La belleza oculta del alma
Solo el alma es eterna en el cuerpo, por lo tanto, debemos hacer nuestro mayor esfuerzo para conocer todo lo que podamos sobre ella.
M. Sawan Singh. Philosophy of the Masters, vol. I
La vida humana se obtiene mediante la transmigración gradual desde las diferentes especies de plantas, aves y animales hasta la cima de la creación. A los seres humanos se nos considera la cima de la creación porque podemos discernir entre el bien y el mal. Cada pensamiento, palabra y acción crea karma: los pensamientos, palabras y acciones buenas se manifiestan como karmas positivos, y los pensamientos, palabras y acciones dañinas, como karmas negativos. Finalmente, cada ser humano tiene que someterse a la esclavitud de los karmas que él o ella ha creado a través de sus acciones individuales.
Nuestros karmas han ensombrecido nuestro verdadero ser.
Tomemos como ejemplo una tetera que no se ha limpiado nunca; las capas de suciedad se acumulan sobre ella y hacen que parezca negra. Cuando la tetera está completamente limpia –fregada, enjuagada y abrillantada–, su verdadera calidad, lustre y brillo aparecen de nuevo. Su belleza siempre estuvo allí; simplemente estaba escondida, oculta.
Con nosotros pasa lo mismo: cuando estemos limpios de deseos, apetencias y pensamientos, nuestra divinidad brillará. Siempre hemos formado parte de la divinidad, pero está enterrada, cubierta por capas de deseos y pensamientos negativos. La realización espiritual significa adaptarse a aspiraciones y pensamientos más elevados. Es una manera de descubrir al alma, que ha estado oculta bajo diferentes envolturas.
Con cada ciclo de nacimiento y muerte, el alma continúa evolucionando, y mediante la práctica espiritual elimina los karmas, hasta que finalmente consigue la realización divina y se funde con su origen.
… Si no saldamos nuestras deudas kármicas, el alma será enviada una y otra vez de vuelta al ciclo de nacimiento y muerte. La evolución del alma continúa incluso en el nacimiento humano. Esa evolución consiste en transformarnos a nosotros mismos y eliminar el karma, creando una conexión divina con un guía iluminado que nos enseñe el arte de la meditación. La práctica de la meditación purifica nuestra alma devolviéndole su naturaleza espiritual original, que es la esencia de nuestro verdadero ser.
Conceptos e ilusiones