Radha Soami Satsang Beas - Mi primera visita
(Traducción de The Tribune, India, 16 de Octubre, 2016) — Un luto en la familia me hizo emprender este viaje afligido a Dera Baba Jaimal Singh en Beas. Era la primera visita que realizaba a este lugar de peregrinación espiritual conocido por millones de Radha Soamis.
Era fácil quedarse impresionado, de hecho abrumado, por la energía pura y la devoción que operaba en Dera. Desde el punto de vista organizativo, es prácticamente una maravilla. Aunque en la India se nos da bien manejar congregaciones de devotos en multitud – especialmente durante las épocas de Kumbh – la organización de Beas se aprecia como única en su clase. La mera idea de organizar y cocinar comida para una concurrencia de medio millón, desafía el entendimiento y debería de tener un curso semestral en una escuela de negocios.
Es un caso clásico de organización social en su mejor faceta.
Durante más de cien años, este ‘satsang’ ha estado cuidando de su rebaño hasta hoy, sin ningún favor obtenido de la autoridad gobernante. Se sustenta por si sola exclusivamente de fuerza de trabajo, fondos y el compromiso voluntario de la congregación. No busca ninguna alineación política ni tampoco ningún favor de ningún pueblo. Su publicación destacable, “Equilibrium of Love”, contiene en la primera hoja la filosofía de Mahatma Gandhi: “La mejor manera de encontrarse a si mismo es perdiéndose en el servicio de los demás.”
Lo poco a lo que llega mi entendimiento, la filosofía de Beas es un régimen sencillo de llevar una vida sencilla y limitaciones deseables. El programa de Sant Mat se reduce a: ningún alimento animal, ninguna bebida alcohólica, esfuerzos hacía una vida pura y moral, y dos horas y media dedicadas diariamente a la meditación.
Nadie puede discutir eso.
Me parece que el orden de Beas busca inducir en sus devotos un sentido de disciplina kármica en estos tiempos donde hay consumismo y una confusión moral desenfrenada. Una vez más, no hay discusión sobre esto.
Más aún, el orden reconoce que no haya divisiones ni distinciones de casta, raza o credo. El orden no solo genera energía espiritual en los devotos, sino que también inculca obviamente una solidaridad, sana y alegre, entre los seguidores. Esto es un capital social de alto valor en cualquier sitio.
Me quedé impactado por el hecho de que Dera fue creado en 1891, diez años después de que Sardar Dyal Singh Mijthia crease “The Tribune”. Desde luego, en esa época, el aire rebosaba integridad y honestidad. Hay una coincidencia destacable en la idea de fideicomiso en el trabajo en estas dos instituciones. Aunque fue en el año 1957 que Radha Soami Satsang Beas fue registrada como una sociedad, se le cita a Maharaj Charan Singh (que fue maestro desde 1951 hasta 1990) hablando de la administración fideicomisa que: “los fondos del fideicomiso son para el sangat, nunca debiendo usarse para las necesidades personales sino siempre para el beneficio y el desarrollo del sangat.”