Cartas espirituales
Verdadero devoto es quien está absorto en la
devoción al Señor;
solo él obtendrá al Uno inmaculado.
Para quien encuentra al maestro, se abre su
puerta interior; él nunca regresará ni nacerá de
nuevo. Esta es tu oportunidad, esta tu única
ocasión de contemplar y realizar a Dios
dentro de tu propio cuerpo.
Una y otra vez Kabir proclama:
de ti depende ahora ganar o perder el juego.
Kabir, el tejedor del Nombre de Dios
Volver aquí de nuevo o elevarse interiormente después de la muerte depende de la tendencia de la atención. Como los platillos de una balanza, el que tiene mayor peso es el que baja. Si este mundo no tiene sentido ni valor para tu mente y realmente lo consideras como materia perecedera que no vale la pena conservar y, en cambio, tu mente está entregada al amor del gurú y de Sat Purush, y anhelas ir a sach khand, entonces no existe ningún poder que pueda hacerte regresar.
Si debido a ciertas circunstancias adversas no se ha dedicado mucho tiempo a la corriente, pero ha habido un fuerte amor por el maestro y deseo por entrar interiormente, incluso así no habrá que renacer. El alma será llevada a trikuti o daswan dwar y se le permitirá superar esta deficiencia y, con el tiempo, será llevada hacia delante, hasta el final del viaje. Si por el contrario, el amor al Nam y al maestro es superficial y la mente está entregada al mundo, entonces hay que volver a nacer aquí. Pero este nuevo nacimiento será más favorable para el trabajo espiritual que el anterior. La mente estará en paz y el devoto recibirá la iniciación y la oportunidad de elevarse y sustituir los deseos mundanos por el anhelo de vivir en los planos superiores internos. Por lo tanto, un devoto de la corriente nunca debe temer a la muerte. Él no descenderá de la condición humana en la transmigración. Sus esfuerzos deben dirigirse a terminar su trabajo aquí y ahora.
Tienes razón cuando dices que es nuestro deber aligerar nuestra carga kármica en esta vida, dedicándole a la corriente el mayor tiempo posible. El karma de innumerables vidas tiene que pagarse. Puede parecer difícil, pero es más fácil pagarlo aquí. El acreedor se contenta recibiendo muchísimo menos de lo que se le debe de un deudor que está decidido a marcharse del país e instalarse en otro lugar, y que cuenta con la ayuda de un poderoso emperador (satgurú).
He dicho antes, muchas veces, y vuelvo a repetirlo ahora, que una vez que la semilla del Nam (la corriente del sonido) ha sido sembrada en un terreno (el corazón), un día brotará, crecerá, se convertirá en un árbol y dará fruto. Es imposible destruir esta semilla. El devoto de la corriente tiene que alcanzar sach khand. Esto es inevitable, y ningún poder podrá detenerle.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 205
Si nuestra fe es firme e inquebrantable, dedicamos diariamente tiempo a las prácticas y no tenemos deseos mundanos, entonces no habrá ningún poder que pueda obligarnos a volver a este plano. Para estas almas no habrá renacimiento. Este es para aquellos que mueren llorando por deseos insatisfechos. Los deseos son la causa del sufrimiento, y solo es pobre quien no ha podido satisfacerlos. Aquel que está libre de deseos es el más rico. Todos los deseos nacen de la mente, y cuando la mente es controlada y sumergida en la corriente del sonido es cuando se ha triunfado. El alma está envuelta por la mente, y la mente por el cuerpo. El alma se encuentra impotente en las garras de la mente, y la mente está imposibilitada frente a los sentidos. Un objeto hermoso la atrae y una música dulce la retiene.
El alma es pura interiormente, pero sufre a causa de su relación con la mente. Mientras dure esta asociación, el ciclo de cambio y nacimientos continuará, ya sea en el cuerpo material, el astral o el causal. La forma causal tiene una duración mayor, pero también está sometida a la disolución. En sahansdal kanwal, la conexión del alma es con las formas astrales y en trikuti con las causales. Al abandonar la forma causal, el alma encarna en la forma humana o en una inferior, según su estado espiritual.
Un niño va a la escuela y asiste a su clase. Le permiten cambiar a una clase superior si ha hecho su trabajo regularmente y se encuentra preparado. Por el contrario, si ha estado asistiendo a clase pero no ha aprendido, tendrá que repetir el mismo curso. Supón que en lugar de asimilar sus estudios, adquiere malas costumbres y por consiguiente se atrasa; seguro que se le enviaría a una clase inferior.
De la misma manera, si un hombre realiza durante su vida acciones propias del hombre, continuará siendo hombre en el siguiente nacimiento. Si ha intentado buscar la fuente de su ser y ha recibido las instrucciones de un maestro, será elevado a las regiones espirituales y no volverá a nacer.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 174