Siempre presente
¿Hay alguna manera con la que pueda elevarse
la percepción de la santa presencia en el
centro del ojo para conseguir la concentración?
Esta percepción es el resultado del simran.
Por lo tanto, aumentando el tiempo dedicado
al simran y vigilando cuidadosamente que la
mente permanezca ocupada en él
y en el centro del ojo, la concentración
se conseguirá rápidamente.
M. Sawan Singh. Joyas espirituales
Extracto del capítulo ‘Primeros recuerdos’ perteneciente al libro En busca del camino, donde la autora nos presenta un comentario acerca del significado de la oración y de lo que supone el encuentro con el maestro interior mediante la práctica de meditación:
"La palabra hablada nunca podrá llevarnos por el camino de la eternidad. Cuando era niña, escuchaba a mis compañeros susurrar el Padre nuestro tan rápido como podían para terminar pronto y poder salir a jugar; yo solía preguntarme:
‘Estamos en un convento dedicado a la vida religiosa de adoración al Altísimo, ¿qué significa realmente esta oración?’.
Yo, como niña que era, no podía encontrar ninguna respuesta.
Pensaba: ‘Mi madre, una protestante, reza: Padre nuestro el que está en el cielo; y aquí en la escuela, los católicos dicen: Padre nuestro que estás en el cielo…, lo que da a entender que él es una persona próxima. ¿Está él por ahí fuera, un amable y paternal anciano, descansando sobre una vaporosa nube, o es un sentimiento dentro de mí que está reclamando toda mi atención?’.
Cuando maduramos y encontramos a un maestro, llevamos por costumbre nuestra forma de razonar en el mundo a las primeras prácticas en Sant Mat. La forma física del satgurú se convierte en el objeto de nuestra adoración, y competimos entre nosotros para demostrar quién es el que mayor respeto y aprecio le expresa según le percibimos con nuestros sentidos terrenales. Después, si nos alejamos de su presencia o él se va, el tiempo y el espacio crean una grieta que tiende a debilitar nuestro amor mediante el olvido. Él trata de decirnos muy claramente: ‘No adores esta forma terrenal, esta es solo la que tú te has forjado de mí. Ve con aquella, ese poder del Shabad, el Espíritu Santo que brilla en tu interior dentro de tu ser más íntimo. Entonces, siempre estaré presente, siempre alcanzable con un glorioso himno de sonido, luz y vida, de felicidad, paz y alegría interior, ante el que todas las calamidades y atracciones de la vida en el mundo palidecen, y volviéndose insignificantes desaparecen’.
La humanidad está ocupada buscando externamente, igual que los científicos buscan en el espacio exterior el agujero negro a través del cual comenzó la creación cuando se produjo el gran ¡Bang! Pero desde el momento de la iniciación, podemos mirar en nuestro interior de forma mucho más convincente por ese agujero negro de nuestro tercer ojo, para desarrollar y expandir nuestra consciencia con la percepción de la eternidad, imposible de transmitir con palabras.
En busca del camino
Abre la ventana de mi corazón
y muéstrame lo que hay en el interior.Una dura lucha ha dejado a mi mente agotada,
ninguno de sus esfuerzos ha tenido éxito.
Tú eres todopoderoso, ¡qué es lo que no puedes hacer!
Dime pues, ¿por qué este retraso en venir a ayudarme?
Las olas del placer y del dolor me zarandean;
¿por qué no he alcanzado aún mi objetivo?Ten compasión de mí, mi Señor,
y eleva mi mente y mi alma a los cielos interiores.
Mi malvada mente no siente la separación;
te ruego le concedas el regalo del amor.
No cree en lo que es verdadero y permanente,
sino que ansía los placeres efímeros.
Desea la satisfacción de la pasión carnal
y no saborea el néctar del Surat Shabad.
¿Cómo puedo explicárselo a la mente?
¿Cómo hacérselo entender?
No asimila el mensaje del maestro.
Hay algo peculiar en la forma de ser de esta mente,
y es que no siente ni amor ni anhelo por el Shabad.(…) ¡Oh maestro!, tú que eres el persuasor
de todos los corazones,
¿por qué no haces que mi angustiada alma vuelva a ti?
En realidad, nadie sino tú me pertenece,
porque en los cuatro planos de existencia
no veo a nadie más que a ti.
Muestra ya tu misericordia, Radha Soami.
Llévame a salvo a través del océano
de cualquier manera posible.
Sar Bachan poesía, Bachan 33, shabad 18