¿A quién amar?
Nada puede ser más grandioso que el deseo de cambiar las limitaciones y miserias de un ser humano transitorio por la eterna felicidad del Ser perfecto.
M. Charan Singh
Al reflexionar sobre las palabras de un maestro espiritual en cualquiera de sus inspirados discursos, encontramos una sabiduría que nos ayuda a responder muchas de nuestras incertidumbres e inseguridades.
No hace falta ser un profundo buscador de la espiritualidad para darse cuenta de que sus palabras no son baladíes. Un maestro espiritual toca nuestro corazón porque su mensaje está dirigido al ser humano que está extraviado en esta creación, que ha perdido el sentido y la razón del porqué de su existencia. Cuando estamos ante un maestro espiritual, solo hace falta escuchar la voz de nuestra conciencia y no intentar acallarla con superficialidades momentáneas sino abrirnos a su verdad.
Es común a todos afrontar en la vida experiencias trascendentes: la muerte de seres cercanos, pérdidas inesperadas, enfermedades que nos crean mucho dolor y un sinfín de pensamientos y sentimientos derivados de tales hechos sobre los que no tenemos explicación.
Muy a menudo cosechamos vacíos y frustraciones que no tenemos más remedio que encajar, y en medio de ellos seguir adelante. ¡La vida no se detiene y no tenemos otra opción! Sin embargo, nos preguntamos: ¿qué camino seguir en la vida? ¿Adónde dirigirnos cuando todo tiene un final?
Las palabras del maestro son como luz diáfana que penetra en lo más profundo de nuestra mente, y desde una dimensión que nos transmite la más franca certeza y confianza, él dice sin vacilación: Escúchame, todos los apegos y amores que tenemos en este mundo, mientras vivimos en nuestro cuerpo, son falsos porque no durarán, perecerán. En una cita de Gurú Nanak leemos:
¿A quién amar y hacer amigo cuando todos están de paso?
Discursos espirituales, vol. II
Justamente esa es nuestra pregunta: ¿A quién dedicar nuestro amor y alegría?, ¿a qué puerto seguro dirigir el bote de nuestra vida?
El maestro ha venido a ayudarnos y a resolver todas nuestras inquietudes, inicialmente con sus palabras y presencia entre nosotros y definitivamente con la acción. La cuestión es si de la comprensión teórica pasamos a la acción, y siguiendo sus instrucciones logramos las experiencias necesarias para hacernos sentir la realidad que integra su mensaje, y que dará a nuestra vida la verdad de la que carece.
Busca por toda la creación, dicen los místicos, no encontrarás nada ni a nadie que sea digno de tu amor, amistad y atención, excepto el Señor. ¿Por qué? Porque todos estamos de paso, y no nos pertenecemos los unos a los otros.
Nuevamente, ¿a quién amar que nunca nos defraude y que nos garantice un amor duradero que no acabe con pena y dolor?
Curiosamente, el único que nos pertenece no lo consideramos nuestro, y no intentamos establecer una relación con él. Al contrario, vagamos interminablemente por la creación angustiados intentando poseer todas esas falsas posesiones que jamás podrán pertenecernos.
Los falsos quedan para siempre apegados a lo falso, enamorados de lo falso, y en consecuencia viven olvidados del Señor supremo.
Discursos espirituales, vol. II
El maestro nos dice que pensemos muy bien en lo siguiente: Hemos visto como nuestros seres queridos ya se han ido y si no ha sido así un día u otro partirán, pero… ¿y cada uno de nosotros?, ¿quién vendrá a ayudarnos en ese momento? ¿Quién nos prestará apoyo? Nuestros familiares y amigos, por los que tan frecuentemente sacrificamos nuestros más preciosos valores, ni siquiera saben de dónde vienen los agentes de la muerte, ni adónde nos llevan. ¿Qué ayuda pueden ofrecernos esas personas cuando ni siquiera saben de dónde venimos ni adónde vamos? Están tan incapacitados como nosotros para prestarnos ayuda.
Nuestro verdadero amigo, defensor y familiar es alguien que se preocupa por nuestro bienestar y procura lo mejor para nosotros; no quien busca su propio beneficio. ¿Quién nos ayudará en ese momento? ¿Quién podrá socorrernos?
Excepto el Nam, no tienes otro amigo o compañero.
Gurú Nanak. Adi Granth
Los místicos desean sacarnos del estado de sufrimiento y vacío debidos al olvido de nuestro Creador, aconsejándonos que no pasemos toda nuestra vida enredados en el tejido del amor y apego mundano. Este amor al mundo siempre se acaba, este amor nos ata, este amor nos mata. Debemos prestar atención al propósito para el que Dios nos ha dado la oportunidad de un nacimiento humano.
¿Qué camino seguir? ¿Adónde te diriges viajero cuando todos los caminos tienen un destino final?, nos pregunta el maestro. Y como agua deliciosa que sacia la más intensa sed llega esta respuesta:
Hermano mío, la entrega de la vida al sendero del amor confiere a la vida un sabor único y exquisito que solo puede gustar el amante o uno cuyo rostro irradie intenso amor.
Filosofía de los maestros, vol. I
El destino es el amor, y el sendero es el del amante cuyo rostro irradia amor. Todo está en nuestro interior. Nuestros sueños o imaginaciones más extraordinarios nunca podrán representar la grandeza que hay en el interior. Ese tesoro nos pertenece y está ahí para cada uno de nosotros; podemos conseguirlo cuando vayamos al interior. Es el camino interior del amor. ¡Esta es la respuesta que buscamos!
Puedes creerme de una vez por todas, todo está dentro de ti, incluyendo al mismo Creador, y todos los que lo han experimentado, lo han conseguido entrando dentro del foco del ojo. No existe ningún método más fácil que la meditación.
Joyas espirituales
Los maestros nos dicen: Pregunta, infórmate sobre la espiritualidad y el método interior de la meditación. No busques fuera de ti, todo está dentro. Camina con paciencia y sigue el camino de la vida, el que te lleva al interior. Completa el proceso de la concentración. El maestro estará siempre a tu lado velando cada uno de tus pasos. ¡Nunca te desanimes!
Amigo mío, tienes un potencial con el que puedes permitirte soñar lo más hermoso. Podrás hacerlo realidad porque alguien está contigo: el maestro espiritual. Él te enseñará a quién amar, cómo hacerlo y por qué. Si te comprometes a seguir la estela del camino que él señala, tus días habrán sido vividos en el sentido y la comprensión verdadera de la vida, no te atemorizará como hasta ahora la pérdida o el dolor, se acabará toda incertidumbre y cosecharás el fruto de una vida humana plena.
La tendencia natural del alma es elevarse, puesto que es un ave muy especial cuyo origen no es este mundo material. La mente y el cuerpo hacen que permanezca aquí abajo, nuestra forma de vivir equivocada y desorientada la ha retenido, pero ahora es tiempo de dejarla volar. Cuando el cuerpo y la mente se inmovilizan, el alma empieza a elevarse hacia el foco
No la retengas más, dale alas y encomiéndate a este camino del amor. Busca a un maestro y aférrate muy fuerte a él, y te enseñará el verdadero amor.