El maestro es un guía espiritual
Desde el momento
en que el satsangui es iniciado,
el maestro cuida interiormente de él.
No le pidas al maestro
nada que sea inapropiado.
Pídele solamente que te mantenga
en contacto con el Nam y con Dios.
M. Sawan Singh, Joyas espirituales
El maestro espiritual no es un mago, doctor, asesor en bolsa, consejero matrimonial o astrólogo. Él es un guía espiritual.
Mediante la práctica de la meditación diaria, repitiendo el simran durante el día y siguiendo las instrucciones que nos dan en el momento de la iniciación, desarrollaremos lenta y gradualmente un nivel de ecuanimidad que nos permitirá pasar por los altibajos de la vida sin perder nuestro equilibrio. La paz mental y la confianza provienen de la práctica espiritual. El entendimiento nos ayuda a comprender que todo lo que sucede es solo el resultado de nuestra propia cuenta kármica. Lenta y gradualmente llegamos a apreciar interiormente como el maestro siempre nos está dando su apoyo.
Podemos pasar por grandes desafíos en la vida. Podemos afrontar circunstancias realmente dolorosas. Sin embargo, si somos constantes en nuestra meditación, podemos ser capaces de mantener paz en nuestro interior a pesar del dolor. Podemos incluso desarrollar una conciencia creciente de que la gracia del Señor está sosteniéndonos cuando atravesamos los problemas.
Hay dos maneras diferentes de pedirle al maestro que ‘agite su varita mágica’:
Una es pedirle que cambie las circunstancias de nuestras vidas.
La otra es obedecer sus instrucciones.
Al quejarnos y rogarle que cambie las circunstancias de nuestras vidas, continuamos siendo infelices. ¿Porqué? Porque las circunstancias no cambiarán. Y de esta forma también debilitamos nuestra fuerza de voluntad.
Simplemente obedeciendo las instrucciones del maestro y con la práctica espiritual, poco a poco, nos daremos cuenta de que esa presencia divina nos apoya en todas las circunstancias de la vida; la felicidad y la paz mental que obtendremos nos parecerán más poderosas que cualquier ‘varita mágica’.
A Wake up Call
Amigo mío, vive en la voluntad del maestro
y mantenla cerca de tu corazón.
Considera un favor lo que el maestro haga
y acepta de corazón lo que diga.
¡Oh inconsciente!, aprende lo que es gratitud.
Él te dará dicha o dolor,
lo que en su sabiduría considere mejor.
Tu condescendencia con los placeres sensuales
es perversa, y en aras al amor que siente por ti
puede reprenderte,
pero no puedo dejar de insistir lo suficiente:
dale las gracias a cada momento,
pues si no es el maestro nadie te puede ayudar.
Soami Ji, Sar Bachan Poetry