Trabajo de las ONGs en Ladakh
Es hora de comprobar si estas instituciones realmente están trabajando para la mejora de la humanidad
(Traducción de Greater Kashmir, India, Ene 26, 2011) — Las organizaciones e instituciones no gubernamentales han sido consideradas como la columna vertebral de cualquier democracia y su activismo es el que trabaja a favor de la población y les facilita justicia a todos. Después del diluvio, en agosto del 2010, durante mi desplazamiento como Funcionario Especial, en las actividades de socorro y reconstrucción, me encontré que un único distrito de Leh, que apenas tenía una población 15.000 personas, tenía más de ciento cincuenta organizaciones no gubernamentales – algunas ONGs locales y algunas afiliaciones o “franquicias” de organizaciones mundialmente conocidas. Me sorprendió ver que había una oficina de alguna ONG en cada rincón y en cada esquina; y al mismo tiempo me entusiasmaba poder sacar conclusiones como las de que el desarrollo de Ladakh podía ser producto de este sistema de ONG proactivo. Cuando me fui de Leh, después de haber completado mi cargo, tuve una mezcla de emociones y las experiencias obtenidas en este frente, se quedarán como experiencias de toda una vida, para poder llevarlas a cabo efectivamente y de manera constructiva hacia estas organizaciones e instituciones. No era precisamente el hecho de que de repente un número elevado de ONGs acudieran a Leh ante la tragedia, sino el hecho de que estas organizaciones estaban, supuestamente, trabajando desde muchos años en varios ámbitos que abarcan la protección de menores, potenciación de la mujer, alivio de la pobreza, viviendas de calidad, conservación de la fauna, promoción del turismo, desarrollo de tribus, conservación de arte y cultura, promoción de la educación y etcétera. Es un hecho que Leh hospeda a un par de ONGs mundialmente conocidas y también instituciones que han creado un nicho realmente trabajando y coleccionando una fuente de recursos y base de datos abundante en Leh. También sirven para exhibir la identidad de Ladakhi. Algunas ONGs como SECMOL (Students’ Educational and Cultural Movement of Ladakh), LeDeG (Ladakh Ecological Development Group), “Save the Children Foundation”, entre otros, han estado desempeñado trabajos excelentes en Leh y los resultados demuestran este hecho. Al mismo tiempo hay otras organizaciones, con mucha publicidad y ninguna contribución trascendente, que superan con creces a los que son realmente auténticos, y que no consiguen nada comparado a lo que declaran y con respecto a los recursos que movilizan. En efecto, la cultura ONG de Ladakh ha contribuido en mayor medida en crear conciencia en las personas, elevando su calidad de vida, proporcionándoles facilidades básicas y promocionando la salud, la higiene y la educación. Al mismo tiempo las ONGs que no funcionan son una amenaza hacia los derechos de las personas, las ONGs auténticas trabajan cara a cara y proporcionan publicidad y fondos - las organizaciones que son de otros lugares del país que expanden sus influencias en Leh. Esto también puede suponer una amenaza a la identidad aislada y mantenida de Ladakh a la larga.
La mayoría de las ONGs que están basadas en Leh son organizaciones que constan de pocos miembros y que no tienen un trabajo considerable realizado que cuente a su favor. Siendo optimistas, puede ser interpretado como que estas instituciones han surgido inspirándose de aquellas que tienen realmente una posición de supervivencia de las personas en Leh, han transmitido concienciación y han creado una infraestructura importante también. Pero por ahora, es cierto que más de unas cien ONGs son meramente de nombre – o están en sus fases iniciales. La Reconstrucción posterior a la catástrofe, fue una prueba real de resistencia para tales organizaciones, algunas tuvieron éxito en la prueba de fuego mientras que las otras se vinieron abajo por la presión elevada de las reclamaciones de la reconstrucción propuesta comunicada poco después de las inundaciones repentinas que arruinaron el pueblo de Leh y sus alrededores. En la última categoría pertenecen las ONGs reconocidas a nivel nacional, ya que la mayoría de las ONGs locales no disponían ni de recursos elevados ni de mano de obra, y lo único que podían ofrecer era “coordinación.”
La Cámara de la Industria de la India “The Chamber of Indian Industry (CII)”, socorrió un pueblo Saboo, a 15 kilómetros del pueblo de Leh. Sus metas eran las de conservación y trabajo hecho por excelencia. CII construyó 2 casas y construirá los 11 restantes el verano que viene, además de distribuir material de construcción gratuito a un número elevado de familias. Otra ONG, Samarpan, anunció la construcción de 500 casas para las familias afectadas, pero al final solo construyó 2 en un periodo de 4 meses. No hubo problemas a causa de la insuficiencia con respecto a los objetivos de Samarpan, aunque el dramatismo que causó nos asombró. En el pueblo en ruinas de Choglamsar, una casa modelo de Samarpan estuvo bajo construcción mientras que nosotros levantamos una colonia de 170 casas en un periodo de dos meses. Pidieron ayuda al distrito administrativo, a la policía y también a las fuerzas armadas, pero se quejaron ante el jefe de gobierno por “la falta de ayuda del distrito administrativo” que nos llevó a no depender de Samarpan. Esta ONG llegó por sí sola, a pesar de toda la ayuda recibida de la administración, lo único que hizo es ocultar sus fracasos absolutos entrando en un “juego de culpas.” Más allá, en los medios de comunicación escritos y electrónicos, siguió afirmando la inmensa reconstrucción en Leh además de muchas historias emocionales. Denomino a tales ONGs, “aperturas corporativas” – recaudan recursos y acumulan puntos sin hacer trabajos sustanciales. Aunque la experiencia no es completamente negativa, la mejor era la de Radha Soami Satsang Beas (RSSB). En total construyeron 6 cobertizos comunitarios en las zonas más afectadas y su construcción más moderna hay que verla para poder creerla. Lo único para lo que contactaron con la administración fue para la identificación de aquellos lugares en los que realizar la construcción, y esta tarea la cumplieron en un tiempo record de un mes en todos los lugares. El próximo encuentro con ellos fue cuando una persona sencilla, con una voz suave, un antiguo vice mariscal del ejército del Aire, entró en mi despacho y me agradeció con su humildad, la “oportunidad” que le habíamos brindado para ayudar a las personas, entregándome las llaves. Ningún comentario ante la prensa, ninguna inauguración, ningún cartel o señal de RSSB sobre las edificaciones – fue la primera vez en mi vida en la que vi que una organización realmente contribuyó en la ayuda a los pobres y a los abatidos por las tragedias, sin reivindicar ni una pequeña parte de publicidad. Grandes reclamos y trabajos insignificantes por una parte y un trabajo inmenso en términos reales sin publicidad o manifiesto por otra. Los dos extremos de las ONGs que presenciamos.
En total, 36 ONGs mal contadas, incluyendo algunas locales, se involucraron en la reconstrucción y socorro. Algunos como WWF y “Save the Children Foundation” realizaron un buen trabajo de ayuda. Otros contribuyeron, en total, en unas 25 casas en varias zonas de Leh. Pero la mayoría de las ONGs que presentaron sus reclamos de reconstrucción a través de la prensa, al principio no fueron observadas en ningún sitio o redujeron sus objetivos de construcción de cienes de viviendas a solamente unas cuantas. Surge la pregunta, si solo son algunas las ONGs, locales y no locales, las que están haciendo bien el trabajo en Leh, ¿por qué entonces preocuparse por las que no realizan el trabajo si ya es un fenómeno nacional? La respuesta es un tanto compleja. Se ha convertido en una característica que las ONGs trabajen en zonas como Leh y es por lo que aumentan en números progresivamente. Algunas ONG si cumplen y otras no. Aquellas que no cumplen no son realmente motivo de preocupación para las personas, pero aquellas que sí, dan una fe de construcción para la zona. Las personas tienen esperanza en ellos y en sus obras. Aquí surge el hecho que da pie a las preocupaciones. Una vez que hay un par de buenas ONGs, hace que haya confianza por las ONGs visitantes, que puede resultar en una amenaza hacia la gente local de esta civilización aislada que tiene una cultura y una tradición rica además de tener también una vida muy dura. Abordando sobre esto, una ONG establecida en Jammu, adoptó a 25 niños de la zona afectada de Choglamsar. Se dio a conocer cuando los padres acudieron a nuestros despachos pidiendo certificados de que pertenecen a familias de la zona afectada. Cuando se preguntó nos dijeron que los niños ya se habían llevado a Jammu por la ONG y estaban acogidos en hostales, y registrados en uno de los internados más conocidos. Llamé a algunos amigos en Jammu para confirmar este hecho, y los comentarios fueron decepcionantes, ya que los niños se habían entregado para que trabajen en hogares y estudien, y no alojados en hostales ni en internados, y la organización estaba involucrada en actividades de conversión. Sorprendido por este hecho, llevé este tema al Magistrado del distrito de Jammu, quien después de haber indagado, encontró a los niños en ruinas y descubrió unos antecedentes criminales de la organización; posteriormente, la policía detuvo a los cargos relevantes y rescató a los niños. Paradójicamente, en Leh nadie se creyó nuestro argumento y en su lugar estuvieron satisfechos con las dificultades de los niños. Este fue el quebranto de fe que fue percibido cuando se mostraron las imágenes del rescate en un canal de noticias de la televisión. Los niños se trajeron de vuelta y se les pidió la Dirección de la Autoridad de Desastres Nacionales que proporcionasen un edificio de hostales para ellos en Leh, que se organizó en dos semanas. También se buscó el apoyo de distintas instituciones y ONGs con credibilidad para la educación de los niños.
A las ONGs se denominan como activistas, a favor de las personas, pre desarrollo, orientados al desarrollo, a la participación y etc. Y lo son, en muchos de los casos. Pero la mayoría con las que me crucé en Leh fueron de otra manera. Por lo que se urge que se controlen a las crecientes ONGs falsas. Más aun, debería de haber algún mecanismo regulatorio, un código auto regulatorio entre las amalgamas de las ONGs que trabajan en una zona. Las ONGs que llevan al engaño deben de ser escaneadas para asegurar la credibilidad de las auténticas y que no se les cuestione innecesariamente. Si no se les pone en su lugar, las actuales se van a convertir en malas con el paso del tiempo. La responsabilidad recae sobre unos y sobre todos, los funcionarios del gobierno, las ONGs mismas y esencialmente sobre todas las personas.