¡Presta atención y escucha!
Escucha en silencio, porque si tu corazón está lleno con otras cosas no podrás escuchar la voz de Dios.
Madre Teresa. Desde el corazón del mundo: Pensamientos, anécdotas y oraciones
Si concentramos nuestra atención en el sonido interior (incluso si apenas es audible), la atención no estará atenta a los pensamientos, sino al sonido. Con la atención absorta en el sonido, nos elevaremos por encima de la corriente de nuestros pensamientos.
Algunos de nosotros nos quejamos de no oír nada en el interior. Si a pesar de nuestros esfuerzos por localizar el sonido interior no lo escuchamos, tendremos que ser simplemente conscientes del silencio. Hay que permanecer ahí, en ese silencio y escuchar. No le permitas a la mente regresar a los pensamientos. Ten paciencia y disfruta de esa paz y tranquilidad. El sonido vendrá por sí solo.
Una vez que hayas localizado el sonido, aun siendo este muy bajo, ponle toda tu atención. Familiarízate con él. La mente es adicta a pensar, y por eso intentará volver a los pensamientos. Ignora tus pensamientos y mantén tu atención en el sonido. (…) Poco a poco, serás capaz de permanecer en el sonido interior durante periodos más largos de tiempo (…) y obtendrás la costumbre de vivir en la quietud de la mente, sin necesidad de estar pensando. Todo cuanto necesitamos hacer es poner nuestra atención en el sonido interior. Eso es todo. (…) No hay nada mejor que hacer con nuestra vida. De hecho, alcanzar este estado es el propósito de la vida humana.
del yo al Shabad