¿Cómo conocer a Dios?
Así que la fe llega por el oír,
y el oír, por la Palabra (el Verbo) de Dios.
Romanos 10:17
¿Cómo podemos conocer a Dios? Con toda seguridad, podemos conocerlo indirectamente por deducción de muchas maneras, como por las leyes de la naturaleza o la ternura del amor humano. Pero no es suficiente.
Claramente para todos los seres humanos, Dios aún no es más que una idea abstracta o concepto mental. Lo necesario es convertir este concepto en algo real para la experiencia humana. Y esto solo puede hacerse capacitando al ser humano para ver y oír a Dios, puesto que la visión y audición personal son necesarias antes de que nada ni nadie pueda tornarse real para los seres humanos.
¿Es esto posible? La respuesta del maestro espiritual es un rotundo sí. Dios puede conocerse directamente viendo su luz en nuestro interior y oyendo las melodías de su Verbo o corriente del sonido, que absorbe nuestra alma. El maestro vivo nos capacita para hacer esto.
Dios mismo, en esencia, no tiene forma. No puede describirse en lengua mortal, debido a que ningún idioma de este mundo dispone de las formas de pensamiento, ideas o conceptos para describirlo. El ser humano, mientras esté en la Tierra, es demasiado limitado en comprensión para poder captar su infinita majestad y gloria. Pero Dios en acción, en forma del poderoso torrente vital de la corriente del sonido, es una fuerza vibrante presente en cada átomo del universo, manifestándose en forma de luz y de sonido. Cuando un maestro vivo haya abierto el ojo y el oído interior del discípulo, entonces podrá conocer a Dios directamente viendo su luz y escuchando su Verbo y su sonido.
Esta voz celestial es el Padre todopoderoso extendiendo su mano hacia el ser humano para darle iluminación y poder espiritual, y guiarlo finalmente a su eterna morada una vez que se haya purificado y esté capacitado para acceder a esa morada. Esta voz es la conexión entre Dios y el ser humano. La auténtica adoración consiste en escuchar esta voz de Dios con reverencia y devoción, y absorberse en ella.
Desde hace mucho tiempo ha estado claro para los teólogos y muchos otros que Dios no exige adoración porque la necesite o la desee, sino porque es la manera por la que el ser humano puede volver al origen de donde vino. La verdadera adoración es el estado o condición en la cual el ser humano es humilde en la presencia de su Creador. Es el reconocimiento de que existe un poder superior a todo, inmenso, que ayuda a todos los seres. Cuando podamos oír la voz de Dios en nuestro interior y sentir su poder espiritual, nos encontraremos en la presencia de nuestro Creador y estaremos adorándole de verdad.
El amor, vida y poder de Dios manifestados dinámicamente en la tremenda fuerza espiritual de la corriente del sonido es el hecho supremo y básico de la totalidad del universo; y es también el factor más importante de la ciencia espiritual de los maestros. Es el mismo fundamento de su sistema y es el factor que distingue su método de crecimiento espiritual y liberación.
El Yoga del Surat Shabad y la Biblia