¿Qué es progreso espiritual?
El efecto de la meditación estará ahí: te sentirás contento y feliz en tu interior, sentirás esa paz y esa bendición, y cambiará tu actitud hacia la gente y hacia la vida. Te conviertes en una persona mejor.
M. Charan Singh. Muere para vivir
Estamos acostumbrados a buscar resultados en todo lo que hacemos en el mundo. La búsqueda de estos resultados nos mantiene ocupados e involucrados en nuestros quehaceres mundanos; sabemos que para que nuestro esfuerzo dé un resultado, hemos de cumplir con nuestro deber. Así, en nuestro planteamiento de la meditación, pensamos: Cuanto más esfuerzo ponga, más resultados obtendré. Soami Ji plantea este asunto de manera clara e inequívoca:
El fruto de las acciones mundanas se manifiesta claramente en el jiva [ser vivo] y, por lo tanto, se enreda fácilmente en el mundo. Pero el fruto del parmarth [trabajo espiritual] queda oculto y, por consiguiente, el reconocimiento de su valor se desarrolla lentamente.
… Como señala Soami Ji, no podemos ver el resultado del trabajo espiritual. Puede que haya resultados visibles o puede que no; no lo sabemos. Parece que algunos de nosotros no solo esperamos resultados, sino que los queremos de inmediato. ¡Iniciación hoy, iluminación mañana! En este camino de por vida en el que el esfuerzo no parece estar vinculado con ningún resultado visible, esta actitud nos causará una gran decepción.
… Al practicar la meditación, no solo buscamos resultados, sino que también creemos saber cómo deberían ser esos resultados. El progreso espiritual, creemos, es ver la luz interior y escuchar la divina melodía; y si esto no ocurre decidimos que estamos fallando en la meditación. Y con demasiada frecuencia, nos desmoralizamos. Puede que incluso dejemos de meditar pensando que la meditación no está hecha para nosotros.
Se cuenta una leyenda de que una vez el diablo decidió vender algunas de sus viejas herramientas. Un hombre se detuvo para ver qué había en venta. Había muchas herramientas elegantes, brillantes y sofisticadas. Pero debajo del montón había una pieza pequeña en forma de cuña. Era de un color marrón opaco y no parecía gran cosa, así que el hombre se acercó al diablo y le preguntó qué era. El diablo le dijo: “Oh, no, esta no te la puedo vender. Es mi mejor herramienta. ¡No puedo prescindir de ella! Se llama desánimo”.
El problema de buscar el progreso espiritual es que presuponemos que sabemos cómo es el progreso espiritual. ¿Sabemos realmente lo que es? Si experimentásemos progreso espiritual, ¿lo reconoceríamos?
… ¿Somos conscientes de que nuestra constante dedicación a la práctica de la meditación, día tras día, es la prueba más clara de que el Señor nos está atrayendo hacia él?
El actual maestro ha dicho: La experiencia de cada uno será diferente porque su enfoque es diferente, no podemos generalizar. ¡Recordemos la historia de aquellos hombres a los que se les pide que con los ojos vendados toquen a un elefante e identifiquen qué es! Todos perciben algo diferente.
Cuando los iniciados se quejan de que no ven ni escuchan nada en su meditación, el maestro responde de forma jocosa: ¿Quieres luces y sonidos? ¡Ve a una discoteca! Allí está lleno de luces y sonidos.
Puede que no veamos ningún progreso simplemente porque estamos mirando en la dirección equivocada. Puede que lo que busquemos esté claramente a la vista, pero no lo podamos ver.
¿Cabe la posibilidad de que nos hayamos hecho un poco más conscientes de nuestras debilidades? ¿No es esto progreso? Lo que antes considerábamos nuestra fuerza, puede que ahora veamos claramente lo que es: un defecto. ¿Estamos un poco más satisfechos o somos un poco más felices y estamos en paz con nosotros mismos? Tal vez las preocupaciones y responsabilidades que solían abrumarnos son más llevaderas a medida que desarrollamos la confianza en el maestro. ¿No es esto progreso?
El poder de la meditación diaria es indescriptible para quienes la practican. Lenta y gradualmente sentimos un cambio en nuestro interior. La meditación estabiliza la mente y nos prepara para enfrentar las adversidades y calamidades con valor, y con fortaleza y claridad. Le dediquemos o no tiempo a la meditación diaria continuaremos sufriendo las adversidades de la vida, pero aquellos que dedican las dos horas y media diarias a la práctica de la meditación pueden encontrar, mientras pasan por las adversidades, que la claridad y paz mental remplazan lentamente la confusión y la agitación.
¿No es eso progreso espiritual?
Extractos del libro Una llamada al despertar