El maestro responde
No puedes afirmar que, exactamente desde el primer día, serás capaz de concentrarte y ser una con el sonido. Es una lucha constante con la mente, y cada paso es un paso adelante.
M. Charan Singh. Muere para vivir.
P. ¿Tiene el maestro el poder para ayudar al discípulo a abrir el ojo interior mientras el discípulo está meditando, o es simplemente que tenemos que purificarnos todo lo necesario hasta que se abra automáticamente, y entonces el maestro nos ayuda a abrirlo?
R. Hermano, intervienen ambos factores. Nosotros tenemos que poner el esfuerzo, y la gracia del maestro está siempre presente. Mi maestro solía decirnos que si el discípulo da un paso hacia adelante, el maestro da diez pasos para recibirle. Si nosotros damos diez pasos, él da cien pasos para recibirnos. Si somos sinceros y honestos en nuestra devoción, en nuestros esfuerzos, él nunca retiene su gracia. Está siempre presente.
P. Maestro, hacer simran constante todo el día cuando no estamos haciendo nada difícil que requiera concentración, es también una forma de meditar, ¿no es cierto?
R. Hermana, cualquier cosa que hagamos para conseguir nuestra meta es parte de la meditación. Verás, cuando nace un niño, tiene que pasar por muchas fases en la vida, fases del desarrollo, antes de empezar a correr. No nace y empieza a correr. Cada pequeño paso que da el niño después de su nacimiento supone un progreso para él.
De modo que después de la iniciación, todos los esfuerzos que hagamos –hacer simran, leer libros de Sant Mat, asistir a reuniones, tener buenas conversaciones, convertirnos en una fuente de fortaleza entre nosotros, llenarnos mutuamente de amor y devoción por el Padre–, todos son poderosos esfuerzos en nuestro desarrollo espiritual.
Tenemos que continuar y dejarlo en manos del Padre. Solo debemos continuar. Todo es meditación mientras progresemos hacia nuestro objetivo. Por eso digo que la meditación es un modo de vida. La meditación no es encerrarnos dos horas y media en una habitación para luego olvidarnos. Es un modo de vida. Cambia todo nuestro patrón de vida. Cambia nuestra actitud ante la vida. Eso es meditación.
P. ¿Obtendremos méritos incluso si no oímos el sonido?
R. Cualquier minuto que pasemos en el amor y la devoción al Padre va en nuestro haber. Es un escalón para avanzar. Estamos progresando, tal vez a la velocidad de una hormiga, pero estamos progresando. Cualquier pedacito de amor y devoción por el Padre va a nuestro haber.
P. ¿Existen diferentes niveles del sendero espiritual y a medida que progresamos vamos ascendiendo?
R. Verás, cuanto más progresemos, más crecerá nuestro amor. Cuanto más permanezcamos en el sendero, más llenos de amor y devoción por el Padre estaremos, y cuanto más sintamos su separación, más trataremos de unirnos con él.
P. En la medida en que negamos a la mente, por así decirlo, ¿en esa medida estamos mostrando al menos algún progreso?
R. Hermano, el hecho de que un satsangui tenga esa comprensión es en sí mismo un signo de progreso. Por lo tanto, esforzarnos por eso es progresar. Y lograrlo es aún mayor progreso. Fundirnos de nuevo en él es el mayor progreso.
P. ¿Por qué varía tanto nuestra disposición para hacer bhajan y seguir los principios de Sant Mat? A veces nos sentimos muy capaces de meditar y luego, por alguna razón inexplicable, no podemos hacerlo.
R. Todos tenemos altibajos.
P. ¿Deberíamos sufrirlo, sentirnos culpables, o…?
R. Nunca deberíamos sentirnos culpables. Simplemente deberíamos hacer lo posible por dedicar más tiempo a la meditación y esperar a que pasen esos días adversos.
M. Charan Singh. Perspectivas espirituales, vol. II