Facultades de la mente
Por tu bondad infinita, oh Dios,
deja que sirva a tus sirvientes;
esta es la oración de Nanak, oh Señor:
¡qué pueda contemplar por siempre
a tus místicos!
Ibid, citado en Misticismo, el sendero espiritual, vol. II
La mente tiene las facultades de pensar y de visualizar. Sea lo que sea en lo que estés pensando, estás contemplándolo al mismo tiempo. Si piensas en tu hermano, aparecerá su forma ante ti.
Son facultades naturales de la mente, y nosotros hemos de ocuparnos de ambas tendencias: pensar y contemplar. Pensando y contemplando todos nos hemos apegado a esta creación, de modo que los santos nos aconsejan que mediante el mismo proceso hemos de retirar nuestra conciencia de los apegos mundanos y llevarla al centro del ojo, pensando en el Padre, –repitiendo su Nombre, haciendo simran– y contemplando la forma del maestro.
¿Por qué el maestro? Pues porque necesitamos contemplar únicamente aquella forma que no nos atraiga nuevamente a esta creación. Si contemplamos las flores, a los amigos, o alguna estatua o cosa terrenal, seremos atraídos de nuevo a esta creación debido a que esas formas son perecederas. Contemplamos la forma del maestro porque su forma auténtica es el Shabad, es el Verbo hecho carne y porque contemplando su forma nos apegamos al Shabad interiormente, a la corriente audible de la vida, de la que es personificación el maestro.
El darshan físico del maestro es de mucha utilidad para el propósito del dhyan. Los santos antiguos concedían gran importancia a tener el darshan de los santos y maestros, que son fuente y curso de amor y luz.
El darshan hace una llamada irresistible al ser interior del satsangui, incluso si no está recibiendo instrucciones verbales. El efecto del darshan depende de la receptividad del buscador, cuya reacción está determinada por sus propios sanskaras [impresiones del pasado] y conexiones pasadas. A menudo, el buscador se satisface con el darshan del maestro y no desea ninguna otra cosa de él.
Recibir bendición del mero darshan del maestro es muy importante, dado que indica que el buscador tiene amor, lo cual es muy esencial para la vida espiritual. Al tener el darshan del amado, el devoto, naturalmente, no desea otra cosa sino tanto darshan del maestro como sea posible, lo cual da como resultado una atracción más profunda del devoto hacia el maestro en el plano interior.
M. Charan Singh. Muere para vivir
Si exploras el sendero que hay en tu interior,
encontrarás a Dios muy cerca,
a través de la Vena Real.
Ahora vive en mí y yo en él, oh Bahu:
¡No solo su distancia sino incluso su cercanía
se han hecho irrelevantes!
Sultán Bahu