llevando a cabo correctamente y para darle darshan a los sevadares. Los sevadares esperan con gran entusiasmo sus visitas, alentados a proseguir con sus trabajos, incluso más felices en ese ambiente sobrecargado. Baba Ji expresó, en privado, su complacencia con la generosidad sin límites, el amor y la alegría de los sevadares al ayudar a sus hermanos y hermanas. Dijo:
No he visto tanto amor de los sevadares; son tan felices realizando el seva y siendo parte de la gran cadena de ayuda a la humanidad. No hay ningún departamento que carezca de voluntarios. Todos vienen voluntariamente: amas de casa, profesores, ingenieros, todos se han unido para preparar los almuerzos que se envían fuera.
¿Cómo es que Dera tiene comida suficiente para realizar este esfuerzo en una época donde se ha recortado el transporte y el reparto en toda la India? Baba Ji dijo que Dera siempre tiene suficiente stock para abastecer durante dos de las tres semanas de cada periodo de satsang. Hay suficiente comida debido a la cancelación de los satsangs en Dera en los meses de febrero y marzo. Actualmente, se preparan más de 100 000 paquetes de comida a diario.
En la India, millones de personas viajan de sus casas a las ciudades donde hay disponibilidad de trabajo. Ahora, con el casi total confinamiento nacional, están cerradas las fábricas y los negocios. Se han cancelado los trenes y los autobuses, y la situación en toda la India se ha vuelto terrible. La enorme fuerza laboral inmigrante de la India se ve obligada a dejar las ciudades y regresar a sus casas a pie. Tienen poco o nada de dinero, y no pueden conseguir alimentos, medicamentos o agua para realizar su viaje. Hay vídeos con reportajes y noticias sobre las innumerables personas que caminan cientos de kilómetros para llegar a sus hogares lejanos.
Baba Ji les ha indicado a los sevadares de los centros de satsang en toda la India que prepararen comida empaquetada y ofrezcan refugio a estos trabajadores inmigrantes que emprenden sus viajes a pie de regreso a sus casas. Solo en el estado de Haryana, a 31 de marzo, se han alojado y alimentado a más de 16 000 trabajadores inmigrantes en las instalaciones de Radha Soami Satsang. En Yamunanagar, una gran cuidad en Haryanana, se traslada a las personas en autobuses hasta los centros de satsang, en coordinación con la policía local y con los funcionarios administrativos, donde permanecerán dos semanas hasta recibir nuevas órdenes del gobierno. Las personas que llegan a estos lugares están siendo examinadas por un equipo de médicos.
Un vídeo de un canal de noticias de televisión de Delhi mostró la gran operación de los sevadares del langar que preparan comida empaquetada para estos trabajadores inmigrantes en el centro de Chattarpur. Se les da comida sustanciosa que puede consistir en arroz, puri, encurtido, patatas, verduras, o un curry de garbanzos. El reportero de las noticias comentaba sobre la higiene de la cocina, la limpieza frecuente y el hecho de que los sevadares llevaban máscaras.
Baba Ji ha autorizado el envío de 80 millones de rupias (aproximadamente 1 millón de dólares) a los Fondos de Ayuda del Jefe de Estado, así como al Fondo de Ayuda del Primer Ministro. Hasta ahora, se han entregado veinte millones de rupias al Fondo de Ayuda del Primer Ministro y diez millones de rupias a cada uno de los Jefes de Estado de Punyab, Haryana, Himachal Pradesh, Delhi, y Rajastán. La misma cantidad de diez millones se le ha donado también al vicegobernador de Jammu y Kashmir.
Se les ha ofrecido a los gobiernos locales las instalaciones de RSSB de toda la India para ayudar en los esfuerzos de preparación de comidas. En la actualidad, la distribución de comida se realiza de manera regular en más de 50 centros en muchos de los distritos de Punyab y Haryana, así como en Uttarkhand, Jammu y Kashmir, y en otros estados. Baba Ji dijo que, si fuese necesario, algunos centros tienen cobertizos lo suficientemente grandes para crear salas de aislamiento. En estos casos, también serían atendidos y alimentados los pacientes. A 31 de marzo de 2020, se han servido diariamente aproximadamente 560 000 paquetes de comida a través de los centros de satsang en todo el país. En una entrevista televisada con el Primer Ministro Modi, el 31 de marzo, Baba Ji le ofreció el pleno apoyo de Radha Soami Satsang Beas para todas y cada una de las necesidades de la población india, incluido refugio y alimentación.
Baba Ji les ha dado a los residentes de Dera y a los satsanguis de toda la India una forma de canalizar su amor por el maestro a través de una ayuda práctica a sus hermanos y hermanas que atraviesan estos momentos difíciles. A través de su amor, compasión y guía práctica, el maestro puede transformar una situación extrema en una experiencia transformadora de amor, gratitud y realización personal. Como dijo Hazur Maharaj Ji en una ocasión:
“La mayor recompensa en el seva es la satisfacción y felicidad que sientes en tu interior al tener una oportunidad de servir a alguien”.