Vivir para siempre
Cuando, al concentrarnos con amor y devoción, siguiendo las indicaciones de un maestro vivo, alcanzamos finalmente nuestro destino en la región más elevada y nos fundimos con el Señor mismo, entonces morimos para vivir eternamente. Antes de eso, estamos sometidos a la ley de la reencarnación e incluso de la transmigración a especies inferiores, dependiendo de las acciones y deseos en que nos hemos involucrado, no solo en la vida actual, sino también en los incontables nacimientos anteriores.
Así, cuando alcanzamos el centro del ojo, empezamos a vivir; y cuando llegamos a nuestro destino, vivimos para siempre. Gurú Amar Das dice:
El mundo entero tiene miedo a la muerte.
Por la gracia del maestro,
quien muere mientras vive
comprende el mandato divino.
Oh Nanak, quien muere esa muerte
consigue la vida eterna.Los santos sostienen que la meta final se alcanza muriendo en vida. El nacimiento humano de quien alcanza ese estado es provechoso. Gurú Amar Das dice:
Oh Nanak, para aquel que muere en vida,
su venida aquí es fructífera.M. Charan Singh. Muere para vivir