El maestro responde
El milagro no es volar en el cielo
o andar en el agua,
sino andar en el suelo.
Proverbio popular
P. ¿Qué hay de esos períodos en los que te atraen las cosas del mundo hasta el punto de que descuidas tu meditación? ¿Tienes que tratar realmente de dominar tus apegos o tus deseos por esas cosas o…?
R. Ante ti llegan nubes oscuras y densas y quedas absorto en esa oscuridad y no ves la luz, pero pasarán si continúas la meditación. Por eso, Cristo declaró con firmeza que pecar contra el Espíritu Santo no puede perdonarse, significando que no debes volver la espalda a la meditación. La meditación es un deber, y todos esos períodos pasarán.
P. Bueno, ¿qué consejo darías, por ejemplo, a un satsangui que repentinamente se encuentre en un período difícil, en el que pareciera que apenas pudiera meditar? ¿Qué tendría que hacer?
R. Definitivamente, a veces sentimos ese vacío, esa sequedad, esa soledad. Le ocurre con frecuencia a los satsanguis, debido a que las cosas en las que estuvieron una vez interesados ya no les interesan. Antes de que fueran satsanguis estaban apegados a las cosas del mundo. Se levantaban por la mañana y pensaban en su esposa e hijos, en su trabajo diario, su salud y su posición, y su mente estaba feliz con todas esas cosas. Pero ahora ya no les atraen todas esas cosas del mundo, y no obtienen interiormente lo que quieren, de forma que se sienten como si estuvieran estancados en el vacío.
Ese período de vacío llega definitivamente en la vida de todos, y es para nuestro progreso. No se trata de que no estemos haciendo progresos interiormente, sino de que no nos atrae nada de este mundo. Obtendremos lo que deseamos del interior, pero tenemos que pasar por tales períodos. El sol está brillando: llega una capa de nubes densa y oscura y no puedes ver el sol, pero el sol está ahí siempre. Las nubes pasan y la luz empieza a brillar de nuevo. Ocurre así.
P. Un alma iniciada ve al maestro mientras medita y de pronto la visión se detiene, y ese alma se da cuenta de que ha hecho algo terrible. ¿Qué debe hacer?
R. Debe atender a la meditación y, naturalmente, si la gracia estaba antes ahí, volverá. Puede haber muchos factores para que se detenga el darshan. A veces llegan algunas fuertes capas de karma; a veces entra el ego en nuestra mente; otras aparecen los apegos; en ocasiones nuestra mente es atraída a los sentidos. Se nos puede privar de ese privilegio debido a muchas cosas. Pero debemos seguir atendiendo a la meditación, y nuevamente tendremos la misma gracia.
P. ¿Podría explicar el maestro por qué un discípulo que oye el sonido mientras medita pueda llegar a ser incapaz de oírlo, a pesar de sentarse regularmente a meditar? ¿Por qué atravesamos períodos de tiempo en los que no oímos el sonido en absoluto?
R. ¿En un determinado momento lo oías y ahora no lo oyes? El sol está brillando todos los días, pero no ves la luz ni sientes el calor del sol todos los días. A veces llegan nubes; entonces no puedes sentir el calor del sol o ni siquiera ver su luz, en algunas ocasiones. Tenemos que atravesar muchas fases de nuestros karmas.
Algunas veces llegan a nuestro camino capas de fuertes karmas y quedamos absolutamente fuera de todo equilibrio, nos sentimos perdidos. No oímos nada y ni siquiera sentimos interés por la meditación, y puede que incluso no nos apetezca sentarnos a meditar. Pero volvemos de nuevo, nos llenamos nuevamente del mismo amor y la misma devoción, empezamos de nuevo.
El sonido está ahí siempre. Algunas veces somos receptivos y otras no. Pasamos a través de muchas fases de karma y a veces una capa de karma nos pone temporalmente fuera del sendero, nos zarandea.
M. Charan Singh. Muere para vivir