Cartas espirituales
¿Por qué siempre cedes a las peticiones de
la mente? Expulsa todos los deseos que te
mantienen atado al mundo. Disipa ahora todas
tus dudas y supersticiones y vive la experiencia
de ese hogar cuyo esplendor es único.
Soami Ji, Sar Bachan Poetry
… El Creador es la existencia, el conocimiento y la felicidad –o el poder, la sabiduría y el amor–. El alma es un átomo o chispa de esta esencia de existencia que aprisionada en sus capas de mente y materia, forma al ser humano individual. Si se quitaran las capas que cubren al individuo, el alma quedaría desnuda y podría conocer a su Creador. El individuo se conocerá a sí mismo al conseguir la ‘autorrealización’, y también conocerá a su Creador. Cubierta por sus capas, el alma solo se entera de su fuente por los demás, o lee sobre el Creador en los libros; intenta imaginar y dibuja cuadros ficticios para satisfacer su curiosidad intelectual. También inventa credos.
Si se cubriera una linterna con un paño fino de seda, su luz se oscurecería. Si se añade otra envoltura de un tejido más grueso encima de la seda, la luz desaparecerá y la linterna dejará de servir como linterna. El ser humano se parece mucho a una linterna cubierta. Hay luz en su interior; también está en él la chispa de la existencia pura, del conocimiento y de la felicidad, pero las envolturas de la mente y la materia disminuyen su luz y camina a tientas en la oscuridad. La verdadera existencia se degrada y se manifiesta en él como razón, intelecto e instinto. La felicidad degenera en fugaces experiencias de placer y dolor.
Cubiertos por nuestras oscuras envolturas, somos incapaces de comprender nuestro origen. Y en la medida en que consigamos retirar estas envolturas, depende el grado de nuestra capacidad para comprender nuestra fuente. Estas observaciones sobre los libros, el Creador, el individuo y la corriente del sonido, nos ayudarán a contestar tus tres inquietudes:
La morada original a la que tantas veces nos hemos referido y de la que venimos; ¿Por qué hemos abandonado esa morada? y ¿volveremos alguna vez a abandonarla de nuevo?
El individuo, tal como está constituido ahora, es incapaz de comprender lo que ocurrió o está ocurriendo en la fuente original. Los santos que vienen de ese extremo y que acceden a él a voluntad, saben lo que ocurre allí, pero por la misma naturaleza de las cosas encuentran dificultades para ofrecerle información al individuo en este extremo. Intentan, de diferentes formas, satisfacer a los que les escuchan. Algunos se convencen y otros no. No importan las respuestas que se den a estas preguntas, siempre podemos encontrarles fallos e incluso en el caso de que la razón y el intelecto queden convencidos, siempre persiste la necesidad de convertir la teoría en experiencia real y en realización personal.
Pero la cuestión es que los santos no desean satisfacer a la gente con palabras vacías. Se ofrecen para llevar al investigador hasta el otro extremo, y de esta manera darle un conocimiento de primera mano. Lo bueno es que en aquel extremo no surgen estas preguntas. Por lo tanto, si el curioso que pregunta tiene un poco de paciencia y de fe, la mayoría de sus preguntas se responderán automáticamente a medida que aumente su experiencia.
Joyas espirituales, fragmento carta nº 157
… Debemos hacer el simran y el bhajan no como un asunto de rutina hecho de mala gana o como una obligación, sino con amor y con un gran interés.
La naturaleza humana es débil. Está llena de debilidades, y nos damos cuenta de la debilidad de la naturaleza humana cuando practicamos el Surat Shabab Yoga. Estas debilidades se presentan de todas las formas imaginables e interfieren en la concentración. Pero se superan, una a una, con la ayuda del maestro y de la corriente del sonido; con cada centímetro de retirada de la corriente desde el cuerpo hacia el foco. La debilidad de la naturaleza humana cede el lugar a la fortaleza, y cuando la atención se ha desapegado de los centros de los órganos sensoriales, los sentidos dejan de funcionar en este mundo material de forma fortuita y son controlados.
La mente es nuestra única enemiga. Está con nosotros para mantenernos fuera del foco del ojo. Nos damos cuenta de su poder cuando practicamos el simran y el bhajan.
… No te desanimes y lucha valientemente. La batalla acaba de empezar. La mente no es más fuerte que la corriente del sonido. El maestro está contigo. Está observando todas tus acciones. Está dispuesto a luchar tus batallas junto a ti. Acepta su ayuda. Ten fe en él. Lucha contra la mente y vencerás.
Joyas espirituales, fragmento carta nº 210