Insólitas creencias
¿Cuál es el concepto del alma? Hemos visto
morir a mucha gente. Pero ¿hemos visto
alguna vez salir algo del cuerpo a la hora
de la muerte, o sabemos de algún testigo
que lo haya visto? No tenemos ningún
concepto del alma, y eso quiere decir que
no tenemos ningún concepto de nosotros
mismos. Entonces, ¿cómo podemos tener algún
concepto del Señor?
M. Charan Singh, The Master Answers
Nos consolamos con interpretaciones erróneas de lo que leemos en la literatura de Sant Mat, la más insólita de ellas es la creencia de que una vez que seamos iniciados tendremos como máximo cuatro nacimientos. ¡Esto es un gran error!
Se cita al Gran Maestro respecto de su afirmación en el libro La llamada del Gran Maestro: “No se necesitan más de cuatro nacimientos…”. ¡Sí, el maestro realmente dijo eso! Es fácil para nosotros malinterpretar las palabras de un maestro porque nuestra perspectiva es limitada. ¡Las palabras del maestro tienen una profundidad e intensidad –una divinidad– que está más allá de nuestra comprensión!
Los maestros se expresan de diversas formas en momentos diferentes para llegar a la gente de su tiempo, pero el mensaje en sí no varía. Los maestros expresan el mismo mensaje a través de diferentes épocas.
El maestro se refiere a nuestra vida después de la iniciación como una ‘vida meditativa’; una vida en la que seguimos sus instrucciones de meditar todos los días y vivir estrictamente dentro de los otros votos a los que nos comprometemos.
Fijémonos en la confianza implícita que el maestro deposita en sus discípulos: Tiene la fe en que una vez iniciados sus discípulos cambiarán, canalizando su vida materialista hacia una vida meditativa, una vida espiritual. El maestro no duda de nuestro afán e intención. Él cree en nosotros. Así que dice que una vez iniciados, si vivimos en la meditación, solo entonces, después de un máximo de cuatro vidas podremos alcanzar la liberación y llegar a Sach Khand.
Tenemos que comprender el significado: meditación, no significa estar sentados en un cojín mirando el reloj, repitiendo el simran de forma mecánica de vez en cuando.
Simplemente estar iniciado no garantiza la realización de Dios y la liberación espiritual dentro de un término de cuatro vidas. Tenemos que entregarnos a la meditación. Si solo el hecho de ser iniciado garantizara la liberación, entonces:
¿Por qué los maestros nos recuerdan tan persistentemente que meditemos? Si tan solo la iniciación fuera la clave para la salvación, ¿por qué molestarse en despertarse a horas tan tempranas: las tres de la madrugada? ¿Por qué pasar por la tortura de estar sentados durante dos horas y media todos los días?
¡La iniciación es el medio; la meditación es el fin!
Vivir en un ‘estado meditativo’ durante cuatro vidas garantizará nuestra salvación, no solo recibir la iniciación. La meditación es la única solución y la única manera.
Si tenemos la llave de la puerta de nuestra casa, mover la llave en nuestro bolsillo y esperar que la puerta se abra mágicamente es una locura. Debemos poner la llave en la cerradura para que se abra. Si un médico nos prescribe medicamentos para una enfermedad y compramos la medicina pero no nos la tomamos, ciertamente nuestra enfermedad no se curará. Podemos adquirir un libro, pero si no lo leemos no es de ninguna utilidad; es tan solo una pertenencia. Es la lectura del libro lo que nos beneficiará, no el hecho de tener el libro. Lo mismo ocurre con la iniciación. Es necesario que pongamos la iniciación en acción meditando: si no lo hacemos, la iniciación no tiene utilidad.
Tenemos la extraordinaria capacidad de convertir los conceptos que nos conviene en interpretaciones de lo más inventivas, pero eso no los convierte en verdades. Swami Vivekananda dijo: “Incluso los devas (dioses) tienen que descender nuevamente y alcanzar la salvación por medio del cuerpo humano”.
Y Kabir dice:
Incluso los devas anhelan tener este cuerpo.
Así que mediante este cuerpo tuyo,
realiza tu devoto servicio al Señor.
¡Palabras profundas! Incluso los devas tienen que nacer en la forma humana para alcanzar la salvación. ¡La forma humana es suprema! Mediante la forma humana tenemos la capacidad de meditar, y así purificar y purificar nuestra alma. El único criterio para liberarnos del ciclo de la existencia es la meditación.
Concepts & Illusions, A Perspective