La verdad que buscamos
La verdad está dentro de ti y dentro de todo el mundo. Sin esa verdad, no podríamos vivir ni un segundo. Igual que el sol está en el firmamento y sus rayos iluminan la tierra, de la misma manera, la verdad está dentro de nosotros –detrás del foco del ojo– y sus rayos activan todo el cuerpo.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales
A menudo decimos que Sant Mat es un sendero de autorrealización y realización de Dios. ¿Qué es la realización? ¿Qué significa realizar algo?
Comúnmente, “realización” significa que algo ya es un hecho, de por sí real, ya presente; solo que nosotros no lo sabíamos. No nos dimos cuenta. Para nosotros no era real. Por ejemplo, supongamos que estamos muy concentrados llevando a cabo una tarea –cocinando, leyendo, cuadrando nuestro extracto bancario– y nuestro amigo entra en la habitación. No nos damos cuenta, así que nuestro amigo espera. Entonces miramos a nuestro alrededor, sorprendidos, y decimos, “¡Oh! ¡No me di cuenta de que estabas aquí!”.
Sant Mat es un sendero de realización en este mismo sentido. Es una manera de despertar a la realidad más profunda de la vida. Nuestro amigo –nuestro verdadero amigo– está justo aquí, a nuestro lado, y no nos damos cuenta.
El actual maestro nos explica que el Shabad está sosteniéndonos en todo momento. Simplemente no somos conscientes de ello. El maestro nos da un toque de atención: El Shabad nos cuida a cada segundo, a todos nosotros. Estamos bajo la protección del Shabad. El Shabad nos sustenta. El Shabad nos vivifica. El Shabad es lo que somos. Ahora mismo. Sin el Shabad no estaríamos vivos; no existiríamos. En realidad… somos Shabad.
Nuestro ‘viaje’ espiritual simplemente es una cuestión de despertar a este hecho. Realmente no estamos viajando hacia una meta lejana, aunque a menudo usemos esta metáfora. Únicamente nos damos cuenta de lo que ya es una realidad. Aquí mismo. Ahora. Dentro de nosotros. Acerca de nosotros. Para nosotros.
La meditación es la técnica por la cual despertamos a lo que es real. Del flujo de pensamiento incontrolado y disperso que ahora nubla y confunde nuestra percepción de la realidad, gradualmente llegamos a un lugar de claridad y quietud. Nos damos cuenta de quién y qué somos.
Nuestro compañero –nuestro querido y fiel maestro– es nuestro amigo durante todo este proceso. Primero lo vemos como al ser humano que se sienta en el estrado, la persona que nos instruye y responde a nuestras preguntas: un ser humano que posee unas determinadas costumbres, manera de vestir, forma de expresarse, un ser humano que reside en un lugar particular, quizás lejos de donde vivimos nosotros.
Paulatinamente, mediante el proceso de la meditación llegaremos a reconocerle como una presencia. Seremos conscientes de su presencia en nuestra vida, especialmente, y más concretamente, de su presencia en nuestra meditación. La idea de que está en nuestro interior, esperándonos en el centro del ojo, poco a poco se convierte en una realidad para nosotros. No es una simple ilusión, ni un concepto o una doctrina, sino una experiencia.
Nosotros que nos hemos sentido solos durante tanto tiempo, descubrimos que no estamos solos, que nunca hemos estado solos; que él está siempre con nosotros, amándonos. Jamás hemos estado separados de él.
Con la práctica adecuada, con regularidad y disciplina, el discípulo al final se da cuenta de que el maestro y el Shabad son uno. Es entonces cuando se vuelve real la afirmación, repetida a menudo en el satsang, de que el verdadero gurú es el Shabad y el verdadero discípulo es la atención sintonizada con la divina melodía del Shabad.
Cuando a través de su gracia comenzamos a escuchar el Shabad reverberando en nuestro interior, despertamos a la realidad que siempre estuvo ahí. Los místicos nos explican que esta experiencia está más allá de la dicha más grande que la mente pueda nunca imaginar, y más allá del más elevado entendimiento que el intelecto pueda obtener jamás. La magnitud infinita de esa experiencia está más allá de la comprensión humana. Esa es la verdad que buscamos.
Disfrutemos de la realidad que nos rodea y que está dentro de nosotros. Tomemos consciencia para reflejar su esplendor en todo lo que hacemos.
A Wake up Call