El maestro responde
Se te conoce por robar el corazón,
la gloria de tu asociación es incomparable.
Estoy prendado del misterio que te rodea:
permaneces oculto bajo un velo,
aun así tu luz brilla por toda la creación.
Sarmad, Martyr to Love Divine
P. Maharaj Ji, si hablamos mentalmente con nuestro satgurú como si le habláramos a un amigo, ¿supone eso algún enriquecimiento espiritual?
R. La única ventaja consiste en que mientras estamos hablando mentalmente con nuestro maestro no estamos hablando mentalmente con otras personas, y de ese modo impedimos que nuestros pensamientos se dispersen por el mundo. Entonces resultará más fácil concentrarse espiritualmente en el centro del ojo. Si dejamos que nuestros pensamientos se extiendan por todo el mundo, naturalmente tardaremos algún tiempo en retirar la conciencia al centro del ojo. Así que siempre es mejor permanecer dentro de uno mismo, o permanecer dentro de nuestro maestro, vivir dentro.
P. Maharaj Ji, ¿es posible para un discípulo entregarse al maestro sin la meditación?
R. No creo que sea práctico. La pregunta es, ¿qué es el maestro? El maestro no es el cuerpo, es el Shabad interior. ¿Cómo podríamos fundirnos en él sin la meditación? Como he dicho, el maestro es el Shabad, la melodía divina que está en el interior de cada uno de nosotros, y tenemos que fundirnos en el Shabad para convertirnos en ese ser. ¿Cómo lo podemos hacer sin atender nuestra meditación?
El amor nos ayuda a meditar. El amor nos fuerza a meditar. Cuando se quiere a alguien, nos gusta estar siempre con esa persona. Si amamos al maestro y está dentro de nosotros, pondremos todos nuestros esfuerzos en estar con él, porque sin él nos sentimos desasosegados. Queremos estar con él. Como dijo Cristo, ‘ahora sabes el camino’. Cuando sabemos el camino a nuestro destino, hacia nuestro hogar, tenemos que seguirlo si queremos llegar allí. No puedo decir que no seguiré el camino si quiero llegar a casa.
La meditación es la única forma de seguir el sendero. Y el amor nos empujará y nos atraerá hacia nuestro destino. Eso es esencial. Pero el amor sin la meditación es solo una emoción. A veces se siente, a veces no. A veces nos sentimos llenos de devoción, a veces sentimos que estamos completamente en blanco. Con la meditación desarrollamos el amor que viene con la experiencia, con la convicción. La meditación arraiga profundamente las raíces de nuestro amor y nadie puede hacernos tambalear.
P. Maestro, ¿es posible amar al maestro?
R. ¡Es posible! Veamos, hay muchas relaciones de amor, pero ninguna es fuerte, ningún vínculo es tan fuerte como el de un discípulo y un maestro. Ningún amor es tan fuerte como el del discípulo y el maestro.
Spiritual Perspectives, vol. II
El hombre comete un error
teniéndose en tanto valor.
¿Qué son sus decisiones,
sus ideas y esfuerzos, trabajo y dolor?
¿Acaso no son sus hechos
como los hados conspirando contra él?
¿No es su pasado su propia ruina?
No hay escapatoria
de la rueda de nacimientos y muertes
excepto tu clemencia salvadora,
¡tu gracia y tu mirada!
¡Oh Señor! No me abandones a mí mismo;
por mí mismo no puedo ni hablar
ni guardar silencio.
No me abandones a mis fuerzas;
por mí mismo no puedo ni rezar
ni entregarme a ti.
No puedo entender la vida ni la muerte.
Por mi propio poder
no puedo ser un mendigo ni un rey;
no me abandones a mí mismo,
pues solo no puedo ganar mi alma
ni el conocimiento de tu Ser.
No me abandones a mí mismo,
pues soy incapaz de cruzar
el mar de los cambios.
Yo no puedo, ¡oh Señor!
No me abandones a mí mismo,
pues soy incapaz de cruzar
el mar de los cambios.
Yo no puedo, ¡oh Señor!
Gurú Nanak, sus enseñanzas místicas, Jap Ji, p.7