El maestro responde
Solo conozco dos tipos de personas
razonables: las que aman a Dios de todo
corazón porque le conocen, y las que le
buscan de todo corazón porque no le conocen.
Blaise Pascal. Pensamientos.
P . Me pregunto si este mundo no era al principio el Jardín del Edén y, nosotros, los seres humanos éramos como niños jugando con nuestros juguetes y pasándolo bien, hasta que sentimos envidia unos de otros y quisimos los juguetes de los demás, y así sucesivamente…
R. Tal vez, pero cualquier semilla de envidia que tuviéramos, también venía del Señor. Nada ha venido de fuera.
P. Eso es lo que resulta tan desorientador, ¿por qué todo parece tan ambiguo?
R. A veces pensamos que si Dios es todo amor, ¿de dónde vino el mal? Eso es lo que queremos decir. El sol está siempre en el cielo y brilla constantemente, entonces, ¿de dónde viene la oscuridad? Solo tenemos luz solar cuando la parte de la tierra donde nos encontramos está frente al sol, e incluso entonces, a veces, las nubes se interponen, pero la luz del día es la misma. Cuando hay ausencia de luz, hay oscuridad, y la oscuridad es proporcional a esa ausencia, a ese obstáculo que impide el paso de la luz. Igualmente, cuando no tenemos amor por el Señor, cuando nuestro rostro se aparta de él, hay maldad.
P. Maestro, a veces me parece cruel que primero me haya separado del océano de Dios y luego me digan que Dios es amor y que yo debería querer volver con el Padre. Señor, no puedo conciliar ambas cosas.
R. Verás, si esta creación ha de existir, tiene que ser imperfecta. En el momento en que alguien sea perfecto, el alma vuelve al Ser perfecto. Solo podemos existir aquí, mientras seamos imperfectos. La imperfección nos mantiene atados a esta creación. En el momento en que somos perfectos regresamos al Ser perfecto.
No soy nadie para decir qué impulsó a Dios a crear esta creación. Él sabe mejor que nadie por qué la ha creado. Pero el hecho es que él nos creó y existimos separados de él. Estamos separados y no podemos tener paz y felicidad a menos que regresemos con él. Como el alma es parte de ese océano divino y se ha asociado a la mente, y la mente es esclava de los sentidos debido a los karmas (lo que siembres, cosecharás), somos parte de la creación.
Dios es todo amor. Pero debido a la mente, ahora estamos enamorados de la creación. Dios no es malo o cruel. Él es amor, pero nuestra mente nos hace sentir que Dios no es amor; porque nuestra mente es muy fuerte y comete acciones tan atroces, que tenemos que regresar a esta creación para pagar o rendir cuentas por todas ellas. Como sufrimos a causa de todas estas acciones, pensamos: ¿cómo puede Dios ser tan cruel?
Dios no es cruel, nosotros hemos realizado esas acciones y estamos sufriendo por ellas.
El presidente de un país es misericordioso, pero a los delincuentes se les envía a la cárcel, y el deber del alcaide es mantenerlos en la cárcel. Por tanto, los criminales no pueden decir que el presidente sea muy cruel por tenerles en la cárcel. Olvidan lo que han hecho para ir a la cárcel. Si tuvieran eso en cuenta, entonces, no acusarían al presidente; culparían a sus propias acciones. Similarmente, son nuestras acciones las responsables de la crueldad y el sufrimiento a los que nos enfrentamos cada día, de la desgracia a la que nos enfrentamos cada día. Pero como no sabemos lo que hicimos en el pasado, que es por lo que estamos sufriendo, culpamos al Padre: ‘Mira lo que nos ha hecho, cuánto tenemos que sufrir’. Al contrario: él es todo amor.
M. Charan Singh. Spiritual Perspectives, vol. I
Puede ser que las consecuencias de lo que hemos hecho en esta vida no se manifiesten antes de morir. Usualmente, esos efectos kármicos se almacenan y reservan para otra encarnación. Esta acumulación de karma es otra razón por la que tanta gente piensa que la vida es injusta. Piensan: “Soy una buena persona. Nunca he hecho nada grave en mi vida. Rezo. Creo en Dios. Trato de ayudar a mi prójimo cuando puedo. Cuido de mi cuerpo. Me alimento correctamente. Hago ejercicio a menudo. Lleno mi mente de pensamientos positivos. Hasta reciclo. Entonces, ¿por qué estoy sufriendo tanto?”. Verdaderamente no tenemos la más mínima idea de por qué sufrimos tantas enfermedades físicas y mentales. ¿Qué provoca un cáncer que le sobreviene a un no fumador, cuando hay personas que fuman tres paquetes al día sin ningún efecto aparente? Indudablemente existe una injusticia aparente. Sin embargo, si pudiéramos aceptar que las influencias kármicas pasan de una vida a otra, nuestra visión del mundo cambiaría. Sin conocer la historia completa de las miles y millones de encarnaciones de un alma, es una locura creer que una situación es injusta.
La vida es justa