El maestro responde
P. Maestro, un hombre que tenga deseos no es libre. Voy a abandonar Dera y la próxima semana estaré de nuevo en mi hogar. Sé que a partir de ahora voy a tener aún mayor deseo de verte en mi meditación. ¿Es esto ser libre?
R. ¿Te gustaría liberarte de ese deseo? El propósito de la meditación es estar siempre con el maestro. Ese es el propósito del maestro, y ese deseo crece y crece con la meditación. Como dijo Cristo, bienaventurados los afligidos porque ellos serán consolados. ¿Cuándo nos afligimos? Cuando sentimos la separación por no estar junto a aquel que amamos. Entonces nos afligimos. Solo cuando estemos plenos de esa clase de amor, devoción y deseo de estar con el maestro, descansaremos del nacimiento y la muerte. Y este deseo crece y crece. A pesar del dolor que conlleva, hay algo en ello de lo que no desearás liberarte.
M. Charan Singh. Muere para vivir
P. En Cartas espirituales, Baba Jaimal Singh le dice al Gran Maestro: “Por lo tanto, para saldar su cuenta mundana, el maestro perfecto separa físicamente al amoroso discípulo de él, pero nunca del Shabad”. ¿Significa esto que es más fácil saldar nuestra cuenta kármica cuando estamos físicamente separados del maestro?
R. Veamos, tenemos la oportunidad de valorar nuestro amor y devoción cuando estamos enfrascados en las actividades del mundo, las posesiones materiales y el amor mundano. En ese ambiente es cuando sabemos si realmente echamos de menos al maestro o no. En presencia del maestro, sentimos siempre que lo amamos porque no hay nada que nos separe y estamos cargados de amor y devoción. ¿Pero qué profundidad tiene? Solo podemos saber si realmente le echamos de menos, y tenemos el mismo sentimiento de amor y devoción por el maestro, cuando estamos separados de él y completamente ocupados en las actividades y apegos del mundo. Si entonces todavía anhelamos su forma física, podemos tener seguro que realmente lo amamos. Si fuera de su vista lo olvidamos, entonces podemos imaginar la profundidad de nuestro amor. Eso es lo que Baba Ji está intentando decirle a Maharaj Ji: sabrás cuánto me amas cuando estés lejos de mí.
P. Maharaj Ji, ¿cómo podemos estar contentos en nuestra separación?
R. Cuando estamos llenos de amor y devoción por el Padre y queremos convertirnos en uno con él, somos los más felices porque es una bendición especial del Padre el que esté tirando de nosotros desde dentro. A menos que tengamos sed, nunca intentaremos buscar agua. Solo el que está sediento corre a buscar un pozo; aquel que no tiene sed, no le preocupa el agua. A menos que el Padre nos conceda ese sentimiento de separación, ese anhelo, ¿cómo vamos a llegar a ser uno con él? Por lo tanto, eso es una rara bendición. Si es tan bondadoso como para darnos la separación y el anhelo, también lo es para hacernos uno con él. Eso significa que no nos ha olvidado, que tira de nosotros desde el interior. Y del mismo modo que tira desde el interior, también nos hará uno con él.
P. ¿Le desagrada al maestro que corramos tras su forma física, en lugar de dejar que el maestro interior vaya detrás de nosotros?
R. Si todo el mundo empieza a correr tras el maestro, ¿dónde se esconderá el maestro? ¿Adónde irá? Tenemos que mantener la disciplina. Esta búsqueda exterior no nos lleva a ninguna parte. Debemos tratar de correr en el interior y estar con el maestro siempre, de modo que no pueda ocultarse en ningún lado. Debemos buscar dentro. En el exterior podemos obtener ayuda y fortalecernos unos a otros, pero ese correr fuera tras el maestro no nos lleva a ninguna parte.
El verdadero amor y devoción deben orientarse al interior, hacia la meditación. Eso es realmente amar al maestro. Correr tras él, no es amarle en absoluto. No podemos controlar nuestras emociones, e intentamos copiarnos unos a otros. Pero debemos tratar de desviar toda esta energía hacía el interior, hacia la verdadera forma del maestro. ¿Cuánto tiempo vamos a estar corriendo fuera?
Cuando el maestro no está físicamente con nosotros, desviaremos nuestra energía hacia el interior, y una vez que lleguemos a su forma radiante, entonces nunca podrá alejarse de nosotros; siempre estará con nosotros. El propósito de la forma física es llenarnos de amor y devoción por el Padre. Pero luego tenemos que usar ese amor y devoción para llegar al Padre, no desperdiciarlo. Y para llegar al Padre, tenemos que buscarlo dentro, no en ningún lugar externo. Por lo tanto, se debe tratar de correr en el interior más que en el exterior.
M. Charan Singh. Spiritual Perspectives, vol. III