4 El origen del amor y la devoción
Si no fuera por Su gracia, nunca pensaríamos que estamos separados de Él, ni tendríamos deseos de regresar al Hogar. Si no fuera por Su gracia, tampoco conoceríamos al Maestro ni seguiríamos el Sendero.
Maharaj Charan Singh
Nuestras acciones positivas a través de muchas vidas y la gracia del Shabad nos trajeron hasta la presencia del Maestro viviente. Desde el momento de nuestro nacimiento, el Maestro ha estado con nosotros. Él es nuestro verdadero amigo. Siempre que hemos estado tristes o acongojados, en los peores momentos de nuestra vida, el Maestro ha estado ahí, con nosotros, esperando silenciosa y pacientemente a que despertemos de la ilusión en la que vivimos.
El Maestro no solo guía y ayuda durante la vida del discípulo, sino que permanece con él, incluso en el momento de su muerte y también después de ella.
Maharaj Charan Singh
El Maestro viviente es nuestra conexión con la verdad. Sin embargo, Baba Ji nos dice que es importante que preguntemos e investiguemos sobre todos los aspectos de las enseñanzas. Él nos señala frecuentemente la necesidad de que primero nos identifiquemos con las enseñanzas y que las encontremos lógicas y verdaderas, pues de otra manera no podremos hacer justicia a las enseñanzas ni al Maestro. Aclarar nuestras dudas nos dará la suficiente confianza y seguridad de que estamos en el camino correcto, con el Maestro adecuado. Esta confianza nos ayudará a permanecer constantes en nuestra meditación, y esa constancia, a su vez, nos proporcionará el equilibrio y la ecuanimidad que apoyarán nuestro crecimiento espiritual.
Nos toca a nosotros sacar fuerzas de nuestro interior para encontrar la tenacidad y el aguante para seguir las enseñanzas del Maestro hasta el final. Tengamos en cuenta que lo que importa es la verdad de las enseñanzas del Maestro, y no su personalidad. Es importante que no nos ceguemos por su apariencia y perdamos de vista el hecho de que el verdadero Maestro es el Shabad.
Nuestro verdadero Maestro es el Verbo, el Logos, el Shabad, el Nam, la corriente audible de la vida o cualquier otro nombre que quieras usar. El Maestro es ese Poder manifiesto en forma humana.
Maharaj Charan Singh
Puesto que el Maestro es la manifestación humana del Shabad, y como también nosotros somos parte del Shabad, cuando conocemos la forma física del Maestro se nos hace muy familiar. Podemos llegar a sentir que lo conocemos desde siempre o que ya lo habíamos conocido antes. En realidad, a un nivel espiritual profundo, él es nosotros. ¿Quién podría estar más íntimamente relacionado con nosotros? Él es nuestro verdadero Ser. La única diferencia es que el Maestro físico es consciente de que su verdadera esencia es la del Shabad, mientras que nosotros ignoramos esta verdad. Con la práctica constante de la meditación, las capas de ilusiones e ideas equivocadas que nublan nuestra percepción comienzan a disolverse, y comenzamos a ver que el Maestro externo y el interno son uno y lo mismo.
El que me ha visto a mí, ha visto a mi Padre.
Juan 14,9
A medida que nos vamos haciendo conscientes de la conexión que existe entre la identidad del Maestro y la del discípulo, comienza a nacer en nosotros una indescriptible gratitud, alegría y devoción. A través de la intensificación de nuestra práctica de meditación, este sentimiento de devoción va creciendo hasta que profundizamos lo suficiente como para darnos cuenta de que el Shabad, el Maestro y el discípulo son uno y lo mismo.
En mi interior el Padre se ha revelado a sí mismo;
El Padre y el hijo se han encontrado y se han convertido en uno.
Guru Arjun
La meditación es devoción
Únicamente puedes construir el amor y la devoción a través de la meditación, y no de otra manera. La meditación crea el amor eterno.
Maharaj Charan Singh
El amor es el fruto de la devoción. La meditación es la manera de encender la devoción. La meditación es en donde encontramos la profundidad del amor. La meditación creará en nuestro interior la verdadera devoción que nos llevará al corazón y al manantial del Shabad, al hogar del Dueño de nuestra alma, a nuestro Radha Soami. Sin devoción, somos como muertos vivientes; sin anhelo, somos estériles como desiertos. La manera de encender el anhelo por este amor es a través de la meditación, pues la devoción encuentra su máxima expresión cuando entregamos todo nuestro ser al Maestro, a través de entregarnos totalmente al Shabad en la meditación.
El único camino para fortalecer nuestro amor es la meditación. No hay otro camino, porque el amor que obtenemos de la meditación, no puede compararse a ningún otro tipo de amor.
Maharaj Charan Singh
Únicamente a través de la meditación puede realizarse la Verdad absoluta. La Verdad, o Shabad, no puede ser realizado por la lógica o el intelecto. El camino del intelecto no nos lleva más allá del plano mental. El camino para ir mas allá de la mente y obtener acceso a la percepción directa o a la experiencia espiritual de la realidad, es a través de parar las corrientes del pensamiento mediante la práctica de la meditación, con amor y devoción.
El corazón tiene razones que la razón desconoce.
Pascal
La devoción es un camino práctico para hacernos receptivos a las enseñanzas de los Maestros. Si vemos al Maestro como un profesor del intelecto y la lógica, entonces obtendremos palabras y explicaciones. Si tratamos de conocer al Maestro como en verdad es, sin el obstáculo del intelecto, entonces llegaremos a conocerlo como la encarnación consciente del Shabad. Para aquellos que son intelectuales por naturaleza, esto es muy difícil de hacer, pero tenemos que comenzar por alguna parte. Muchos crecimos en un ambiente de materialismo científico y no importa cuán artificiales y duros de corazón nos hayamos vuelto, también anhelamos tener esos sentimientos de nostalgia, asombro y amor como los que narran los amantes del Shabad.
El amor llegó y de mí mismo me vació,
Cada vena y cada poro,
Convertidos en un recipiente para ser llenados por el Amado.
De mí, tan solo un nombre queda,
El resto eres Tú mi Amigo, mi Amado.
Shaikh Abu-Saeed Abil-Kheir
El camino de la devoción o bhakti puede comenzar por el simple reconocimiento de la amabilidad del Maestro, por no darlo por hecho. La chispa del anhelo y de la receptividad a su amor, puede encenderse con la gratitud, con el agradecimiento al Maestro por habernos concedido la iniciación, por enseñarnos a meditar, por enseñarnos qué hacer con nuestra mente y cómo vivir nuestras vidas; gratitud por ponernos en el camino correcto, por darle dirección y propósito a nuestras vidas, por enseñarnos, con su ejemplo, cómo amar más allá de uno mismo, sin esperar recompensa. Si miramos hacia atrás y vemos cómo eran nuestras vidas antes de que él nos llamara a su lado, recordaremos con gratitud las muchas cosas que ha hecho por nosotros, con el único propósito de espiritualizar y transformar nuestras vidas.
Llegará el día en que veremos a nuestro Maestro como algo más que un simple ser humano. Cuando, a través de nuestra meditación, podamos ver al Maestro como la encarnación del Shabad, entonces seremos receptivos a todo el poder purificador y transformador de sus enseñanzas. Esta receptividad la obtendremos únicamente de la meditación. Sin la meditación, solo percibiremos una fracción de una fracción de su amor y de su sabiduría. Esto es por lo que es tan importante que tratemos de desarrollar la más elevada clase de devoción a través de la meditación, sin confundir la emoción con la devoción.
La emoción, dirigida correctamente, se convierte en devoción
Las emociones son buenas si te llevan a la devoción, pero deben canalizarse. Si te dejas llevar por las emociones, se convierten en un estorbo. Si el río fluye dentro de su cauce, entonces es muy útil. Pero cuando el río se desborda, se sale de su cauce y crea desolación por todas partes.
Maharaj Charan Singh
La mente quiere que creamos que el camino de la devoción es de romance, y nos incita a pensar: “Aquí está el Amado. Me voy a fundir en él. Él es el padre que siempre cuida de mis necesidades. No tengo que hacer ningún esfuerzo. Él me llevará hasta Sach Khand y todo será maravilloso”. Esto no es más que un puro engaño de la mente. Todos los santos nos han dicho que el camino del amor es un camino de lucha.
Los amantes del Señor van al campo de batalla con sus cabezas en las palmas de sus manos. Así es como encuentran al Amado. Nadie ha encontrado al Shabad a través de la excitación emocional. Parafraseando a Kabir, podríamos decir que cuando los tambores celestiales redoblan, el guerrero se apresta a la batalla y con su torso descubierto, pelea sin armas. Por otra parte, el cobarde se escabulle del campo de batalla y enciende la tele, llama a alguien por teléfono, se pone a chatear, visita amigos, se pierde a sí mismo entregándose a los sentidos, y piensa mil pensamientos con su mente tirando dardos en todas direcciones. Lo último que quiere hacer es enfrentar la batalla.
La batalla está en el interior y es en nuestro interior en donde debe ser peleada. El tambor está constantemente redoblando, llamándonos para que nos levantemos en armas. Esta batalla es el verdadero propósito de nuestras vidas. Esto es lo que ahora es esencial para nosotros. En términos prácticos, significa que mantengamos nuestra atención, lo más que podamos, en el simran en el centro del ojo. Mantener nuestra atención en el simran es el camino del guerrero espiritual, es la forma de devolverle el poder a nuestra alma, es la esencia del camino de la devoción y la base para una relación más madura con nuestro Maestro.
El guerrero más fuerte es aquel que se conquista a sí mismo.
Dicho azteca
La verdadera devoción es mantener nuestra atención en el centro del ojo. Si sentimos devoción, pero no podemos concentrarnos en el centro del ojo, entonces podríamos estar confundiendo emoción con devoción. La emoción desconcentrada esparce la atención y gasta valiosa energía. Es la concentración de nuestra atención, de todo nuestro anhelo y de nuestra conciencia en el centro del ojo, lo único que nos permitirá romper la barrera de lo físico y experimentar el transporte espiritual. Únicamente esto nos pondrá en contacto con la experiencia interna que nos permitirá sostener el verdadero anhelo y devoción. Por eso es que la devoción no es lo mismo que la excitación emocional. Es importante distinguir entre los dos.
El amor está siempre en el interior. Cuando tratas de dramatizar tu amor, pierdes la profundidad del amor.
Maharaj Charan Singh
Sant Mat, el camino y la práctica de los santos, no es de boca ni tampoco es excitación emocional. Es un profundo estilo de vida para ser vivido, en nuestro interior, en todos los momentos y a todos los niveles. La mente cae en la trampa de querer correr tras la forma física del Maestro, pues piensa que esta es la forma de demostrar su amor por él. Parecería que vamos a ver la forma física del Maestro como uno va a ver el espectáculo de una estrella del rock and roll. Todos están saltando y gritando, y debido a toda la excitación emocional que nos rodea, también nosotros comenzamos a saltar y a gritar. Podríamos preguntarnos, por qué pasa esto tan a menudo en la relación entre el Maestro espiritual y el discípulo. ¿Podría ser que queremos creer que correr tras la forma física del Maestro nos dará el beneficio espiritual que compensará nuestra falta de esfuerzo en la meditación? ¿Podría ser que no queremos hacer el esfuerzo que se requiere para que vayamos más allá del nivel físico para descubrir la Verdad? Queremos la recompensa sin esfuerzo. Pero el hecho es que no importa cuantas veces veamos la forma física del Maestro, eso no compensará nuestra falta de meditación. Y cuando ponemos al Maestro en un pedestal y lo adoramos en su forma física, ¿acaso no lo estamos tratando como a un ídolo, o a una imagen de lo que ya es una imagen de la Verdad? Tomando una analogía que a menudo solía usar el Maestro Charan Singh, es como si el sol se reflejara en el agua para luego reflejarse en la pared. En lugar de contentarnos con el reflejo en la pared o en el agua, ¿no haríamos mejor en tratar de ver al sol mismo?
La gente cree que por correr tras de mí o por saludarme y decirme muchas veces: “Radha Soami”, van a obtener un beneficio espiritual. Eso no es más que su propio engaño. ¿Qué es lo que obtienen de ello? Por tocar mi mano o mis ropas, o por ponerse en sus frentes el polvo por donde yo he caminado, no obtienen nada.
Maharaj Charan Singh
Cuando confundimos emoción con devoción y seguimos ciegamente nuestras necesidades de rituales externos y evidencias tangibles, cuando nos rendimos en la lucha espiritual y nos entregamos a nuestras tendencias humanas de ritualizar y reducir todo a lo físico, le estamos haciendo un pésimo servicio a los Maestros y a sus enseñanzas. Estamos siendo engañados por nuestra propia mente. La verdadera devoción es tratar de agradar al Maestro trayendo nuestra atención al centro del ojo. La mayor demostración de amor que podemos darle, es ayudarle a cumplir su promesa de liberar nuestra alma.
Correr tras la forma física del Maestro es algo muy diferente a tener amor por el Maestro.
Maharaj Charan Singh
El deber de la forma física del Maestro es iniciarnos y presentarnos al Maestro interior. El Maestro ya nos dijo en dónde está su forma verdadera. Ahora, depende de nosotros encontrarla. Lo físico es un medio no un fin. Necesitamos la forma física para amar, porque no podemos desarrollar el amor necesario para tener éxito en el sendero espiritual, si el objeto de nuestro amor es tan solo una idea o un concepto en nuestra mente. Nuestro objetivo debe ser el de dirigir nuestro amor por el Maestro externo hacia el esfuerzo en la meditación, para que así vayamos de lo físico a lo espiritual.
No nos apeguemos tanto a la forma física que dejemos de hacer esfuerzos por verle en el interior. Los Maestros budistas expresan este punto dramáticamente diciendo: “Si en el camino te encuentras a Buda, mátalo”. Aquí no están hablando del Maestro físico, no están diciendo que físicamente debemos matar al Maestro, sino que debemos “matar” nuestros conceptos limitados. Están tratando de provocarnos para que salgamos de nuestro sueño, al llamarnos la atención, de manera tan dramática, sobre nuestras limitaciones. Somos ignorantes sobre quién es el Maestro en realidad. A medida que crecemos en comprensión y entendimiento del propósito de la forma física del Maestro, no nos podemos quedar ahí. Tenemos que seguir avanzando en nuestra búsqueda de la forma verdadera del Maestro–la forma Shabad.
Pero en verdad os digo: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Confortador; pero si me voy, os lo enviaré.
Juan 16,7
Comentando esta cita, el Maestro Shabad, Charan Singh, escribe: “Él (Jesús) dice: será en tu interés que yo me vaya. Al escuchar esto, el discípulo se queda sorprendido. ¿Cómo puede ser en interés del discípulo que el Maestro lo deje físicamente? Cristo le explica: Ahora, de día y de noche andas corriendo tras de mí. Estás loco en tu amor y no estás tratando de darle tu tiempo al Espíritu interior. Pero sin apegarte al Confortador, al Espíritu Santo, nunca podrás regresar al Padre. Así que, cuando te deje físicamente, no me encontrarás en ninguna parte del exterior y no tendrás otra opción que buscarme en el interior. Entonces te pondrás en contacto con el Confortador, quien te elevará a mi nivel, al nivel del Padre”.
En la introducción al libro Nobody, Son of Nobody (Nadie, Hijo de Nadie), se cuenta una historia de un joven discípulo cuyo Maestro se había vuelto muy frío con él, hasta que finalmente le echa de su presencia. Angustiado y privado de ver a su Maestro, sin tener a nadie más a quien recurrir, se torna a Dios y se arroja a su misericordia. De repente, desciende sobre él una paz indescriptible y prueba aquello que estaba buscando. En ese preciso momento, su Maestro llega hasta él. Aún confundido, el discípulo le pregunta a su Maestro por qué le había tratado de semejante manera. El Maestro le responde: “Ya habías dejado a todos y a todo, pero todavía había alguien que se interponía entre tú y Dios, ¡y ese era yo! Yo era el único ídolo que quedaba en el templo de tus esperanzas, deseos y miedos, y eso se tenía que quitar para que tu ego se rindiera y tomaras refugio en el Amado. Ahora, levántate y deleitémonos con esta victoria”.
Todos los Maestros proclaman la misma verdad. El verdadero Maestro es el Shabad. El verdadero darshan es el darshan interior. La verdad está en el interior. El viaje de Sant Mat puede llevar al discípulo hasta el más profundo nivel de la Verdad, pero el discípulo tiene que llegar hasta ahí. El Maestro puede señalarnos hacia dónde se encuentra la Verdad, pero él no puede experimentar la Verdad por nosotros. Un padre ha cumplido con su responsabilidad cuando sus hijos ya no dependen de él. Únicamente entonces el padre se alegra, pues ha cumplido con su labor fundamental de educar bien a sus hijos. De la misma manera, la responsabilidad del Maestro viviente es enseñarnos cómo contactar con la Forma Radiante, para que gradualmente lleguemos a distinguir lo falso de lo verdadero y viajemos por el sendero con pasos firmes y fuertes.
El verdadero Maestro es el Shabad que se proyecta a sí mismo en forma humana y desciende al nivel físico, disfrazado de un Maestro humano, para presentarnos al Maestro interior y llevarnos de regreso a nuestro origen. Un nivel maduro de devoción es aquel en el cual el discípulo se da cuenta de que el verdadero Maestro es el Maestro que nunca muere. La meditación es el camino. La meditación es el medio a través del cual el amor y las emociones naturales generadas por el contacto con alguien que vive esa Verdad, son dirigidas hacia adentro y hacia arriba para llevarnos a ese estado único en el que podemos estar en íntima relación con el verdadero Maestro.
Que tu amor por la forma culmine en el amor por el que no tiene forma.
Maharaj Charan Singh
El papel del Maestro
El propósito de la forma física se logra al explicarte las enseñanzas, al ponerte en el camino y al llenarte de amor y devoción por el Shabad o Nam. Ahora tenemos que tornar ese amor y devoción por la forma física, en amor por el Shabad o Nam, que es lo que finalmente nos llevará de regreso al Padre.
Maharaj Charan Singh
Nuestra madurez espiritual se refleja en nuestra relación con el Maestro. Muchos de nosotros hemos reducido al amor a su expresión física y en consecuencia creemos que necesitamos estar físicamente cerca del Maestro físico para experimentar el amor divino. Hasta podemos llegar a creer que debemos obtener instrucciones del Maestro concernientes a todos los aspectos de nuestra vida. Esta es una manera equivocada de entender el papel del Maestro. Su papel no es el de resolver los problemas de nuestras vidas. Ese es nuestro papel. Eso nos toca a nosotros.
El propósito de Sant Mat es el de obtener la realización de Dios, para liberar al alma de su enredo con la mente. La función del Maestro es la de ayudar y guiar para alcanzar esa meta. Baba Ji dice que su papel es el de inspirarnos a meditar y frecuentemente nos guía a que comencemos nuestro viaje siendo naturales con nosotros mismos. Si él nos dice que seamos naturales, es porque nuestras relaciones con él, con las enseñanzas y con la vida en general se han vuelto mecánicas, superficiales y artificiales, totalmente centradas en el mundo físico. Con semejantes relaciones como punto de referencia, los resultados de cualquier esfuerzo, de seguro serán igualmente superficiales. Nos comportamos como pensamos que deberíamos hacerlo, basándonos en conceptos de lo que creemos que deberían de ser la espiritualidad y la vida, en lugar de empezar por dónde verdaderamente estamos y quiénes, de forma natural, somos. La meditación nos da los medios para desarrollar una relación viva con el Maestro, con las enseñanzas y con la vida. Una relación que crecerá y florecerá desde la experiencia, que madurará con nosotros y con nuestra práctica y que es integral, natural y cada vez más profunda.
El Maestro quiere que profundicemos todo lo que podamos en la naturaleza de nuestro sendero. Quiere que crezcamos hasta que lleguemos a ser adultos espirituales. Baba Ji dice que si nos contentamos con tan solo ver la forma física del Maestro y no hacemos ningún esfuerzo para ir al interior, entonces ¿cómo sabremos que el Maestro no es un fraude? ¿Cómo sabemos que el Maestro es la encarnación del Shabad? ¿Lo sabemos? Podemos tener ganas de creer que él lo es, pero no lo sabremos con certeza hasta que primero hagamos el esfuerzo y algún día logremos tener éxito en ir al interior, en donde lo sabremos por nosotros mismos.
Para conocer la Verdad, debemos buscar el darshan de la forma Shabad del Maestro interior. El darshan externo nos debe llevar a buscar internamente, no a quedarnos contentos con lo exterior. Únicamente cuando veamos al Maestro interior sabremos con certeza si hay o no diferencia entre la forma física y la Forma Radiante.
El verdadero darshan
Un concepto sobre el cual frecuentemente se tiene una idea equivocada en el sendero de los Maestros Shabad, concierne al darshan de la forma física del Maestro. Darshan, como se usa popularmente, es cuando uno ve al Maestro y el Maestro le ve a uno. Muchas personas acuden a ver al Maestro con la creencia de que a través de tener su darshan eliminarán sus karmas. Cuando tenemos la oportunidad de hacerle una pregunta en una reunión, alargamos la pregunta lo más posible, no tanto porque nos interese obtener una detallada aclaración a nuestra pregunta, sino porque calculamos que por ver la forma física del Maestro se nos están “lavando” los karmas. Esto no es más que otro engaño de la mente y haríamos bien en despertar de semejantes engaños.
Simplemente por ver al Maestro no se lava ningún karma. Eso sería comparable a creer que por el mero hecho de ir a ver a un millonario que cuenta su dinero, también nosotros nos convertiríamos en millonarios. Es su riqueza, así que ¿cómo vamos a obtenerla con tan solo mirarlo? Y sin embargo, en el caso del darshan del Maestro, pensamos que por hacer exactamente lo mismo, es decir, por mirar al Maestro, nos convertiremos en espiritualmente ricos. La pregunta es: ¿vamos a ver al Maestro para obtener algo de él o vamos a verlo porque le amamos? En el amor no se calcula ni se regatea. Si queremos mantenernos en el recto y estrecho camino, debemos reflexionar con frecuencia sobre nuestros motivos y nuestra forma de comprender este supremo camino de amor.
Baba Ji dice que cuando estamos teniendo darshan de la forma física del Maestro, si no estamos absortos mirando al Maestro con amor absoluto y olvidados de todo lo demás, entonces no estamos teniendo su darshan, tan solo estamos mirando. El darshan es la incapacidad del amante de dejar de ver a su amado. No es algo que podamos pretender o forzar. Es algo natural que nace del amor.
El darshan es estar completamente absortos en el que amamos. El ser receptivos a la forma física del Maestro, puede hacer posible que tengamos el darshan de la Forma Radiante. Y la manera de ser receptivos a la verdadera naturaleza del Maestro es a través de la meditación. Una vez que logramos ser receptivos, entonces el Maestro nos puede dar la visión de su forma verdadera. Depende de él que nos dé o no su visión: el darshan no puede robarse, es un regalo del Maestro. Es prerrogativa del Maestro dar cuándo y dónde él quiera, independientemente de que nos encontremos sentados exactamente enfrente de él o en cualquier otra parte del mundo desde Auckland hasta Zanzíbar.
A miles de kilómetros está la morada de mi Maestro,
Pero yo siempre le veo cerca.
Poco importa si físicamente no lo puedo ver;
Mi corazón es su verdadero hogar.
Sultan Bahu
Si queremos intimar con nuestro Maestro, debemos meditar. Pretender que podemos establecer una verdadera y eterna relación con el Maestro a través de nuestras visitas a Dera o a través de verlo en cualquier otra parte del mundo exterior, es engañarnos a nosotros mismos, pues la verdadera relación se da en otro plano totalmente diferente. Una relación creada en el plano físico sin la ayuda de la meditación es una relación muy superficial. La manera de establecer la verdadera relación es poniéndonos en contacto con el Maestro espiritual, y esto únicamente puede hacerse a través de la práctica de la meditación, la cual puede llevarse a cabo en cualquier parte del mundo.
Es importante que tengamos claro que cualquier progreso espiritual que se pueda obtener en Dera, también se puede obtener en cualquier otra parte del mundo. Dondequiera que estemos, el campo de batalla está en nuestro interior, y es ahí donde debe librarse la lucha. Nuestro problema está en que es un millón de veces más fácil que viajemos miles de kilómetros para ver la forma física del Maestro, que subamos nuestra atención un milímetro. Es la falta de valor y energía espiritual lo que nos hace seguir corriendo tras la forma externa. La forma física del Maestro es nuestro punto de partida para comprender la espiritualidad. También es nuestra protección en la batalla frente a los engaños y tretas de la mente. Pero la auténtica intimidad con el Maestro verdadero y el progreso espiritual real únicamente podrán ser obtenidos dentro de nosotros, a través de la meditación. De plano, no hay ninguna otra manera, y todos los Maestros verdaderos dicen lo mismo.
Me parece bien tu deseo de visitar la India, pero lo que deseo es que no tengas necesidad de tus manos, pies y cuerpo físico, sino que viajes sin pies, hables sin lengua, oigas sin oídos, y veas sin ojos, y que estando sentado con las puertas cerradas, no solamente visites la India, sino todo Brahmand. Si vieras la India con el cuerpo físico, ¿de qué te serviría si no pudieras ir más allá de este mundo?
Si contestas que quieres venir a la India para ver a tu Guru, habría que decir que el cuerpo físico no es la verdadera forma del Guru. Es un simple vestido que se ha puesto en este mundo y que abandonará aquí. La verdadera forma del Guru es el santo Sonido, y en esa forma el Guru penetra por cada cabello de tu cuerpo y está sentado dentro de ti. Cuando subas por encima de los ojos, el Guru saldrá a tu encuentro en su Forma Radiante, y cuando llegues a Trikuti, el Guru te acompañará en su Forma de Sonido incluso hasta Sach Khand.
Maharaj Sawan Singh