Cartas espirituales
Hablas de esquiar, de la nieve y de las montañas. He vivido en las montañas durante la mayor parte de mi servicio y puedo apreciar los paisajes de la postal que me has enviado. Pero esas montañas son de este mundo material y están hechas de materia burda. Qué bueno y agradable resultaría si pudieras ir al interior, entrar en el plano astral y ver las montañas y los paisajes de allí. Entonces serías capaz de ver la diferencia y comparar esas montañas con las montañas del interior.
También hablas del maestro como un salvador. Esto todavía es una idea. No hay duda de que el maestro está siempre con el discípulo y le da la guía y la protección necesarias. Pero desearía que se abriera tu ojo interior y pudieras ver realmente lo que es el maestro y lo que hace por sus discípulos.
(…) Los santos no desprecian a ninguna persona ni ningún sistema. Se limitan a decir solo lo que ven interiormente, y piden a los demás que vayan al interior y comprueben lo que ellos afirman. No le piden a nadie que crea en ellos ciegamente. Su filosofía no es artificial o teórica. Es cuestión de entrar y ver lo que hay en el interior. No se trata de añadir, suprimir o cambiar nada, no hay ninguna teoría o imaginación, ni construcción ni destrucción, simplemente hay que observar lo que ya está allí. Es una ciencia natural que no está hecha por el hombre. Los santos del más alto nivel, como Shams-i-Tabriz, Maulvi Rum, Khwaja Hafiz, y otros más, siguieron esta misma ciencia. Actualmente no hay una ciencia o filosofía (como tú quieras llamarla) más elevada que esta. Todos los santos que hablan del Mukam-i-Haq o de Sat Nam, no importa en qué región, país o época aparecieron, han seguido este sistema: el sendero de la corriente de los cinco sonidos.
Los santos nos conectan con esta corriente y nos llevan de vuelta a nuestra morada. Esta es la misión de los santos. Desde el momento de la iniciación, se encuentran en el foco del ojo del iniciado, le ayudan a regresar a él y desde ahí, le acompañan hasta su mansión.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 210
Puede haber personas que afirman que a pesar de su gran deseo por entrar, les parece que no reciben ayuda. Estas personas solo tienen que analizarse un poco más profundamente. Se darán cuenta de que lo que llaman gran deseo es algo muy superficial. No quieren ir al interior y permanecer dentro, sino que desean hacerlo por curiosidad, para volver y después hacer de adivinos. Cuando un alma desea verdaderamente regresar, no hay nada que pueda impedírselo. Es la ley. ¿Algún padre le ha dado a su hijo el dinero que ha ahorrado para que este lo despilfarre?
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 143
Soy consciente de que tienes tus luchas. Hay algunas cosas dentro de ti que tienes que superar y otras fuera de ti, pero puedes conseguirlo. Si tienes total confianza en el maestro interior, él siempre te ayudará. Y a menudo, cuando te encuentres con las dificultades más grandes y en las horas más oscuras, la luz aparecerá y verás que eres libre.
No dejes que nada te desanime. Esta no es una proposición fácil, pero recibir el Nam significa más que si hubieras heredado un millón de dólares. Eres uno de los afortunados hijos de Sat Purush, y él te ha escogido para que recibas el Nam y vayas con el maestro a sach khand (quinta región interior). Tienes que llegar allí, nada te lo puede impedir, pero puedes acelerar el proceso o retrasarlo, eso depende de ti.
Ahora, haz todo lo que puedas para eliminar todas las dificultades, las interiores y las exteriores, y después medita tantas horas como puedas. Mantén tu atención fija en el foco, sin permitir que la mente se escape u oscile lo más mínimo. Si la mente se escapa, vuelve a traerla inmediatamente y mantenla en el foco.
(…) Cuando entres en la primera región, obtendrás todo el beneficio de la corriente del sonido. La captarás de forma clara y dulce, y su música te llenará de alegría; y eso, por sí mismo, te ayudará a superar el resto de tus dificultades y debilidades. Eso es lo que te hace fuerte ante todos tus adversarios y hace que tu victoria esté totalmente garantizada. Con los sonidos melodiosos resonando en tus oídos, tu éxito está totalmente asegurado.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales, carta 152