¿Qué es vivir en su voluntad?
Quien vive absorto en el simran siquiera un
instante, vive en eterna bienaventuranza.
Gurú Arjan. Citado en Kabir, el tejedor del Nombre de Dios
Los santos nunca vienen a este mundo para hacer de él un cielo o un paraíso. Solo vienen a sacarnos de este lugar de adversidad, a liberarnos de este lugar de lo bueno y lo malo, que está lleno de altibajos, de ricos y pobres, y cosas semejantes. La única finalidad de su venida es devolvernos al Señor. Si nos propusiéramos resolver nuestros problemas en el mundo, jamás lo conseguiríamos; pero los santos nos ofrecen ciertos asideros o palancas, un método de meditación mediante el cual podemos remontar esos problemas. Si quisiéramos arrancar todas las espinas del mundo, no lo conseguiríamos. Pero calzando unas resistentes botas, esas espinas no nos lastimarán los pies. Los santos nos arman con la meditación (las botas resistentes), así que no nos inquietarán en absoluto los altibajos de la vida. Alcanzamos ese estado, ese nivel, en el que las situaciones mundanas no nos hacen felices ni desdichados.
La verdadera felicidad solo podremos tenerla cuando nos hayamos unido nuevamente con el Señor. Por tanto, mientras estamos en este mundo hemos de amoldarnos a los vaivenes de la vida; unas veces somos ricos, otras pobres; ahora somos felices, después nos sentimos desgraciados. Pero no debemos perder la calma. Mantengamos continuamente nuestros pensamientos en la meditación. Por eso, los santos nos aconsejan que permanezcamos en su voluntad. Que aceptemos los karmas de buen grado, manteniendo nuestra atención en la meditación. Eso es vivir en su voluntad.
¿Por qué es tan importante permanecer en su voluntad? Si debido a nuestros karmas buenos nos entregamos a los placeres sensuales y a las ambiciones mundanas, nos olvidaremos del Señor. Si por causa de nuestras adversidades, de nuestros malos karmas, nos inquietamos, lloramos, gritamos y nos quejamos de nuestros males, en este caso también nuestros pensamientos se dispersan por el mundo, y así nunca podremos meditar. Entonces, ¿cuándo vamos a meditar, si lo bueno y lo malo siempre estará aquí mientras vivamos en este cuerpo? De aquí que los santos nos aconsejan que mantengamos constantemente nuestra atención en el Señor, tanto si estamos cosechando los frutos de los karmas buenos, como si nos encontramos sufriendo los resultados de los karmas malos. Esto es lo que se denomina bhana. Tenemos que permanecer en su voluntad. Tenemos que someternos incondicionalmente a su voluntad.
Sea cual fuere nuestro karma de destino, bueno o malo, hemos de pasar por él. Pero te aseguro que por medio de la meditación, nuestra voluntad se fortalece tanto que los karmas buenos y malos no nos afectan para nada. Nos elevamos por encima de los efectos de los karmas, y gozosa y fácilmente saldamos todas esas deudas kármicas con la ayuda de la meditación. Y a veces el Señor, por su amor y con su gracia, nos ayuda a reducir esta carga de karmas, o más bien a compensar nuestros karmas sin tener que pasar por ellos. Así que no perdamos nuestra calma al afrontar adversidades, cuando tenemos que soportar las consecuencias de nuestros karmas malos. Por el contrario, este es el momento en que debemos dedicar más tiempo a la meditación. Conviene que destinemos más tiempo a la devoción, a nuestros ejercicios espirituales, para que se disipen los efectos de esos karmas y estemos de nuevo en pie.
M. Charan Singh, The Master Answers