Anhelo por el darshan
Ven, amado Señor.
Concédeme tu darshan;
lejos de ti no puedo vivir.Como el loto sin agua,
como la noche sin luna,
es tu querida sin ti, oh Señor.Angustiada vago día y noche,
y tormentas de separación
roen mi corazón;
los días pasan sin hambre,
las noches sin sueño,
y los labios son incapaces
de narrar el relato de mi congoja.¿Qué puedo decir? No tengo palabras
para expresar mi anhelo;
por favor, ven, y apaga
este fuego que abrasa mi corazón…
Mira: la divina amante
Si se tiene anhelo por el darshan externo, este nos lleva finalmente a anhelar el darshan interior. Cristo dijo: Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Ellos son los afortunados que lloran, que sienten la separación del Padre y que anhelan volverse uno con él. El duelo es cuando no podemos hacer frente a la separación y estamos apenados y lloramos. Así que ellos son los afortunados que tienen verdadero anhelo y deseo de volver al Padre. Ellos serán consolados finalmente, pues podrán llegar al Padre.
Y respecto al darshan externo y el darshan interno, Cristo se ha referido al tema de manera indirecta, cuando dice: Os conviene, y es por vuestro interés que os deje ahora, para que así pueda enviaros al Confortador. ¿Cómo puede ser en interés de un discípulo que el maestro lo deje físicamente? Porque aunque con su presencia física crea amor y devoción en el corazón del discípulo, físicamente no puede quedarse aquí para siempre. Así que se separa del discípulo. Y debido al amor y devoción que el maestro ha creado en el corazón del discípulo, a este finalmente no le queda más opción que la de encontrar a su maestro en el interior. Él pondrá toda su devoción y anhelo en la búsqueda del maestro en el interior, y al final alcanzará la meta.
Por tanto, es en interés del discípulo que el maestro lo deje, porque físicamente el discípulo sin duda está enamorado y corre tras el maestro. Pero ¿cuánto tiempo podrá quedarse con la forma física? Cuando el discípulo quiere estar con el maestro, no tiene más remedio que ir al interior y encontrarlo allí. Así que esta forma externa es un medio para ese fin.
El propósito de la presencia física es crear ese amor y devoción en nosotros y, en última instancia, convertirlo en el verdadero darshan interior, que es el verdadero amor y la verdadera devoción.
Spiritual Perspectives, vol. III