El despertar espiritual
¿Por qué soportar las cargas de la vida
sobre tu alma cuando, por la devoción,
puedes fundirte en el Señor?
Sultán Bahu
El siguiente episodio de la vida del príncipe Siddhartha, ilustra las experiencias vitales que le llevaron a la renuncia de su lujosa vida en el palacio real para buscar la iluminación espiritual:
Un día, una comitiva de mujeres que entretenía al príncipe le habló de un encantador jardín botánico cerca de la ciudad. Sintiéndose como un elefante confinado dentro de una casa, el príncipe se propuso hacer una excursión fuera de la ciudad y pidió al cochero que preparara su carruaje. El rey se enteró de los planes del príncipe y ordenó a sus hombres que organizasen una excursión placentera para el príncipe, despejando el camino real de escenas desagradables para que nada perturbara la mente del príncipe.
Pero he aquí que mientras el príncipe viajaba en su carruaje, vio a un anciano encorvado, temblando de debilidad y caminando lentamente con la ayuda de un bastón. El príncipe se sorprendió al ver a un hombre así y le preguntó a su cochero por qué el cuerpo de aquel hombre, su pelo, sus dientes y toda su figura tenía tan mal aspecto. El conductor le explicó al príncipe lo que sucede cuando se envejece, y señaló que todos estamos sujetos a la vejez; nadie está libre de ella. Se relata que Siddharta fijó su mirada en el anciano, suspiró profundamente y sacudiendo la cabeza dijo:
“Entonces, es así como de manera indiscriminada la vejez destruye la memoria, la belleza y la fuerza de todos. Y, sin embargo, la gente ante una situación tan difícil continúa imperturbable. Ya que tal es nuestra condición: se acabó la excursión al jardín botánico. Dale la vuelta a los caballos, cochero, y regresa rápidamente a casa”.
Otro día, mientras el príncipe proseguía con su segunda excursión placentera, se encontró con un hombre enfermo (…) El príncipe miró al hombre con gran compasión. Por su cochero supo que la enfermedad y las dolencias son comunes a todos, y dijo en voz baja:
“Entonces, esta es la calamidad de la enfermedad que afecta a las personas. El mundo lo ve y, sin embargo, no se despoja de su orgullo. Profunda, realmente, es la ignorancia de las personas que buscan alegría permanente bajo la constante amenaza de la enfermedad. Basta ya de esta excursión de placer: dale la vuelta al carruaje, cochero, y regresa directamente al palacio. Al escuchar hablar del peligro de la enfermedad, los placeres le repugnan a mi mente y parece sumirse en sí misma”.
En la tercera excursión, el príncipe vio un cadáver; por lo que el conductor le explicó el significado de la muerte, señalando que la muerte no perdona a nadie. El príncipe estaba consternado y dijo con voz angustiada:
“Este es el final fijado para todos, sin embargo el mundo se despoja del miedo y hace caso omiso. Ciertamente el corazón de los hombres se ha endurecido, pues se sienten muy a gusto incluso mientras caminan por el sendero hacia la destrucción: dale la vuelta al carruaje, cochero. Este no es el momento ni el lugar para una excursión placentera. ¿Cómo podría un hombre inteligente ignorar la hora del desastre, cuando sabe de su inminente destrucción?”.
Buda y los maestros budistas se refieren en muchas ocasiones a la naturaleza transitoria del mundo y la vida; intentan despertarnos para que busquemos el estado de la inmortalidad. Se cuenta que fue la visión de la vejez, el sufrimiento, la enfermedad y la muerte lo que alejó al príncipe Siddhartha de los placeres del mundo y lo llevó al camino de la iluminación. Presenciar una sola vez cada uno de estos fenómenos comunes, fue suficiente para que el príncipe en su suma pureza y aguda percepción se apartase de la naturaleza transitoria y efímera de la vida, e inmediatamente tomara la firme determinación de buscar un estado más allá del cambio, la decadencia y la destrucción; el estado de la inmortalidad.
Aunque nuestra vida humana es excepcional, inestimable y dotada de un inmenso potencial, es corta y frágil. Por lo tanto, nos hacemos un flaco favor a nosotros mismos al gastar nuestro tiempo limitado en búsquedas superficiales. Siendo la vida tan incierta, es un grave error pensar que la vejez y la muerte están todavía lejos, y permitir que los pocos momentos de nuestra vida pasen en la dilación y la ociosidad. Buda nos da a conocer la cruda realidad de la vida y nos advierte de que seamos conscientes de nuestro verdadero trabajo en este mundo transitorio.
Extractos de Buddhism: Path to Nirvana
Cuando se recogen las flores de la vida,
nuestra mente se distrae,
y mientras los placeres continúan sin satisfacerla,
la muerte nos derrota…
Sabiendo que este cuerpo es como espuma,
y considerando su ilusoria naturaleza,
deberías trascender la mirada del rey de la muerte,
y romper la florida trampa de Mara (el tentador).
Dhammapada, citado en Buddhism: Path to Nirvana