Negación y aceptación
Los santos nos dicen que aceptamos lo que deberíamos rechazar, y rechazamos lo que deberíamos aceptar. En 1964, Hazur Maharaj Charan Singh dijo en un satsang:
Si consideramos que nuestra estancia en este mundo es permanente… solo nos engañamos a nosotros mismos. …Mientras estamos vivos debemos acumular aquello que es nuestro aquí y seguirá siéndolo en el más allá. Esta riqueza es la devoción al Nam: conectar las corrientes de la mente y el alma a la corriente audible de la vida, la Palabra o el Logos. Si no lo hacemos, volveremos a entrar en el oscuro calabozo del mundo, donde no sabemos qué sufrimientos y privaciones nos esperarán. Nuestra descomunal ignorancia de la realidad nos mantiene encadenados eternamente a la rueda de la trasmigración1.
Esta cita resume muchas de las enseñanzas básicas de los santos a lo largo del tiempo. En primer lugar, Hazur nos dice que este mundo no es nuestro hogar verdadero; no es permanente. Todo lo que vemos, todo lo que poseemos, nuestro estatus, nuestra posición social, y nuestra casta, desaparecerán. Hazur se refiere a nuestra comprensión de la realidad como “nuestra descomunal ignorancia”. No nos dice que estemos un poco equivocados; nos dice que ¡no tenemos ni idea de lo que realmente pasa en la vida!
En segundo lugar, Hazur nos indica que “mientras estemos vivos” debemos acumular aquello que nos acompañará al más allá. Los santos de todos los tiempos nos han dicho que la forma humana es un regalo excepcional, y que solo en la forma humana podemos lograr la realización de Dios.
Y tercero, nos dice que la riqueza que debemos buscar es la devoción al Nam: la práctica de la meditación que nos ofrece un maestro perfecto vivo en el momento de la iniciación. Es una práctica que consiste en sentarse a meditar y repetir cinco nombres sagrados, a lo cual se le llama simran, y luego escuchar el Shabad, también conocido como el Verbo o Logos en la Biblia. Mediante esta práctica nos conectamos con la corriente audible de la vida y comenzamos nuestro viaje a casa.
Finalmente, Hazur nos recuerda las leyes del karma y la reencarnación. Si no utilizamos este nacimiento humano para conseguir la realización de Dios, “tendremos que volver a entrar en el oscuro calabozo, donde no sabemos qué sufrimientos y privaciones nos esperarán”.
Hazur dice que nos engañamos a nosotros mismos. Otra forma de decirlo es que nos negamos a nosotros mismos. Así que examinemos algunas de las muchas formas en que nos negamos. Negamos la idea de que nuestro tiempo en esta tierra es limitado. Sabemos que todas las personas de nuestras vidas pueden clasificarse en dos categorías:
- aquellas a quienes abandonaremos en el momento de la muerte y,
- aquellas que nos abandonarán a nosotros cuando mueran.
Sin embargo, nos sorprendemos mucho cuando muere alguien. Y muchos de nosotros nos sorprendemos cuando vemos que de repente ya somos “personas mayores”, y nuestro tiempo se acaba. Hazur nos recuerda en otro punto de este satsang:
No debemos dejar la práctica espiritual para mañana, porque el mañana nunca llega. Ese es otro nombre de Kal… nadie sabe cuándo el águila de la muerte se abalanzará sobre su presa2.
Ya que negamos la naturaleza de este mundo, Hazur también nos anima a:
…que seamos conscientes de que este plano terrestre es un sueño. Solo entonces dejaremos de correr tras el espejismo en el que el agua de la Verdad se aleja constantemente de nosotros3.
¿Qué es este “espejismo” en el que el agua de la Verdad se aleja ante nuestros ojos? Investigaciones recientes relacionadas con las redes sociales revelaron que alrededor del 50 % de todas las noticias encontradas en las redes son muy exageradas, engañosas o completamente falsas. La gente se molesta y reacciona de una forma u otra basándose en información errónea. Así es como actuamos todos los días en este mundo: en nuestras vidas, en nuestro trabajo, e incluso en el seva. Vivimos en falsas realidades creadas dentro de falsas realidades. Nos enfadamos: nos irritamos por cosas que no han ocurrido y vivimos con miedo a lo que la gente nos dice que ocurrirá en el futuro. Permitimos que estas cosas alteren nuestro equilibrio, nuestra paz mental. Rumiamos sobre estas cosas durante nuestra meditación. Como si este mundo no fuera suficientemente ilusorio, creamos mundos en internet donde buscamos los “me gusta” y “seguidores”. Internet y las redes sociales se han convertido en abono para las malas hierbas que crecen en nuestras mentes. ¿Cómo podemos encontrar la verdad en este mundo cuando Hazur describe nuestra comprensión de la realidad como “ignorancia descomunal”?
Incluso nos encontramos con que negamos nuestros progresos y esfuerzos en este sendero. Como discípulos nos desanimamos por nuestro progreso y nuestra práctica espiritual. Negamos nuestra capacidad para tener éxito. Negamos nuestra capacidad para vivir la vida de discípulo. Negamos que sea posible encontrar una manera de meditar 2 horas y media cada día.
Afortunadamente para nosotros, el maestro también está en un estado de negación, pero es un estado de “negación positiva”:
- Niega nuestra naturaleza exterior y nuestros fracasos,
- es el único en esta tierra que ve en qué nos convertiremos: lo que realmente somos,
- nos conoce mucho mejor que nosotros mismos,
- niega que no podamos hacerlo, y nos dice que sí podemos,
- niega que no podamos meditar.
Recientemente, Baba Ji también habló en un satsang sobre la lamentable situación en la que nos encontramos, desde un punto de vista espiritual. Parafraseando, dijo que estamos atrapados en actividades mundanas y estamos saturados de lujuria, ira, codicia, apego y orgullo. Pero también dijo algo muy interesante, que no es culpa nuestra. Señaló que nuestra situación actual puede deberse a los karmas de nuestras vidas pasadas. Luego nos dijo que los maestros vienen a liberarnos de esta situación, a salvarnos y curarnos. El Gran Maestro Sawan Singh dice:
El maestro perfecto o satgurú es el médico verdadero, pues tiene la hierba dadora de vida del Nombre o Shabad4.
Y Hazur responde a una pregunta en Spiritual Perspectives del siguiente modo:
No es esencial que solo las personas buenas se conviertan en satsanguis. ¿Quién va al médico? ¿Una persona sana o una persona enferma?5.
Quizá Sant Mat sea un hospital para traumas de espiritualidad, pero el médico no se centrará en cómo hemos llegado hasta allí. Sabe que seguramente hicimos algo estúpido. Se centrará en nuestra curación, y también insistirá en que hagamos nuestra parte. Nos enseñará a evitar las cosas que nos hacen enfermar y a hacer solo las que nos mantienen sanos.
Hazur habla sobre cómo nos ayudamos o perjudicamos a nosotros mismos cuando dice:
Cuando sabe lo indefensos que estamos, lo víctimas que somos de nuestra mente, que a cada paso nos llenamos de fracasos, eso no supone nada nuevo para él que desconozca de nosotros; ya nos conoce. …Así que la cuestión de desagradar al maestro no se plantea en absoluto, pero definitivamente podemos complacerlo viviendo el modo de vida de Sant Mat, atendiendo a nuestra meditación6.
Así que hemos hablado de la negación que ayuda a que se cree nuestra difícil situación. Ahora hablemos de la aceptación. El maestro acepta al discípulo incondicionalmente, y nosotros también tenemos que aceptar al maestro incondicionalmente. En la cita anterior, Hazur nos dice que, si no seguimos las enseñanzas, si no vivimos el modo de vida de Sant Mat, si no meditamos, no lo estamos negando a él sino a nosotros mismos. Nos estamos negando a nosotros mismos la medicina para todos nuestros males. ¡No le aceptamos! Así pues, si caemos en la negación y no seguimos las instrucciones del maestro, es a nosotros mismos a quienes disgustamos. Nos perjudicamos a nosotros mismos; retrasamos nuestro progreso y generamos karma.
Sin embargo, debemos ser cuidadosos con la idea de que nuestra situación no es culpa nuestra. Puede ser una especie de trampa. No debemos aceptar la idea de que es nuestro destino hacer estas cosas o que no podemos ayudarnos a nosotros mismos, y que por eso estamos a salvo. No podemos decir que meditaremos si él quiere que lo hagamos.
Los santos nos dicen que, aunque no seamos responsables de nuestra situación actual, cuando nos iniciamos ya no hay más excusas. Se nos dan las herramientas para superar la difícil situación de nuestra alma, y debemos elegir usar esas herramientas. Debemos elegir seguir las enseñanzas e instrucciones del maestro. Ya no podemos alegar ignorancia.
En resumen, debemos sustituir la negación por la aceptación, del siguiente modo:
- Aceptar es seguir los votos de ser vegetariano, abstenerse de tomar drogas y alcohol, y llevar una vida pura y moral.
- Aceptar es dedicarle nuestro tiempo a la meditación.
- Aceptar significa aceptar su amor, y a cambio, retirar el amor que tenemos por el mundo y reenfocarlo en él.
- Tenemos que aceptar al maestro y negar al mundo.
Él nos ha aceptado, y es a través de nuestras acciones –y no de nuestras palabras– como nosotros lo aceptamos a él. Este es el verdadero camino para convertirse en un amante de Dios. Generalmente se nos dice que debemos temer a Dios. Se nos dice que no debemos provocar la ira del Señor. Se nos dice que si hacemos esto o aquello, Dios se enfadará. ¿Pero por qué intentamos imponerle atributos humanos al Señor? Al hacerlo, intentamos bajarlo a nuestro nivel y atribuirle comportamientos mundanos.
De forma muy significativa, Hazur nos dice:
La base de la religión es el amor, no el miedo; al menos así debería ser7.
El sendero de Sant Mat trata sobre el amor a Dios, no sobre el temor a Dios. Se trata de amar al maestro y de ser amado por el maestro, incondicionalmente. ¿Por qué temer al Señor que nos está llamando para que volvamos a casa, y conoce nuestra situación y privaciones? ¿Por qué temer al maestro que ha sido enviado por el Señor para liberarnos de esta prisión y llevarnos a casa? ¿Por qué temer al maestro que solo se preocupa por nuestros intereses? Si debemos temer a algo, debemos temer a la mente. Hazur dice:
¿Qué te asusta del maestro? En realidad, siempre nos asusta nuestro propio yo. Tenemos miedo de nuestras propias debilidades, de nuestras limitaciones, y eso se convierte en un obstáculo entre nosotros y el maestro. No hay nada que temer del maestro. Viene a crear amor, a fortalecer el amor, a ayudarlo a crecer y a fundir al discípulo en sí mismo. ...Él nos conoce. Todos somos almas en lucha, llenas de debilidades. ¿Qué hay que juzgar?8.
Es interesante que Hazur nos diga que el temor a nuestras debilidades “se convierte en un obstáculo” entre el maestro y nosotros. A veces sentimos que no podemos enfrentarnos a él. Baba Ji nos lo recordó recientemente, diciendo que la autocompasión es nuestra peor indulgencia. En lugar de que nos digamos a nosotros mismos: “Soy tan horroroso, tan infeliz”, lo cual es negar nuestro verdadero ser, quiere que nos digamos: “Esto es lo que puedo llegar a ser”.
La aceptación del maestro es tal que Hazur dice:
Viene a crear amor, a fortalecer el amor, a ayudarlo a crecer y a fundir al discípulo en sí mismo9.
¿Cómo podemos mostrar una aceptación mayor que esa? Solo por repetirlo, aceptamos al maestro:
- viviendo el modo de vida de Sant Mat,
- aprovechando cualquier oportunidad de hacer seva, y
- lo más importante, atendiendo a nuestra meditación.
No hay mejor manera de negar este mundo y aceptar al maestro que sentarse a meditar. El Gran Maestro dice:
Siempre que tengamos el deseo de expresar nuestro amor por alguien, debemos tratar de descubrir qué clase de amor preferiría el amado. Debemos entonces cultivar en nosotros aquellas cualidades o acciones por las que el amado se alegra, y debemos hablar siempre solo de esas cosas, porque al escucharlas se sentirá naturalmente atraído. …Cuando puedas desarrollar las cualidades que le gustan al amado y él esté satisfecho con que las hayas desarrollado, entonces automáticamente te concederá su amor10.
Ante todo, sabemos que la meditación es el amor que más le gusta al amado. Pero pensemos en otras cualidades que el maestro ama. Él es el ejemplo vivo de muchas buenas cualidades, así que recordemos que la imitación es la forma más sincera de halagar. ¿Podemos absorber las siguientes cualidades mediante la imitación?
- ¿Podemos ver lo mejor de los demás?
- ¿Podemos ser amables con todos?
- ¿Podemos ser pacíficos?
- ¿Podemos vivir una vida sencilla?
Finalmente, hemos hablado de cómo el maestro nos acepta, pero ¿qué pasa con nuestra autoaceptación? A menudo nos decimos a nosotros mismos: “Soy tan malo. Soy un fracaso. Oh, mi meditación no sirve para nada. Durante mi meditación, ¡solo me concentro en todos los malos conductores que hay en el camino, mi suegra y mis inversiones!”.
Pero ¿qué nos ha dicho el maestro últimamente como respuesta a estas preocupaciones?:
- ¿Quién dice que no estamos progresando?
- Que no calculemos.
- Que solo tenemos que dedicarle tiempo,
- y tratar de concentrarnos lo mejor que podamos.
- Que nos esforcemos en mantener el simran funcionando,
- y que dejemos el resto en sus manos.
Hazur nos recuerda:
La perseverancia finalmente dará su fruto. Por razones obvias el progreso tiene que ser lento y en este sendero nunca debemos desanimarnos. La carga que hemos acumulado durante millones de vidas tardará en desaparecer. Y simran y bhajan con amor y devoción lo conseguirán. Un día llegarás a tu casa si das lo mejor de ti mismo11.
Nos dice que perseveremos, y sigamos esforzándonos. Una y otra vez nos dice que no nos preocupemos por los resultados. ¿Cómo sabemos que no estamos progresando? Él acepta todos nuestros esfuerzos con la misma alegría que un padre muestra cuando el niño le hace un pequeño y sencillo regalo. Convierte ese regalo en una pepita de oro. Hazur nos dice que “...llevará tiempo”. Si ahorras un dólar cada día, tendrás suficiente dinero para ir a Dera y sentarte a los pies del maestro dentro de tres o cuatro años. Sin embargo, no sientes que cada día estés más cerca de su presencia. Te sientes como si estuvieras igual de lejos. Entonces, de repente, tienes un billete y en uno o dos días estás allí. Por eso él dice que “...nunca debemos desanimarnos”. Nos recuerda que estamos eliminando la “carga que hemos acumulado durante millones de vidas”.
Terminaremos con un pasaje de Soami Ji:
Movido por una extrema compasión hacia las almas,
Radha Soami explica todos los misterios
y declara:
Almas desafortunadas, escuchadme
y aceptad mi palabra,
Radha Soami puede cambiar vuestra suerte.
Corred a abrazar sus benditos pies
y haced lo que sea preciso para someteros a él.
Una oportunidad como esta no se vuelve a presentar.
Cueste lo que cueste, aprovechadla12.
- Maharaj Charan Singh, Discursos espirituales, Vol.1; “El Shabad es nuestro único amigo verdadero”. RSSB: Beas, 1987, p. 217, 214.
- Ídem, p. 218.
- Ídem, p. 213.
- Maharaj Sawan Singh, Philosophy of the Masters, Vol. V, RSSB: Beas, 2010. p. 191.
- Maharaj Charan Singh, Spiritual Perspectives, Vol. 1, RSSB: Beas, 2010, p. 408.
- Ídem, Vol. 3, p. 15-16.
- Ídem, p. 371.
- Ídem, p. 16-17.
- Ídem, p. 17.
- Maharaj Sawan Singh, Philosophy of the Masters, Vol. II, RSSB: Beas, 2010. p. 162-163.
- Maharaj Charan Singh, En busca de la luz. RSSB: Beas, 1993, carta 178, p. 101.
- Soami Shiv Dayal Singh, Sar Bachan Poesía. RSSB: Beas, 2002, p. 9.