El maestro responde
Bendito sea el instante en que encontré al maestro y me entregué a sus pies. Todas mis dudas se han despejado y la tranquilidad se ha establecido dentro de mí. Por su gracia he cruzado el océano de la existencia. ¿Quién podría ser un mayor benefactor, y qué momento el más auspicioso?, pregunta Tuka.
Tukaram:The Ceaseless Song of Devotion
P. ¿No hay otra manera de alcanzar la realización de Dios si no es con la ayuda de un maestro?
R. Hermano, para cualquier cosa que aprendemos en este mundo siempre necesitamos un maestro, alguien experto en esa materia. Hemos conocido a muchos médicos, abogados, ingenieros, y ninguno de ellos ha llegado a ser médico, abogado o ingeniero yendo simplemente al laboratorio o leyendo libros. Incluso después de haber pasado muchos años en facultades y universidades, han tenido que recibir formación práctica antes de avanzar en su carrera. Para el conocimiento mundano y para obtener ganancias mundanas, se necesitan maestros a fin de poder aprender de ellos. Y la espiritualidad es la asignatura más difícil. Por tanto, necesitamos un maestro, un profesor de espiritualidad.
Él nos dice por qué hemos de conocer al Señor, dónde está, cómo encontrarle, qué es lo que nos mantiene alejados de él y la manera de eliminar estas barreras. Podemos llamarle maestro, guía, hermano mayor o amigo. Son solo nombres para poder reconocer a alguien en este mundo. La palabra ‘maestro’ no debe confundirnos. Podríamos llamarle profesor o cualquier otro nombre, pero debemos tener a alguien que nos ponga en el sendero y nos hable sobre él.
Existen muchos obstáculos en el camino. Hay demasiadas tentaciones que pueden desviarnos. A menos que haya una persona que nos guíe y nos ayude a seguir el camino, nunca seremos capaces de andar por él. Esto es lo que sabemos externamente; interiormente es incluso más difícil viajar sin el guía adecuado, sin el maestro apropiado. Hay muchas tentaciones en el interior. Cuando nos concentramos en el centro del ojo para avanzar en nuestro viaje espiritual encontramos muchos escollos. Sin un guía estaremos perdidos.
Si necesitamos un maestro en este mundo para aprender tantas cosas, ¿por qué no íbamos a necesitar un maestro para ir al interior y caminar por el sendero que nos llevará de regreso a nuestro hogar? Si no hubiese existido la necesidad de un maestro, ningún santo hubiese venido a este mundo.
Sabemos la influencia que ejercen las compañías que frecuentamos. Mantener la compañía de personas buenas, nos influencia y queremos ser como ellas. Si estamos con personas malas, nos veremos influenciados por sus malos pensamientos y nos descarriaremos junto con ellas. Así pues, necesitamos a un maestro que nos ayude a crear un ambiente de devoción, a fin de poder seguir ese camino e ir hacia el interior.
Si en este mundo no podemos conseguir nada sin un guía o maestro, ¿cómo vamos a lograr la realización de Dios sin un maestro o guía interior?
P. Maestro, sobre el tema de regresar, ¿es imprescindible volver con el maestro? ¿Podemos alcanzar otros planos superiores con nuestros propios esfuerzos?
R. Siempre necesitamos a un maestro. Estamos tan influenciados por la mente, por los sentidos, que a menos que venga alguien que nos desarraigue de aquí para llevarnos de regreso a él, nunca podremos alcanzarlo. Estamos inmersos en un sueño muy, muy profundo. Estamos todos muertos. Necesitamos a alguien que nos insufle vida. Necesitamos a alguien que nos proporcione el ojo con el que podamos ver en nuestro interior; necesitamos a alguien que nos dé el oído con el que tenemos que oír, alguien que nos dé el agua viva con la que volver desde la muerte a la vida. Cristo hizo referencia a esa agua viva, al ojo interior o único, al oído interior, cuando dijo: Tenéis oídos para oír, pero no oís, pues es con el oído interior con el que escuchamos dentro. Él resucitó a los muertos, es decir, despertó a los que estaban espiritualmente muertos, aunque vivos en un cuerpo humano. Él fue el guía espiritual de su época.
Podemos llamarle como queramos, pero definitivamente necesitamos a un maestro que nos enseñe la ciencia de la espiritualidad. Y es totalmente imposible realizar el viaje interior sin un guía.
M. Charan Singh. Perspectivas espirituales, vol. I