Cartas espirituales
Y la idea básica de la meditación es encontrar nuestro propio centro de existencia dentro de nosotros. Porque en ese centro descansa la tranquilidad y el silencio, la paz y la alegría gozosa, y el consuelo de la actividad frenética que hay a nuestro alrededor.
One Being One
Cuando estamos realizando los deberes diarios, nuestra mente, normalmente, no está ocupada en ellos, sino que está divagando de un lado para otro. Los santos nos dicen: Sujeta fuertemente las riendas de tu mente durante el día, así, cuando te sientes para el bhajan (meditación), la concentración será rápida y fácil. Es más sencillo concentrar la mente con el simran que con cualquier otra práctica. Los santos no desperdician ni un solo minuto, sino que mantienen su atención fija, ya sea en el simran (repetición), en el dhyan (contemplación) o en el Dhun (Shabad, sonido).
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 8
El primer paso consiste en acostumbrar a la mente a que renuncie a vagar al menos durante los ejercicios devocionales, para que pueda habituarse a recogerse en el centro del ojo. Hasta que eso no se haya conseguido, no podemos esperar tener ningún destello de las regiones sutiles que están por encima de los ojos. La persona que está en la planta más baja de una casa no puede esperar vislumbrar las plantas más altas hasta que no haya dedicado tiempo y trabajo a subir. No obstante, no tenemos por qué preocuparnos. Todo llegará a su debido tiempo. El camino parece largo y lleno de dificultades, y si no fuese por la misericordiosa guía y protección del Padre, que son todopoderosas y pueden eliminar las trampas de Kal y Maya, nadie podría avanzar en el camino. El alma de todo seguidor verdadero progresa interiormente, aunque no sea consciente del progreso.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 168
La elevación espiritual tiene tres etapas:
- Con la repetición, concentrar en el tercer ojo la atención dispersa y la corriente vital de la parte del cuerpo por debajo de los ojos.
- Mantener la atención en el tercer ojo, contactando con la forma astral del maestro.
- Hacer subir al alma apegándola al sonido de la campana.
Este trabajo es justo lo contrario de lo que hemos estado haciendo antes. El alma estaba desconectada del Shabad. Lo había olvidado por completo, se había asociado con la mente y estaba corriendo desenfrenadamente hacia abajo y hacia afuera. Ahora este curso tiene que invertirse. Tenemos que darle la vuelta. Renunciamos lentamente a los viejos hábitos, y los nuevos hábitos no se consolidan con rapidez. Por consiguiente, la elevación espiritual es un asunto lento; aquí lo que mejor se aplica es el dicho “con paciencia se gana el cielo”. Así que con una fe firme y un trabajo constante, avanza con una mente calmada, tranquila, y evitando la prisa.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 198
Con cada paso que el ser humano da en el viaje espiritual toma más posesión de lo suyo al eliminar la pesada carga de materia física, astral o causal, que verdaderamente no es parte de él y que el alma usa como vehículos para funcionar en los mundos causal, astral y físico. Cuando haya contactado con la forma astral del maestro, su punto de vista, que ahora está basado en la experiencia obtenida en el mundo y en las relaciones mundanas, será que el maestro y el Shabad son los dos amigos verdaderos y compañeros que tenemos aquí, y que nos acompañarán después de la muerte. Todos los demás tienen sus limitaciones. Esto no significa que tenga que rechazar a los demás. Debe cumplir con su deber hacia ellos, pero conocer su verdadero valor. Está en el mundo, pero no es de él; está apegado exteriormente, pero desapegado interiormente.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 198
Todo depende de la mente, que no quiere concentrarse ni interiorizarse. Está acostumbrada desde innumerables vidas pasadas a errar y permanecer dispersa. Por eso, llevará tiempo inmovilizarla y tranquilizarla. Ve al interior con amor y con fe. El maestro, en su forma astral, está esperándote para recibirte en el foco del ojo y está protegiéndote en la medida que lo permite tu karma, el cual tiene que eliminarse.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 95