El progreso está en la práctica
Un maestro verdadero no alienta ni permite que los discípulos sigan símbolos externos, como vestirse de una forma especial, hacer gestos prescritos u otras formas de comportamiento. Los modales, la vestimenta y las costumbres varían enormemente de una cultura a otra. En un lugar, se demuestra respeto descubriéndose la cabeza pero con los zapatos puestos; en otro lugar, cubriéndose la cabeza y quitándose los zapatos. El maestro verdadero no concede ninguna importancia a tales observancias y signos externos. Un maestro espiritual verdadero solo está interesado en desarrollar la consciencia de la verdad en el discípulo, que está dentro de cada ser humano, independientemente de cualquier diferencia externa.
Si a pesar del solemne compromiso contraído en la iniciación, un discípulo deja de seguir las enseñanzas, es una elección personal y no es asunto de nadie más. Igualmente, si un discípulo siente el impulso de volver a la práctica al cabo de seis meses, seis años o incluso sesenta años, también es un asunto personal. En cambio, el maestro nunca abandonará a un discípulo una vez que esté iniciado. Por mucho tiempo que hayamos estado fuera del sendero, el maestro siempre recibirá con amor a un discípulo que desee reanudar su práctica.
La decisión de seguir el camino es completamente personal, ya que Sant Mat es un camino privado e individual de meditación interior practicada bajo la guía de un maestro espiritual verdadero. No es un camino nuevo, por la sencilla razón de que el camino hacia el conocimiento de la verdad es intrínseco al ser humano. El maestro actual se refiere con frecuencia al camino como simplemente convertirse en un buen ser humano.
El objetivo de la práctica espiritual es alcanzar el potencial más elevado del ser humano, fusionando nuestra conciencia con la energía creativa o poder divino que está presente en todo ser humano y, de hecho, en todo el cosmos. Esta amorosa energía o poder que los maestros de Sant Mat denominan Shabad (literalmente significa palabra o sonido) siempre está ahí, pero la mayoría de nosotros no somos conscientes.
La iniciación nos proporciona el método, la técnica de la meditación, para ‘ir al interior’ y establecer contacto con el Shabad. Nuestro progreso hacia esta meta después de la iniciación depende de cuánto esfuerzo pongamos en seguir las instrucciones del maestro. En este sentido, seguir un camino espiritual es como aprender a tocar un instrumento musical, dominar un oficio como la alfarería o aprender un idioma nuevo. Podemos mejorar, podemos progresar, podemos incluso sobresalir, pero el progreso depende de la práctica.
Sant Mat esencial