La vida es algo más
Solo cuando ceses de abrigar deseos,
gozarás flotando en el océano de la dicha.
Así como el árbol se concentra en la semilla,
todas las enfermedades se centran en el deseo.
Consiguientemente, sé firme en el desapego
y quema todos tus deseos.
Kabir: The Great Mystic
Nuestra interminable actividad mental se refleja en lo obsesionados que estamos con nuestra familia, nuestros amigos, nuestro trabajo y nuestras posesiones. Pero ¿es que nos pertenecen realmente? Sabemos que al morir nada irá con nosotros, que tendremos que abandonar nuestros cuerpos y dejar todas las cosas que hayamos acumulado, que nada ni nadie de este mundo han acompañado ni acompañarán nunca a las personas más allá de la muerte, ni jamás lo harán. Abandonaremos todos los bienes que hemos acumulado y diremos adiós a nuestros seres queridos. Lo queramos o no, todo lo relativo al mundo físico tiene que abandonarse a la hora de la muerte.
En teoría sabemos todo esto, pero ¿no es posible que cuando venga la muerte veamos que nos hemos equivocado, que las cosas que considerábamos reales no eran sino una sombra de la realidad? ¿Es posible que nos demos cuenta de que la vida es algo más que lo que acabamos de pasar?
La meditación es la medicina que nos curará del sufrimiento que nos hemos ocasionado a nosotros mismos. Si queremos que esta medicina funcione, debemos eliminar muchos apegos y afanes que solo aumentan la ilusión en que vivimos. Solo a través de la meditación podemos aprender a desprendernos de nuestros apegos antes de morir.
Nuestras vidas no deben girar alrededor de ninguna persona, animal, cosa, objeto, empleo, ocupación o proyecto. Aquietando a la mente, la meditación nos ayuda a pensar lúcidamente y a situar las cosas en su propia perspectiva. Con la práctica de la meditación tomamos conciencia de que solo permaneceremos aquí, en este mundo, durante cierto periodo de tiempo. Nada nos pertenece ni tampoco nosotros le pertenecemos a nadie. No hay nada en el mundo a lo que valga la pena apegarse, simplemente todos estamos de paso. Podemos desprendernos de nuestros apegos, podemos dejar de permanecer apegados a todo aquello que morirá.
La meditación nos hace conscientes de que en la vida todo es transitorio. Por mucho tiempo que le dediquemos a algo, ya sea a nuestro cuerpo, a una persona, al trabajo o a cualquier otra cosa, al final, a la hora de la muerte, tendremos que abandonarlo. Lo queramos o no, tendremos que dejarlo todo. Así pues, lo que los místicos nos dicen es que abandonemos de corazón todos estos apegos antes de morir. Cuanto más pronto lo hagamos, mucho más felices seremos.
Espiritualidad básica
Meditación significa retirar nuestra consciencia hasta el centro del ojo y mantener nuestra atención en ese lugar; luego apegarnos al Shabad o Nam, la corriente del sonido, que está dentro de cada uno de nosotros, y con la ayuda de esta desapegarnos permanentemente, para siempre, de los sentidos inferiores. Eso es meditación.
M. Charan Singh. Muere para vivir