¿Necesitamos un ministro de la soledad?
En enero de 2018, el primer ministro de Reino Unido nombró a un “ministro de la soledad” para abordar las cuestiones sociales y de salud provocadas por el aislamiento social. “Para demasiada gente la soledad es la triste realidad de la vida moderna”, dijo el primer ministro.
¿Qué dice sobre el mundo moderno que un gobierno tuviese la necesidad de ocuparse de la soledad de la población, añadiendo una competencia nueva en el gobierno? ¿Qué legislación promulgarán para ayudar a superar la soledad de las personas?
¿Qué ha ocurrido con la estructura familiar y con nuestra habilidad para apoyarnos los unos a los otros, si hoy precisamos de un gobierno que nos ayude a superar nuestra soledad? ¿Cuál es la causa fundamental de la soledad? Los maestros nos enseñan que la soledad es algo más profundo que no tener a nadie con quien conversar o alguien con quien salir a comer. Ese sentimiento consciente, o incluso inconsciente, de soledad que todos sentimos si buscamos en el interior de nosotros mismos, proviene de nuestra separación de lo divino.
Todos estamos solos, llegamos al mundo solos y nos vamos de aquí solos. Una vez fuimos una parte indiferenciada del océano divino del amor. Ahora únicamente nos percibimos como una gota individual extraída de ese océano divino del amor. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la verdad. Nuestra conexión con lo divino está enterrada bajo el peso de nuestros deseos, acciones y nuestro sentido del yo. No podemos ver más allá de nosotros mismos.
Todo nuestro ser está impregnado del Shabad. El amor divino, la paz y la satisfacción están en nuestro propio núcleo. Pero cuando nos miramos en el espejo vemos a un individuo y automáticamente sentimos que somos entes separados, con nuestras propias necesidades y deseos. Así, al identificarnos con nuestro cuerpo y mente, fortalecemos nuestros sentimientos de soledad y decepción. No vemos a Dios en el espejo, solo nos vemos a nosotros mismos.
Para nuestra propia salud mental y espiritual, tenemos que cambiar nuestra perspectiva. Tenemos que mirar más allá de lo obvio y enfocarnos sobre nuestro potencial. Centrarnos en lo que sabemos que es la verdad, la realidad y lo alcanzable. Tenemos que fortalecer nuestra confianza, la confianza en nosotros mismos y en Baba Ji. Necesitamos recordarnos a nosotros mismos la tremenda fuerza que está disponible para nosotros si únicamente miramos en el interior y aprovechamos el poder ilimitado del Shabad, la forma real del maestro. El verdadero maestro en su forma de Shabad está en nuestro interior, esperando que nos reunamos con él.
Nuestro maestro hará absolutamente todo lo que pueda para conducirnos en esta dirección. Pero tenemos que trabajar con él. Primero, necesitamos proponernos cambiar. En segundo lugar, convertir el simran y bhajan en una prioridad; no de manera ocasional sino de forma rutinaria, a diario. Baba Ji ha dejado claro que él no va a cambiar nuestro destino, pero nos ayudará a superar cualquier obstáculo al que nos enfrentemos, incluidos aquellos levantados por nuestra mente. Si hacemos su trabajo, él nos ayudará con el nuestro. Soami Ji dijo:
Yo mismo te ayudaré a realizar el esfuerzo,
yo mismo te llevaré a tu morada final.
Escucha lo que Radha Soami tiene que decirte:
todo se solucionará…1
No es algo sorprendente que tanta gente se sienta sola. Este mundo no es nuestra verdadera morada ni hay ningún consuelo verdadero y duradero que provenga de aquí. Si a veces nos sentimos poco queridos y solos, esto únicamente apunta hacia la realidad de este mundo y nuestra necesidad de amor verdadero: un amor verdadero tan satisfactorio que solo es posible si desarrollamos una relación interna con el maestro Shabad.
Nada más tiene importancia en nuestra vida. El maestro es nuestro bote salvavidas en esta furiosa tormenta del mundo. Él es nuestro faro, la brillante luz que señala el camino hacia la seguridad en el oscuro mar de separación y soledad. El maestro en su forma de Shabad es constante, siempre está allí para ayudarnos y darnos fuerza y apoyo. El maestro siempre tiene nuestro mejor interés en el corazón. Podemos descansar nuestra cabeza sobre su hombro y expulsar todos los sentimientos de miedo y soledad.
- Soami Ji, Sar Bachan Poesía, bachan 33, shabad 16; p. 172