Cartas espirituales
Con la meditación nuestras tendencias descendentes cambian de dirección: nos volvemos indiferentes a la lujuria, la ira se transforma en tranquilidad, la avaricia en contento, el ego en humildad y el apego en amor verdadero.
Espiritualidad básica
Las tendencias de la mente se orientan hacia fuera; las tendencias del Shabad, hacia dentro. Pero la mente ha estado dominándonos durante miles de vidas, por lo que no es fácil que acepte la sumisión. Sin embargo, poco a poco tendrá que obedecer al Shabad. Después la tarea resultará mucho más sencilla.
Hay que tener en cuenta que obtenemos el Nam no solo en consideración a nuestros deseos y esfuerzos de esta vida, sino también como respuesta a las tendencias que se han estado moviendo en esta dirección por largo tiempo. Estas han llegado ahora a dar fruto y tú has recibido el premio del Nam. La siguiente cosa que has de hacer es desarrollar fuerza interior y demostrar que mereces el premio.
Una razón importante por la que el satsangui no debe preocuparse por su grado de progreso, es que esto activará el intelecto más que la fe, lo cual, generalmente, dispersa a la mente o la esparce en varias direcciones; mientras que se nos exige que concentremos en el Shabad todas las facultades de nuestra mente, a fin de que podamos realizar este viaje con rapidez.
Sí, has de cumplir tus deberes y hacer tu trabajo en este mundo, pero sin dejarte enredar en él. Este es el secreto de la vida feliz.
Para amar al maestro, o a Dios, con el cuerpo, mente y alma, hemos de concentrar toda la atención del cuerpo en el centro del ojo, que es el asiento de la mente y el alma anudadas juntas en el cuerpo. En otras palabras, es imposible amar con todo nuestro cuerpo mientras funcionemos mediante los sentidos; pues entonces la atención está dispersa y no está “toda”, o totalmente, en el centro del ojo.
Únicamente cuando la energía esté concentrada en el centro del ojo, podremos amar con todo nuestro ser. Y el amor no puede ser llamado “puro” en tanto implique a los sentidos. Lo mismo que la percepción directa es una cualidad del alma, así también lo es el amor puro.
Luz divina, carta 126
A algunas personas les lleva más tiempo que a otras llegar a la meta, esto es absolutamente cierto. Por favor, cumple con tus deberes mundanos y persevera amorosamente en la práctica espiritual, y pronto descubrirás que el maestro no está lejos. En realidad, él siempre está con sus discípulos, pero ellos no pueden verle hasta que su mente y su corazón hayan sido purificados en cierta medida. La forma más fácil de hacer esto es el simran, la repetición de los cinco nombres sagrados.
El simran solo, si se persevera en él amorosamente, resolverá la mayor parte de nuestros problemas.
Luz divina, carta 277