Una Conclusión Lógica
Puesto que la meta que buscamos solo se puede encontrar en el interior, se deduce que debemos llevar a cabo nuestra búsqueda en esa dirección. Para ir al interior, necesitamos la guía de un maestro verdadero. Como se dijo al principio, un maestro verdadero nos enseña los pasos prácticos necesarios para superar esas ilusiones, que tan profundamente han arraigado en nosotros, y así experimentar la verdad por nosotros mismos. Esa verdad se encuentra oculta en cada ser humano. Hemos recibido el raro privilegio de un nacimiento humano, y con la ayuda de un maestro verdadero podemos buscar esa verdad y encontrarla en nuestro interior. El gran santo medieval Kabir dijo:
Como el aceite está en la semilla de sésamo,
y el fuego en el pedernal,
en tu interior está tu Amado;
despierta y descúbrelo
si puedes.
Como la pupila está en el ojo,
así está el Creador en el cuerpo;
el necio lo ignora
y lo busca fuera.
Aquel a quien has intentado encontrar
en todos los rincones del mundo,
está dentro; no puedes verlo
porque vive tras el velo
de la ilusión14.